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Comenzaba a amanecer cuando llegamos al campamento base. Baje del 4x4 de un salto, mi pierna fallo acausa del dolor y caí de rodillas.
Sin darme cuenta Judith  me estaba agarrando del brazo para ayudarme a levantar, pero alguien la aparto de mi tirandola al suelo.

- No se acerque.
Levante la mirada para replicar, pero vi que era el Coronel al mando. Me levante mirando a Judith ella se levanto y se alejo colocandose junto a las demas sin decir nada.
Coronel- Algunas se creen mas de lo que son, simples esclavas.
Contuve mis ganas de responder a lo que habia dicho.

Para el esto habia sido su forma de vivir durante toda su vida. Comenzo de niño ciendo  soldado con tan solo 9 años, y para el todo debia hacerse como el ordenaba.

Coronel- Llevar a todas las esclavas a sus celdas.

Comenzó a caminar hacia el cuartel y le seguí para comunicarle la situación.
Cuando termine de contar todo parecía tranquilo, cosa que me extraño.

Coronel- Por el momento mantendremos a todos aqui, lo mejor sera dejar que se relajen y atacar en un tiempo.
Miro mi pierna.
Coronel- Ademas te necesitamos al frente, sabes que eres uno de mis mejores Comandantes.
Le asentí sin decir nada.
Coronel- Lo hicisteis bien a noche, conseguisteis volver sin perder a nadie y no muchos lo consiguen. Creo que te mereces una gran recompensa enrique.
Sonrei por su gran alago.
Coronel- Escoge a las esclavas que quieras y pasa un buen rato.
Dijo en tono perverso. Force una sonrisa convincente y sali del cuartel para dirigirme a mi habitación, necesitaba descansar.

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Me desperte al anochecer, no tenia ganas de moverme de aquella cama.

Llevaba 6 meses en las guerras y comenzaba hacerse muy duro todo para mi, sobre todo los 2 ultimos meses que llevaba de Comandante, en un principio no quise aceptar por la resposabilidad que conllevaba, pero el Coronel me convenció con sus alagos, ademas de que seria uno de los mas jóvenes en ser nombrado Comandante, tan solo tenia 30 años.

Llamaron a la puerta y me incorpore sobre la cama.

enrique - Adelante.
La puerta se abrio lentamente y vi asomar la cabeza de judith  no se porque se dibujo una sonrisa en mi cara.
judith - Me han dicho que viniera..
Dijo con miedo.enrique - Si. Le extendi mi mano, ella entro y cerro la puerta, pero no se movio.
Esta vez llevaba puesto una mini falda de seda azul cielo y un top conjuntado, deduje que el Coronel la habia mandado a vestir bien para mi.
Me levante y me acerque lentamente a ella, pero retrocedio hasta dar con la pared.
enrique - Tienes miedo de mi?
Escuche que trago saliva pero no dijo nada.
enrique- No debes tenerlo, no te hare nada, te lo prometo.
Parecia que mis palabras la tranquilizaron un poco, pero continuaba insegura. Le agarre la mano suavemente y la lleve hasta la cama. Ella fue a desabrocharse el top pero pare sus manos.
enrique - No, no vamos a  hacer nada.
Vi que las comisuras de su labio formaron una fugaz sonrisa.

Mire hacia la puerta y me levante.

enrique- Hay algun soldado fuera?
Le pregunte. Ella tan solo asintio.
Abri la puerta, y ahí estaba el soldado que tantos problemas me estaba dando.
enrique- Puedes marcharte.
- Y la esclava?
enrique- Esta aqui, pero me gustaria intimidad, ya me entiendes para que.
El soldado hizo una risa picara al escuchar lo ultimo que dije y se marcho. Me caia realmente mal, no entendia porque trataba asi a las chicas, como si fueran objetos.
Cerri la puerta y volvi a la cama con judith.

enrique- Necesitas algo?
Negó con la cabeza.
enrique- Has cenado?
Volvio a negar.
enrique- No os han dado nada?
- No..
Dijo nerviosa. Pense unos segundos y volvi a levantarme.
enrique- Espera aqui un momento, ire algo para cenar.
Me sonrio, y su sonrisa me hizo sonreir tambien .

Sali de la habitacion y cerre con llave, realmente no era para que no se escapara, mas bien al reves, no queria que nadie le hiciera daño mientras no estaba.

Fui al gran comedor donde estaban todos los soldados cenando. Y agarre dos bandejas. Una de las cocineras me vio y se acerco.

- Hola Comandante.
enrique- Hola.
- Viene a cenar?
enrique- Si, mas bien, me la voy a llevar a mi habitacion, estoy cansado.
- Esta bien, espera que te sirvo a ti primero.
Miro las dos bandejas extrañada.
- Dos?

enrique - Si, tengo mucho apetido, necesito reponer fuerzas.

La mujer sonrio y lleno bien las bandejas y me las dio.
- Quiere que le ayude a llevarlas?
enrique - No, gracias.

Volvi a la habitacion con cuidado con no toparme con nadie que preguntara. Deje una de las bandejas en el suelo para habrir la puerta, judith estaba dando vueltas nerviosa. Al verme paro vino a ayudarme. Entramos y cerre la puerta con llave para que nadie nos molestara.

enrique- Come tranquila.
judith agarro con ganas la bandeja y sin cubiertos metio la mano en el pure. Solte una risa y ella me miro, pero lejos de avergonzarse continuo comiendo. Deje de reirme al ver que tenia realmente mucha hambre. Eso me hizo pensar en que no le debian darle mucho de comer, quizás tan solo lo suficiente para mantenerla con vida? Me estremecí de pensar eso.
Cuando termine le di mis sobras, agarro mi bandeja y me dedico una sonrisa.

enrique- Te sientes mejor.
Trago la comida.

judith - Si, gracias.

enrique - De nada.
Me quede mirandola mientras terminaba de comer. Me fije en que tenia moretones en sus muslos y cicatrices en su espalda, nunca antes me habia fijado en eso. Roce una de sus cicatrices y se aparto automaticamente, pero un segundo despues se relajo.

enrique- Esto te lo hacen ellos?
Dije serio. Ella asintio.
Volvia rozar las cicatrices, esta vez no se movio y las contemple bien intentando saber con que se lo habrian hecho. Eran muy profundas, algunas mas que otras, pero eran similares.
- Latigos.
Dijo contestando a la pregunta que no habia llegado a hacer.
La mire con los ojos muy abiertos, no podia creer que hablara en serio. No tenian bastante de tenerlas como esclavas sexuales que tambien tenian que maltratarlas?
enrique- Porque te han hecho esto?
judith - Es el castigo por desobedecer.
Senti un escalofrio por todo mi cuerpo.
enrique- Siento que tengas que pasar por esto.
judith- Ya he aprendido a vivir con esto..
Le mire apenado y agarre su mano.
enrique- Cuanto llevas aqui?
Cogio aire conteniendo el llanto.
- Desde.. los.. 15..
Dijo cerrando los ojos para retener las lagrimas, pero no lo logro y varias cayeron por su mejillas. Las limpie y me abrazo.
Me quede quieto un segundos soprendido, pero finalmente le devolvi al abrazo.

judith -Gracias.

enrique - No tienes que agradecerme nada.
Dije separadola para volver a secar su lagrimas.
Tu- Si, nunca nadie en 5 años me a tratado como tu.
'5 años' repeti en mi cabeza, entonces tan solo tenia 20 años. No quiera imaginar todo los que le habran hecho en estos años, con la de hombres que la habran hecho tener sexo, y cuantas veces le habian castigado por no acatar una orden. Trage saliva para contener el horror que me producia todo.

Me quede mirandola fijamente a los ojos, tenia la mirada perdida, pero el temor habia desaparecido 

Me sentia la peor persona del mundo recordado que desde que nombraron Comandante ella habia sido mi esclava las noches que queria, llevaba tantos meses sin tener sexo que no me preocupe por los sentimientos de ella, luego fue por pura rutina. Hasta ayer que ella se preocupo por mi. Ella se preocupo despues de todo lo malo que le habia hecho.

En Busca Del Amor TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora