A los pocos minutos de entrar a mi habitación y recostarme me quede profundamente dormida. Lo peor de todo este caso es que debo ir a la escuela hoy, y sí, me refiero a hoy por que son las tres de la madrugada.
No creo que hayan pasado si quiera dos horas cuando volví a despertar. Estaba sobresaltada y mi respiración era agitada, miraba a todos lados en mi oscura habitación y logre diferenciar una sombra, estaba de espaldas, lentamente se fue volteando hasta quedar totalmente frente a mí. La observé un largo, largo rato hasta que esta finalmente se percató de ello y volteó. Me miró fijamente, allí me di cuenta que esa cosa no era humano, no sabía cómo reaccionar. No me moví, no grite, ni siquiera suspire, solo lo miraba con terror.
Tenía unos melancólicos ojos rojos y una sonrisa tan grande como la del gato de Alicia en el país de las maravillas, se podría decir que simplemente te ponía los pelos de punto al verlo. Solo una sombra, bueno al menos eso parecía, fue acercándose a mí lentamente y tomo mi barbilla en sus manos. Cuando eso sucedió noté que no era solo una sobra, mi habitación estaba completamente rodeada de ellas, tenían formas extrañas, ojos rojos y la mayoría de ellas reían sin parar a todo pulmón, tal vez solo yo era capaz de verlas y oírlas.
Aquélla sombra frente a mí causaba terror en cada pequeño rincón de mi alma, y sin notarlo comencé a sollozar, apretaba mi barbilla más fuerte cada vez hasta no poder soportar el dolor; Comenzaron a susurrar una frase, todas al unísono, cosa que no lograba entender. La sombra que apretaba mi barbilla me miro directamente a los ojos, no despegaba su vista de mí. Sus penetrantes ojos carmesí penetraban hasta las profundidades más recónditas de mi alma, sentía que me quitaba la vida con la mirada, tal y como lo estaba haciendo recitó una y otra vez en medio de susurros la misma frase.
«He Comes»
Mi cordura se rompió y comencé a gritar como nunca antes lo había hecho. Gritaba y gritaba esperando que alguien viniera, pero nada. Sentía como mi garganta se desgarraba con cada grito, dolía, y no encontraba nada más que hacer, solo recuerdo el preciso momento en el que aquella sombra se ponía tenue con la poca luz que se filtraba por mi ventana, pero la última oración salida de su boca se sintió como un golpe sin previo aviso a la realidad
«Prepárate, pues Él ya viene»
Sentí una presión muy dolorosa en mi pecho cuando acabo la frase. Todo se tornó color negro, y no recuerdo nada más de la tormentosa velada.
Desperté a eso de las siete y quince am. Estaba muy agitada y confundida con los borrosos recuerdos de la noche anterior. Aún no lograba comprender si solo fue una pesadilla o todo fue real, no quería salir de casa, no tenía aliento alguno para moverme. Pero por otra parte no quería quedarme un segundo más en la habitación, así que tome ropa limpia de un cajón y me vestí lo más rápido posible, busqué mi bolso y salí de allí.
Era muy temprano aún, las siete treinta y dos para que seamos precisos. Llegue al instituto y para mi desgracia y fortuna nadie llegaba aún, ni siquiera Seth o mi hermano. Me senté en la misma banca solitaria con la mirada perdida, estaba temblando y no precisamente por tener frio. Aún no comprendía todo lo que había ocurrido ayer, era mucho que procesar y no estaba en mi mejor momento.
Mi teléfono sonó sacándome de mis pensamientos y no me sorprendía para nada que fuera Sussan llamando de nuevo, aunque no quería, atendí la llamada.
-¡Rouse!, ¿Dónde demonios estas?- Su tono era de histeria y muy fuerte a la vez, así que alejé un poco el móvil de mi oído
-¿Qué sucede, Sue? – Respondí sin ánimos, sé que Sussan es mi amiga, pero debo admitir que a veces me da mucho miedo
-Caroline no responde su teléfono, pase por su casa pero su madre dijo que no llego a casa anoche. ¡Nadie sabe nada de ella!-
-Relájate Sussan ¿Quieres?, conoces a Caroline, de seguro esta con Alan de nuevo-
-¡No lo entiendes, maldita sea!, tampoco está con él. Lo único que tengo es una carta de Caroline, la encontré hoy a los pies de mi cama, y es lo que más me aterra- Pude escuchar como Sussan tragó saliva, yo comenzaba a tensarme.
