Capitulo 20

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Victoria

10 años atrás..

— Niña muévete tenemos que estar saliendo ya -ordenó un hombre y su voz se escuchó con fuerza al otro lado de la puerta-

— Si señor -respondo con tono débil-

Paso mis manos por los pequeños detalles que estaban incrustados en el vestido color blanco. Aquel vestido era sin mangas dejando ver mi pecho y hombro al descubierto, resaltaba mis senos de una forma exagerada, su largo se aguantaba a mis caderas haciéndolas lucir elegantes y provocativas, tenía pequeños diamantes en todo el vestido que con cada movimiento se dejaban notar el brillo de cada uno y en su parte baja una pequeña abertura en el lado derecho donde gran parte de mi pierna y un poco de mis muslo sobresalía.

Levante la mirada al gran espejo y me veía perfecta, maquillaje bien elaborado, mi cabello blanco que caí en ondas como cascadas por mis hombros y el vestuario perfecto.

Gire mi mandíbula y pase mi mano por mi cuello donde aún se podían ver pequeñas marcas de unos morados y ni con mil capas de base y polvos se llegaban a borraban aquellas marcas que fueron provocadas por un castigo que recibe.

Quería salir corriendo de este lugar y nunca volver, quería saber de mi hermano y de mis padres.

Los extrañaba tanto que cada noche lloraba hasta quedarme dormida rogando que esto acaba o yo acabaría conmigo.

Quería que todo fuera como los cuentos que me contaban Mike, donde el príncipe salvaba a la princesa de la torre más alta.

Pero con el tiempo entendí que eso nunca pasaría y que nadie me salvaría después de lo que viví y sigo viviendo.

Me daba asco mirar mi cuerpo y evitaba hacerlo a toda costa.

Mi cara había perdido su color y mis ojos ya no brillaban más.

Estaba irreconocible, baje de peso drásticamente y casi se podía ver mis huesos resalir.

Habían apagado la luz en mí y estaba perdida como un barco en la deriva.

Salgo de la habitación luciendo y caminando como tanto me enseñaron y unos pasos fuertes se hicieron presentes a mi espalda, me giro dándole la cara a aquellos pasos y un hombre de unos cincuenta años con un traje verde esmeralda a su talla, su cabello castaño bien peinado hacia un lado, ojos color avellana , dedos llenos de anillos de oro y su figura recta y corpulenta.

Me toma de la cintura con fuerza y una de sus manos se aprieto en mi cuello haciéndole soltar un quejido de dolor por aquellos morados que ya hacían ahí. Beso mis labios con hambre y la poca barba que crecía lastimaba mi débil y pálida cara.

Su aroma y aliento provocaban unas arcadas en mi pero como no tenerlas si su aliento a tabaco y whisky me mareaba.

Se separa de mí con sus labios hinchados por el hambriento beso y baja su mano de mi cuello donde podía jurar que sus dedos ya habían dejado una marca visible.

— Está noche recibiré nuevos acuerdos y tu preciosa serás mi pase directo a firmar contratos -deja un corto beso en mis labios y toma mi muñeca con fuerza haciéndome daño más no digo nada-

Me mantenía callada en todo el transcurso y quería que fuera así y odiaba tener que hablar con él como si tuviéramos la confianza de años.

Se encontraba hablando por movil mientras yo miraba las hermosas calles de España por la ventana y todo era hermoso y aunque mi curiosidad quería conocer con más detalles el país, pero mi situación me lo impedía.

Mi completa perdición [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora