Saving Prince Harry

xix

—¿Entonces Meghan y tu ya terminaron? —preguntó la Duquesa cerrando el portafolio frente a ella. Harry asintió levemente mientras terminaba de firmar unas hojas de la fundación que compartía con su cuñada y hermano— ¿La Reina lo sabe?

—No precisamente —admitió levantando la mirada hacia Kate.

—¿A que te refieres? —el tono de confusión en la Duquesa era evidente, sabía perfectamente que con alguien como La Reina no se podía andar con rodeos aun cuando se tratara de sus nietos.

—Sabe que no estaba yo de acuerdo con seguir la relación, no he hablado con ella para confirmarle que he terminado todo con Meghan.

—¿Podemos regresar al trabajo por favor? —bufó el Duque con la cabeza recargada sobre una de sus manos, llevaba mas de cinco minutos intentando leer un documento pero el cotilleo entre su esposa y Harry no le permitían concentrarse.

—William esto es importante.

—¿Y la salud mental no lo es? —le recrimino a Kate mirándola de soslayo.

—Precisamente, lo es. Y por eso es que es necesario hablar de un tema tan importante para la vida de tu hermano. 

Harry no pudo contener la risa que se le escapó tras ver como su cuñada hábilmente lograba relacionar y justificar su conversación.

—Aún mejor sería hacer algo al respecto —colocó sus manos sobre la mesa viendo a su hermano con una mirada retadora— ¿por qué no invitas a tu chica al evento de mañana?

—¡¿Estas loco?! —respondió extrañado por el comentario del Duque— Tiene apenas dos días que termine mi relación, no puedo mostrarme en publico con Emma la comerían viva.

—No, no... no es una mala idea —le corrigió su cuñada— no tienes que tratarla como tu pareja, invítala y podemos hacerla pasar como miembro del staff. Puede tener una pequeña probadita de como es la vida en este mundo y pasan tiempo juntos.

Los tres se quedaron urdiendo cautelosamente el plan de como manejarían la presencia de la mexicana en el evento, conocían perfectamente la clase de consecuencias que se podían desarrollar si algo de les salía de las manos.

Mas tarde ese día el Príncipe llamó a Emma proponiéndole la "maravillosa" idea que se les había ocurrido, como si de un vendedor se tratara, no la dejo hablar hasta que le explico cada pequeño detalle. La realidad de la castaña era que pasar un día con Harry le sonaba fantástico pero pasar un día con Harry rodeados de personas y fingiendo frente a las cámaras le parecía problemático, sin embargo su mejor juicio no ganó en el debate y acepto la invitación. Al colgar la invadió la inseguridad peleándose con la emoción