Cuando me desperté no sabía ni dónde estaba ni que había pasado. Entonces escuché a Katy gritando mi nombre. Alzé la vista y la vi.
-¿Qué ha pasado? -conseguí preguntar después de hacer un esfuerzo sobrehumano.
-Te desmayaste -respondió ella y se encogió de hombros, como si fuese obvio.
-Ah, -dije sin mucho entusiasmo- es verdad, tuve un sueño...
-No me lo cuentes. -Contestó rápidamente.- Te lo dije antes, no quiero saber nada del chico.
En cuanto dijo esto me di cuenta de algo que había pasado desapercibido para mi. Mauro. Él tenía unos ojos verde bosque que te cortaban la respiración, como los de mi sueño... o pesadilla... o visión... o lo que fuera. El caso es que acababa de descubrir de quién eran aquellos ojos, y no pintaba bien; pero, cómo lo había sabido Katy... Por un momento, pensé que había sido una terrible idea el invitarle a la fiesta de esa noche.
Miré a Katy con preocupación, pero su expresión no cambió. Vaya, parecía que iba en serio con lo de que no quería saber nada....
Un montón de preguntas rondaron mi mente; entre ellas quién era en verdad Mauro y que escondía Katy; pero sabía que ninguno de los dos respondería a mis preguntas, así que, lo tendría que averiguar yo misma.
Sonreí a Katy y le dije que ya me encontraba mejor y que nos podíamos ir. Ella pareció dudar de mi afirmación, pero a pesar de ello asintió, y juntas nos fuimos del hospital.
Ya en la calle le pregunté:
-¿Tendremos que ir ahora a comprar la ropa, no?
-Si -respondió ella entre risas -deberíamos, pero ya no da tiempo.
Miré el reloj y descubrí que eran más de las ocho. ¡Oh, no; todavía teníamos que prepararnos!
-¿Y como se nos ha hecho tan tarde? -dije atónita.
-Tú desmayo ha durado varias horas, guapa -respondió Katy- y hemos estado en el hospital todo ese tiempo.
Me sonrojé ligeramente cuando dijo eso, había sido mi culpa...
Agarré a Katy por el brazo y corrí hacia mi casa lo más rápido que pude.
Suerte que Katy y yo de pequeñas practicábamos atletismo en el colegio...
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Holaaa!! No se cuando podré escribir más. Gracias otra vez jajaja a todos los que lo leen, me hacen muy feliz!!
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corazones rotos#wattys2015
Novela Juvenil-¡Callate! - grité al tiempo que ella enmudecía.- Sólo tienes envidia. ¡Admitelo! Está bueno, quieres tirártelo ¿o no? Tal vez me había pasado, a lo mejor no debería habérselo dicho, pero darle vueltas ya no sirve para nada; lo hice y punto. Quizá...