-¿Q...Que dice la carta?- Pregunté con temor, oí a Sussan sollozar
-Dice...- Hizo una pausa para calmar su respiración agitada-¿Sabes Sussan?, agradecería mucho si no me estuvieras molestando todo el tiempo. Para de buscarme ¿Entiendes?, Él ya ha venido por mí, y no tomare otra decisión, espero que algún día dejes tu maldita preocupación por todo el mundo, no intentes buscarme, te aseguro que nadie sabrá nada de mí, olvida mi nombre y que alguna vez me conociste, ahora esta es mi nueva vida y agradecería si me dejaras vivirla ¿Okay?...
Att. Caroline Darkings D.Las palabras de Sussan se sentían como una daga, atravesando y destrozando cada pequeña parte de mí en mil pedazos...
Entendía perfectamente la idea de que Caroline nunca tuvo una vida fácil, tuvo muchas faces dolorosas de pequeña, y ahora que tenía dieciocho años ¿Se dio por vencida?, lo único que pasaba por mi mente en este momento era terror y confusión, tal vez me perdí la mayor parte de las cortantes palabras escritas por Caroline, pero me paralicé al escuchar "Él ya ha venido por mí, y no tomare otra decisión", lo único que mi mente logro asimilar, fue el recuerdo de la velada de la noche anterior.
Comencé a sudar frio y casi dejo caer mi teléfono al suelo cuando de pronto tuve esa visión.
«Caroline caminaba a su casa luego de la noche anterior, tan solo a una calle de su llegada cayó desprevenidamente al suelo, comenzaba a moverse desesperadamente luchando por ponerse de pie y en rumbo de nuevo, se retorcía y luchaba por quitarse de encima a... Nadie, no había nadie sobre ella. Tan solo se retorcía de dolor intentando luchar con un enemigo al que no podía ver. Caroline quedo inconsciente a los pocos minutos de su improvisada batalla.
De entre las penumbras del crepúsculo, un chico de máscara azul apenas visible apareció riendo desquiciadamente al ver a Caroline, vestía de negro, y de su máscara goteaba un espeso liquido negro acompañado de la soledad de dos cuencas vacías.
-¡Por fin la tengo!, ven amigo ayúdame- Gritó aquél extraño chico. De pronto otra chico apareció de la nada, este traía unos Googles amarillos y un extraño bozal, pero que gente tan extraña, este cargó a Caroline al "Estilo princesa", mientras el de la máscara azul recitaba algunas palabras a la nada, solo desaparecieron con Caroline en las penumbras del crepúsculo sin dejar rastro alguno.
Dejé caer mi teléfono al suelo, estaba temblando, pero nada pudo prepararme para lo que después sucedió
De pronto comencé a sentir esa mirada pesada en mí, tan solo eran las siete y treinta y cinco am. Y estaba completamente sola
-¿Hola?, Rouse, ¿sigues ahí?... ¡Rouse!-
Escuchaba los gritos de Sussan al otro lado de la línea, no podía moverme, no reaccionaba, solo seguía sentada en la banca sin reflejar movimiento alguno. Entonces fue allí cuando todo comenzó
Unos brazos me tomaron por La espalda haciéndome caer al suelo, todo estaba borroso y cubriendo mi nariz y boca había un pañuelo blanco, de el emanaba un extraño olor, no podía moverme, no tenía fuerzas para luchar, de a poco mis parpados comenzaron a ponerse pesados y con los últimos segundos que tuve de conciencia pude divisar una figura frente a mí, un chico, no tenía idea de quien pudiera ser, su rostro estaba cubierto con una máscara blanca
-Te dije que no sería la última vez que me verías muñequita-
No pude reaccionar, solo sé que luego de escuchar esas palabras, todo se tornó oscuro... no puedo recordar nada más.
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Hola a todos, siento haber tardado en publicar pero aqui estoy de nuevo, no los eh abandonado.
Dejenme sus votos y comentarios me ayudan mucho, espero les este gustando esta historia, se les quiere mucho :)
Pd: Tenemos una nueva portada, les gusta?
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You, My Best Memory
FanfictionA veces no sabemos diferenciar entre sueños o pesadillas, no creo en las pesadillas, más bien creo que son nuestros recuerdos, o quizá alguna pista de nuestro destino, ¿Acaso soñar algún recuerdo podría ser una pista de nuestro futuro? ¿Podría soñar...