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Se dispersaron en búsqueda de Emma, y no era que las Manners fueran malvadas sino que podían ser mas alocadas de lo normal y Melissa era conocida en su círculo por ser muy manipuladora, así que esa combinación podía llegar a ser contraproducente para alguien nuevo, y sobretodo si era presentada ante la ex esposa como la nueva novia.
Mientras la buscaban, Emma intentaba mantener una conversación más o menos respetuosa con las hermanas Manners y Melissa.

No te emociones tanto, seguro te dejará por otra, cariño —comentó Melissa a Emma, bajo la premisa que el periódico había puesto en sus páginas — Podríamos suponer que eres como... su juguete nuevo—sonrió falsamente dándole un trago al martini que tenía en sus manos, mientras que las hermanas se miraban entre sí debatiendo si alejar a Melissa o no.

— ¿Será por qué su juguete anterior ya estaba muy gastado? —respondió Emma a la rubia frente a ella, quien casi escupe lo que tenía en la boca— Si me disculpan señoritas, necesito ir al tocador.

Emma no tenía ni la menor idea de donde estaban los baños pero sabía que tenía que alejarse de ese grupo, abrió una de las puertas que la llevó a uno de los tantos pasillos del castillo. Harry que la había visto a lo lejos la siguió con la mirada para poder ir tras de ella en dirección a donde se había ido. De reojo pudo observar que Melissa parecía molesta mientras que las hermanas Manners parecían consolarla de mala gana, sin embargo mientras seguía caminando algunos conocidos lo detenían para saludarlo y no queriendo parecer descortés se detenía con ellos.

Decidida a tener un momento a solas, Emma abrió la primera puerta enorme a la derecha, no obstante la cerró de nuevo sin esperar más de 3 segundos al ver a una pareja teniendo relaciones. ¿Como era posible que no se molestasen si quiera en ponerle cerrojo a la puerta? Pensaba mientras se dirigía hacia la segunda puerta cercana a ella, esta vez antes de abrirla acercó su oído para escuchar si había alguien adentro, y efectivamente una serie de sonidos extraños provenian de la habitación; por lo que decidió caminar un poco más en el pasillo, pensando que el más alejado estaría libre de encuentros sexuales.

La cuarta puesta y más alejada fue donde tuvo la razón, la habitación estaba vacía, parecía ser una recámara de huéspedes. Cerró la puerta detrás de ella y sin prender la luz camino hasta el gigantesco ventanal que permitía a las luces del jardín iluminar levemente la habitación. Desde ahí podía ver el desastre que la gente de la fiesta provocaba, Emma había asistido a fiestas con anterioridad pero nunca en un castillo, la habitación incluso tenía su propia chimenea.

Cuando Harry al fin llego al mismo pasillo que Emma maldijo al ver la cantidad de puertas. Abrió la primera y vio exactamente lo mismo que ella, sacudió la cabeza intentando olvidar lo que había visto, abrió la segunda puerta y se volvió a encontrar con lo mismo, la cerró y antes de abrir la tercera puerta una chica salió de ella acomodándose el vestido y dándole una sonrisa al príncipe.

Se acercó a la cuarta puerta y antes de abrirla pensó: — Por favor, ma. Que esté aquí.

La nueva luz que entraba por la puerta abierta hizo que Harry la reconociera incluso de espaldas, Emma volteó dándole la espalda al ventanal por el que miraba antes y ambos se sonrieron.

Wow—  fue lo único que Harry pudo decir al verla, cerró la puerta con seguro y caminó hasta ella — Te ves... wow—volvió a repetir.

Emma permanecía parada en el mismo lugar, Harry se acercó hasta estar a unos pocos centímetros, con sus dedos rozó el brazo de la chica subiendo por su hombro descubierto hasta detenerse en su cuello mientras ella seguía con la mirada cada movimiento.

Cuando la vio de frente el príncipe pensó que tenía que ser la mujer mas hermosa que haya visto, el encaje del traje que abrazaba su piel de manera tan perfecta le hacía sentir envidia de esa delicada tela. Nunca antes le había pasado que una mujer lo dejase sin palabras, pero ahí estaba sin poder emitir una sola que fuese lógica, como si su cerebro primitivo le hubiese ganado al racional.

Saving Prince HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora