Los gritos se escuchaban en toda la habitación, el mayor se mantenía en una esquina de la cama, sentado, esperando que su pareja se calmara un poco, lo cuál parecía que no ocurriría pronto, para este punto habia aprendido a no retarle cuando se hallaba tan alterado, solo terminaba siendo más doloroso para él, se había quitado la bolsa hace un rato, sus cabellos ondulados y rebeldes se sacudían a la par de sus pasos de animal enjaulado, mientras sus ojos centelleaban iracundos.
—PARECE NO IMPORTARTE EN LO ABSOLUTO LO QUE TE DIGO ¿QUE GANABAS CON DESPEDIRTE DEL IMBÉCIL DE PARCHE Y SOMBRERO DE COPA CON UN ABRAZO?
—Nada
Tenía las manos sobre sus piernas, la mirada baja, solo se había descuidado al despedirse de su viejo amigo, olvidó por completo las cámaras que su rubio se habia negado a quitar, en cuanto el otro demonio había salido de la mansión, él fue arrastrado por la muñeca hasta la habitación que compartían y tirado a la cama, desde ese momento su pareja le habia estado reclamando su cercanía con ese villano, cuando eran eso, villanos, no se suponía que fuesen tan apegados con alguien que no era su pareja o familia.
—Y ¿QUE DEMONIOS CONTENÍA LA MALDITA CAJA?
Sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral, habia olvidado por completo la caja de regalo que le sido habia dada.
—No es nada del otro mundo sol-
Intentaba desviar la atención cuando fue interrumpido.
—Traela
No era una petición, era una orden, una que aun con nervios no tardo en acatar, chasqueando los dedos para que la caja anteriormente mencionada hiciera acto de presencia en sus manos, aunque le fue inmediatamente arrebatada.
—¿No es la gran cosa? Lord Black hat
Dentro de la caja amarilla de listón negro se hallaba una fotografía enmarcada de una fiesta a la que habían asistido cuando eran solo un par de jóvenes revoltosos, el problema era que su compañero lo tenía abrazado por la cintura y llevaban dos camisetas blancas a juego que decían "Fuck me" y "I gonna fuck you", en letras negras y doradas respectivamente, en su momento había sido una broma divertida, ahora representaba un gran problema, sobre todo porque en la caja también se hallaba la dichosa prenda de letras negras.
Levanto lentamente la mirada encontrándose con los ojos azules y enojados de su amado, junto con una sonrisa espeluznante, nunca lo habia visto tan enojado, temía por las consecuencias que le traería ese obsequio.
El chico saco una de sus armas de su bolsillo, respingo asustado, no tenia idea de que planeaba hacer, de repente apunto a la caja y con un simple disparo esta se desvaneció en el aire, convertida en un pequeño montón de ceniza, abrió los ojos sorprendido.
—¿Que? ¿Por qué?
Su mentón temblaba levemente, era un lindo recuerdo de su juventud, cuando todo era más fácil y no estaba bajo la sombra de su madre ni bajo el ojo de todo el mundo de la villanía, entendía en parte el enojo del contrario, pero no el porque había destruido algo que era suyo, y que en este momento necesitaba para olvidar un poco las constantes peleas.
—Es un regalo de lo más vulgar y ofensivo, sobre todo tomando en cuenta que tiene pareja, mi lord
Sonrió petulante mientras se acercaba guardando el dispositivo nuevamente, tomo las mejillas de su pareja con suavidad logrando que lo mirara a los ojos, los oscuros onix brillaban ligeramente por las lágrimas contenidas.
—Vamos mi Lord, no llore por algo tan insignificante, era lo mejor
El más alto desvío la mirada, apesadumbrado por como habia terminado aquel regalo, esto fue notado de inmediato.
—Tranquilo, se lo que lo animará
El muchacho lo recostó en la cama mientras acariciaba su espalda con suavidad y dejaba algunos suaves besos cerca de la comisura de sus labios, coló una de sus manos debajo de sus sombreros acariciando sus lacios mechones y desacomodando los tres accesorios en el proceso.
Un ligero quejido se escapó entre los filosos dientes, atravesando los oscuros y suaves labios, era algo inconciente, su humor no era el mejor en ese momento, pero estaba demasiado desanimado para llevarle la contraria a su novio, simplemente se aferro al cuello de este dejando escapar algunas lágrimas silenciosas, no quería volver a llorar frente a él, aunque esto usualmente detuviera sus acciones, de todas formas sabía que no lo dejaría volver a su estado original el regalo.
Su amigo se había esforzado en encontrar esa fotografía y la prenda, además de arreglárselas para fugarse de su realidad el tiempo suficiente para verlo y acompañarlo un rato, solo se habían comunicado por arcaicas cartas, pero lo conocía tan bien que había notado su tristeza aún a través del papel y se habia tomado el tiempo de buscar algo para sacarle una sonrisa, seguramente se sentiría mal al ver que en lugar de eso le trajo lágrimas y problemas.
Las habilidosas y pálidas manos se movían con experiencia a través de la tela, desacomodando toda prenda que se interpusiera en su camino, la corbata ya estaba en el suelo, acompañando a la gabardina y el chaleco, la mitad de los botones de su camisa se hallaban desapuntados, en la piel expuesta de su pecho se hacían presentes algunas marcas verdes y su cuerpo reaccionaba en contra de su voluntad con una tienda de campaña en sus pantalones.
Se dejo hacer con total sumisión mientras sentía los cálidos besos de quien decía amarlo, aunque con sus acciones solo hería su cansado corazón y desataba emociones que terminaban en cosas como aquella manchas oscura en el hombro de la bata blanca.
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Violentometro/Paperhat
FanfictionLuego de años finalmente es momento de invertir los papeles, supongo que es lo justo ¿no?