𝘾𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙩𝙝𝙧𝙚𝙚 ★

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«You're the only friend I need»

Ribs, Lorde



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Al bajar del avión mi padre y yo intentamos divisar a mi madre y a mis hermanos entre la gente. Pude ver la cabellera rubia de mi madre, además, las voces protestonas de niños pequeños confirmaron mis sospechas. Nos acercamos a ellos. Mi madre regañaba a los mellizos, Sasha y Tristan, mientras que India trataba de no reírse. 

—¡Macki! —chilló Sasha alegré cuando me vio. Mi hermana saltó a mis brazos, seguida de los otros dos, formando un torpe abrazo grupal. 

—¡Te hemos echado de menos! —dijo India, agarrándose a mi cuerpo como podía.

—Y yo a vosotros —les dije entre risas, tratando de liberarme de ellos—. Soltadme ya, parecéis monos. 

Me acerqué a mi madre, quién me abrazó y besó mi frente. 

—Cariño, mírate, y no ha pasado tanto tiempo —acarició mi pelo con cariño mientras me analizaba—. Hasta pareces más alta. 

Reí negando con la cabeza. 

—Mamá, no seas dramática, soy la misma de siempre. 

Mi madre negó. Sabía que lo de quejarme sola en Vancouver no le gustaba, pero la decisión ya estaba tomada. 

—Por cierto —habló mi padre—, tenemos una sorpresa para ti. 

Detrás de él estaba Shay, que me miraba sonriente. 

—¡Sorpresa! —dijo levantando los brazos, agitándolos con emoción.

Abracé a la rubia con fuerza. Llevábamos como... ¿5 meses sin vernos? Muchas cosas pasaban en tanto tiempo, y no era lo mismo hablar por videollamada que contárnoslo en persona. 

—Bueno, siento interrumpir —dijo mi padre, arruinando el momento—, pero deberíamos irnos. 

Entrelacé mi brazo con el de Shay y seguimos a mi madre hasta el taxi, el equipaje estaba controlado. 

No hablamos en todo el camino. No por nada, solo porque mi madre es un poco —bastante— chismosa y siempre trataba de enterarse de muestras cosas. Al llegar al hotel, Shay y yo corrimos a la habitación —que obviamente compartiríamos— y nos tiramos de plancha a la cama, preparadas para ponernos al día. 

—Vale, primero de todo —habló Shay, emocionada—, me encanta como te queda el pelo largo. 

Yo acaricié las puntas de mi pelo con una sonrisa. 

—Pero bueno, vamos a lo importante —Shay se sentó frente a mi y abrazó una almohada—. Háblame del rubio.

Yo bufé. 

—Shay, lo he visto dos veces. 

—¿Y?

—¿Y? —repetí, incrédula. 

—Háblame de él —insistió—. ¿Es guapo? Parecía guapo en la foto, ¿en persona también? ¿Cómo huele? 

—De acuerdo, para —pedí, agitando mis brazos frente a ella—. Sí, es guapo. Y sí, huele bien. ¿Feliz? 

En la cara de la rubia se formó una sonrisa maliciosa. 

—Con que es guapo, ¿eh? —dijo subiendo y bajando las cejas. 

★ 𝙎𝙩𝙖𝙧𝙜𝙞𝙧𝙡, 𝙒𝙖𝙡𝙠𝙚𝙧 𝙎𝙘𝙤𝙗𝙚𝙡𝙡 ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora