Uno

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Caminaba sin rumbo alguno, justo en mitad de la noche. Recuerdo que era viernes trece de octubre cuando todo ocurrió, la noche era fría y a mí alrededor el mundo entero parecía estar totalmente desierto, no puedo evitar sentir algo de temor al oír unas risas maníacas, no tenía la menor idea de donde estaba, solo había oscuridad a mi alrededor, tampoco se encontraba luz alguna que  indicara a donde debía ir, escalofríos recorrian mi espina dorsal, pero sin embargo estaba decidida a ignorarlos, de pronto voces extrañas comenzaron a murmurar a mis espaldas.

Pude notar que mis manos temblaban y al mismo tiempo estaban empapadas de sudor, esa escena era totalmente espelúznate y lo único que deseaba era desaparecer de ese lugar lo más pronto posible, a pesar de estar entrando en pánico algo dentro de mi tenia curiosidad por descubrir de donde provenían esos extraños murmullos, y no fue nada fácil tratar de sacar esa idea de mi cabeza, ¿Debía ir a averiguarlo o intentar seguir con vida?, finalmente decidí echar un vistazo y extrañamente al comenzar mi búsqueda una luz muy brillante se encendió frente a mí, de inmediato intente ajustar mi vista a la poca iluminación, fui acercándome lentamente hasta esa luz misteriosa, al estar tan solo a centímetros de ella me di cuenta de que era un pequeño farol, parecía sacado de una película de caricaturas, mire a su alrededor y justo a su lado había un trozo de papel, en el estaba dibujada una equis dentro de un circulo, estaba dibujada en algo que parecía tinta roja y aún goteaba un poco, me quede observándola un tiempo para tratar de entenderla pero fui interrumpida de inmediato por una voz, esta era muy extraña, era masculina, un poco grave y algo aterradora

- ¿Segura que quieres continuar buscando cariño? Recuerda, la curiosidad mato al gato y esta vez no tendrás siete vidas-

Me estremecí al oír eso, esa voz sonaba muy amenazante y me aterraba, pero no me rendiria de todos modos, alumbre un poco la escena a mi alrededor y pude ver de inmediato muchos árboles, de hecho era lo único que podía ver, así que llegue a la conclusión de que estaba adentrada en un bosque. Comencé a caminar nuevamente y al hacerlo vi otra nota tirada en el suelo, seguí así hasta que ya había reunido cuatro de ellas y me estaba comenzando a asustar.

Cuando pensé que todo estaba un poco más tranquilo las extrañas voces volvieron a murmurar tras mi espalda varias cosas que no lograba entender, en ese momento alguien me empujo dejándome atrapada contra uno de los arboles, voltee lentamente mi cuello hasta sentir algo filoso que chocaba contra el, me cortaba un poco la piel y de pronto todo paso de ser oscuridad a ser la plena luz del día, el cuchillo que traía en mi cuello se había separado un poco dándome la oportunidad de voltear para ver quien seria "Mi asesino" al voltear me encontré con un chico de más o menos mi edad, quizá uno a dos años más, cabello castaño oscuro peinado hacia arriba, vestía con una chaqueta naranja y unos jeans pero además de eso traía puesta una máscara blanca que tenia pintados unos labios y ojos negros, no me importaba quien fuera él, solo sabía que estaba a punto de morir y que no podría evitarlo, algunas lágrimas escaparon de mis ojos rondando así por mis mejillas, él chico me miró fijamente y suspiró

- Mátame de una vez por todas-  Ordene, él retiro cuchillo de mi cuello dejándolo caer al suelo -¿No me mataras?-


- No te mataría, no sería capaz...Rouse- su voz era un poco grave, algo ronca y sonaba muy seductora, tal vez si no hubiera estado a punto de asesinarme lo hubiera considerado Sexy... no tenía idea de cómo sabia mi nombre, jamás lo había visto antes, de pronto como por arte de magia el misterioso chico desapareció de mi vista y todo a mi alrededor paso de ser un bosque a ser una caverna bajo tierra, al voltearme vi de nuevo a aquel ente, ridículamente alto y su piel grisácea, tenía cuernos en su cabeza, ojos y boca rojos, y diversas bocas ubicadas por todo su cuerpo, era simplemente macabro

- Te advertí que no metieras las narices donde no debías, ahora, es la hora de que la curiosidad mate al gato- Su voz era de ultratumba y al pronunciar la última frase esbozo una sonrisa torcida  hacia mí, no tuve tiempo de gritar, para cuando el chasqueo sus dedos una hacha ya volaba hacia mí, solo presenciar con horror cómo esta me volaba la cabeza haciendome caer al suelo.

Grite, Jadee y me agite desesperadamente sobre mi cama, por fin había despertado...estaba bañada en sudor, mi respiración agitada y agradecía infinitamente haber salido viva de esa horrible pesadilla otra vez, mi hermano entro inmediatamente a mi habitación al escuchar los gritos y se sentó junto a mí en la cama.

-¿Estás bien,Rouse?- Me pregunto y pude notar algo de preocupación en su voz-¿Tuviste esa pesadilla de nuevo no es así?- Me limite a asentir rápidamente, el solo me abrazo y me tranquilicé- Ven, debes bajar a desayunar, es tarde- al decir eso salió de inmediato de mi habitación, intente levantarme de la cama pero sentí un dolor muy fuerte en mi pierna derecha, me quite las sabanas de encima y me horrorice al ver un moretón muy grande, pero por ahora tendré que tratar de ocultarlo como siempre.

Hola queridas lectoras (y lectores) esta es una historia a la cual eh dedicado y dedicare mucho tiempo, ya que es especial para mi, siempre quise saber que se siente alegrar a alguien con una historia, como yo me he alegrado con otras, espero les guste mucho esta historia, por favor voten y comenten y si tienen alguna sugerencia para realizar en los siguientes capitulos seran aceptadas y tomadas en cuenta, muchas gracias... disfruten la historia ;) 


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