Violentometro/Paperhat

🥀Mentir/Engañar🥀

El ente de sombrero negro se encontraba preocupado por cierto chico de dorados rizos, llevaba dias encerrado en el laboratorio, no habia visto que ingresará comida o bebida al recinto y eso lo inquietaba demasiado.

Le habia pedido, casi ordenado a juzgar por su tono, que no fuese a entrar al laboratorio, según él, estaba realizando unos ajustes al dispositivo antigravitacional para convertirlo en un rayo, justamente como lo habia ordenado desde un principio el demonio.

Se quedo completamente estático al recordarlo, la culpa carcomía su negro corazón, habia sido absurdamente grosero con Flug aquella vez, una lágrima furtiva se escapo del ojo cubierto por su lente, al recordar los horribles y dolorosos gritos, cuando más tarde lo habia castigado físicamente por aquel error que en su momento le había parecido estúpido, aunque en realidad le hubiese gustado el artefacto.

Limpió rápidamente aquel liquido negro que escurria por su mejilla en contra de su voluntad, salió de la habitación que compartía con su pareja para intentar alejar de sus pensamientos aquellas suplicas del menor para que parase su sufrimiento, mientras le prometía que no volvería a ocurrir, sacudió la cabeza para despejarse y comenzó a caminar por los oscuros y tétricos pasillos de su mansión.

Daba vueltas lo más lejos posible del laboratorio, no quería ser vencido por la tentación e ir en contra de las peticiones de su pareja, invadiendo su privacidad para saciar su propia curiosidad, se había prometido a si mismo y a su amado no volver a hacerlo, no pudo evitar sonreír al recordar la suave sonrisa tierna que le dedicó al escucharle decir aquello, y se sonrojo ligeramente por el recuerdo de los suaves labios que se encontraron con los suyos segundos después de esa sonrisa.

Mientras se encontraba más tranquilo y feliz en el mundo de los recuerdos, un metálico toque en su pierna logró ponerlo de mal humor.

—¡QUE DEMONIOS QUIERES!

Gritó enojado al hatbot que se había atrevido a interrumpirlo en su pequeño momento de regocijo, aunque internamente su enojo disminuyo al ver como nerviosamente el aterrado robot le extendía un hoja amarilla que olía como el dueño de sus pensamientos, le arrebató la hoja de la mano y la leyo.

"Ven a mi laboratorio, terminé con el dispositivo y quiero mostrártelo, procura traer algo de comer, no sé cuánto tiempo a pasado y a juzgar por los gruñidos de mi estómago, parece que volví a saltarme varias comidas, te amo

Att: Kenning"

Por una parte se sintió feliz de saber que su Rubio favorito había terminado su trabajo, ya que podrían volver a pasar tiempo juntos, pero a su vez se preocupó por el descuido de su científico en cuanto a sus horarios de alimentación, tensó la mandíbula con molestia y culpa recordando que debido a sus tratos abusivos el chico adquirió esa fea manía de descuidarse, la cual, actualmente, lo atormentaba.

Convertido en sombra se dirigió a la cocina por algunas frutas, y usando la misma técnica se deslizó hasta quedar en frente de la puerta del laboratorio, se acomodó su traje para verse presentable ante su chico, luego de días sin verlo no quería aparecerse desaliñado frente a él, tocó la puerta esperando que la abriera el científico, y lo hizo, mas grande fue su sorpresa cuando en lugar recibirlo con un saludo o un beso, lo recibió con el disparo de una pistola extraña que lo lanzó hasta el otro lado del pasillo encerrado en una esfera morada.

Su cabeza se golpeó contra aquella dura cápsula, ya que lo único que acató a hacer fue evitar que la comida que había traído cayera del plato, estaba en shock, lo único que lo trajo de vuelta a la realidad fue la juguetona y conocida risa de quién se hallaba en el marco de la puerta aun con el arma en mano.

—Wow, de verdad no pensé que fueras a recibir de lleno el golpe, creo que tus reflejos no son los mismos de antes, cariño.

Black hat, bastante confundido intento salir de la burbuja por todos los medios, y a una velocidad sobrehumana, al ver que no podía comenzó a entrar en pánico, eso le traia malos recuerdos que creía olvidados.

— Calma Black, déjame sacarte.

Slys oprimió un botón en el arma y volvió a disparar al mayor, quién por reflejo se cubrió con un brazo esperando un impacto que no llego, al bajar su extremidad noto que la cápsula se había desvanecido en el aire convertida en una pequeña nube de polvo púrpura, giro su cabeza para ver a su novio pero al hacerlo le aquejo algo de dolor en la parte de atrás de su cabeza, se llevo su mano a ese lugar sintiendo como un poco de liquido que al mirarlo era color vino tinto, manchaba su guante.

Al ver aquello, el embolsado se acercó preocupado para revisar la herida que ya estaba casi completamente sana, al parecer el golpe habia sido más fuerte de lo esperado.

—Amor, lo siento tanto, no era mi intención herirte, creí que tu reacción seria mucho más rápida.

El de tez oscura sonrió al sentir las manos de su pareja dándole mimos en la zona afectada mientras lo giraba para verlo a los ojos y disculparse, tomó una de las inquietas manos de Flug con suavidad.

—No te preocupes, fue un accidente, además soy un ente extremadamente resistente, no podrias hacerme un daño real.

Le regaló una sonrisa tranquilizadora y dulce que le fue devuelta inmediatamente por un aliviado ojiazul, luego le extendió su otra mano en la cual de alguna manera aún conservaba intacto el tazon con fruta picada que le habia traido.

— Oww, por eso te golpeaste, no querias que se cayera y yo me quedará sin comer, vamos al dormitorio, te mereces ser mimado hasta dormir por ser tan buena pareja.

Levantando un poco su bolsa, besó al moreno como agradecimiento, para luego tomar el bowl y llevar de la mano a Black hat en dirección a su cuarto compartido, no sin antes cerrar con un pie la puerta del laboratorio, dentro del cual aún reposaba intacto sobre la mesa el dichoso dispositivo antigravitacional.

Todos mentimos en algún momento, es algo muy humano, pero ¿Piensas que es correcto mentirle a tu pareja sobre en que empleas tu tiempo?