No era la primera vez que en el número 4 de Privet Drive estallaba una discusión durante el desayuno, a primera hora de la mañana, Vernon Dursley discutia con su sobrino Harry.—¡Es la tercera vez esta semana! —se quejó, sentado a la mesa— ¡Te dije que no debías dejar salir a esa lechuza!
—Es que se aburre, está acostumbrada a dar una vuelta por ahí.
—Acaso tengo cara de idiota? —
gruñó tío Vernon, con restos de huevo frito en el poblado bigote—Lo parece... ¡No! n-no es lo que quise decir —Se arrepiento al momento de lo que dijo pues noto el intercambio de mirada de sus tíos.
Haberse juntado con Pansy le había enseñado a Harry a no quedarse callado, cosa que solía traerle muchos problemas en su casa, pero al menos ya no se quedaba de brazos cruzados contra los maltratos de los Dusley.
Un cructo estruendoso y prolongado grito de Dudley, el hijo de los Dursley, interrumpio la discusión.
—¡Quiero más beicon!
—Queda más en la sartén, ricura —dijo tia Petunia, volviendo los ojos a su robusto hijo— Tenemos que alimentarte bien mientras podamos... No me gusta la pinta que tiene la comida del colegio.
—No digas tonterías, Petunia, yo nunca pasé hambre en Smeltings —dijo con énfasis tio Vernon— Dudley come lo suficiente, ¿verdad que sí, hijo?
Dudley que estaba tan gordo que el trasero le colgaba por los lados de la silla, hizo una mueca y se volvió hacia Harry.
—Pásame la sartén
—Se te han olvidado las palabras mágicas —repuso Harry de mal humor.
El efecto que esta simple frase produjo en la familia fue increible: Dudley ahogó un grito y se cayó de la silla con un batacazo que sacudió la cocina entera, la señora Dursley profirió un débil alarido y se tapó la boca con las manos, y el señor Dursley se puso de pie de un salto, con las venas de las sienes palpitándole.
—¡Me referia a «por favor»! —Trato de explicarse Harry inmediatamente— No me refería a...
—¿QUÉ TE TENGO DICHO —bramó el tio, rociando saliva por toda la mesa— ACERCA DE PRONUNCIAR LA PALABRA CON «M» EN ESTA CASA? Pero yo... CÓMO O TE ATREVES A ASUSTAR A DUDLEY! —dijo furioso tio Vernon, golpeando la mesa con el puño.
—Yo sólo...
—TE LO ADVERTİ! BAJO ESTE TECHO NO TOLERARÉ NINGUNA MENCIÓN A TU ANORMALIDAD!
Harry miró el rostro encarnado de su tio y la cara pálida de su tia, que trataba de levantar a Dudley del suelo.
—¡ESO ES TODO ME LLEVARE A TU ESTUPIDA PALOMA!
Al ver como su tío se acercaba a Hedwig instintivamente se puso enfrente de ella.
—¡A ella no te la vas a llevar!
—¡¿CO-COMO TE ATREVES?!
El muchacho de ojos verdes no sabía que hacer, sus piernas estaban temblando, sentía como si en cualquier momento sus rodillas fueran a ceder a la presión que sentía y caería de rodillas, inconsciente y como mecanismo de defensa saco su varita.
Al ver como su tío retrocedió, y los rostros horrorizados del susto de Petunia y Dudley, Harry aprovechó la oportunidad y salió corriendo con Hedwing hacia su cuarto.
Azotó la puerta cerrandola con seguro y se tiró sobre la cama clavando la cara en una almohada, desde que regresó a casa, el tio Vernon lo habia tratado como si fuera una bomba que pudiera estallar en cualquier momento, porque Harry no era un muchacho normal, de hecho, no podia ser menos normal de lo que era, Harry Potter era un mago...
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Una Historia Diferente
FanfictionA todos nos gusta imaginar diferentes escenarios ficticios cambiando eventos que nos desagradaron o que simplemente queremos para cambiar para ver otra percepción de la historia. En este fan fic Harry Potter no terminó en la casa Griffyndor sino que...