iii (1ª parte)

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Llegue a la casa que debía mostrar, convenientemente media hora antes que los probables compradores. La única información que tuve fue que el comprador era hombre y lo acompañaría su secretario personal, este último había sugerido el uso de la inmobiliaria en que trabajo para la nueva adquisición del comprador.

Prepare lo usual, algunos aperitivos y unas bebidas, la casa era bastante grande por lo que llevaría bastante tiempo, aunque siendo más específica es una mansión. Dispuse los papeles de información sobre la mesa de centro de una de las salas y me senté a esperar.

De pronto mi celular vibro dentro del bolsillo de mi blazer.

Valentina Del Vecchio

¿Ya llegó tu comprador misterioso? 👀

Su mensaje me hizo reír, ella parecía más emocionada.

No, estoy muy nerviosa ¡ayuda! 😭.

Valentina Del Vecchio

Eres una Del Vecchio honoraria, y nosotros no nos dejamos intimidar por nadie 💁🏼.
Vas a mostrar ante tu comprador la mejor versión de ti, así fuese la mismísima Reina Victoria salida de su sagrado y real féretro. Mucha mierda 💋.

Más que hacerme sentir segura, las palabras de Valentina me hicieron reír a carcajadas.Escuche dos automóviles estacionarse frente a la mansión, me apresuré a guardar el celular en mi bolsillo y caminar hacia la entrada. Alise lo más que pude el vestido Chanel que Valentina me había prestado, acomode el blazer que me hacía ver más ejecutiva y revise mi cabello antes de abrir la puerta.

—Bienvenidos a la Mansión Foscote —recibí a los dos hombres que ahora se encontraban del otro lado de la puerta —. Pasen por favor. —los dos entraron, el primero un poco más bajo, pelirrojo y unas gafas; el segundo llevaba unas gafas oscuras igual, era pelirrojo también  y más alto. Antes de cerrar la puerta pude observar que unos hombres de traje negro se quedaron afuera, supuse eran los guardaespaldas. Realmente era alguien importante.

El pelirrojo más alto ladeó la cabeza solo un poco antes de hablar:— Tenia entendido que nos recibiría Robert Clifford.

— Una disculpa por eso, tuvo una urgencia familiar y no pudo venir, pero en su lugar estoy aquí. Mi nombre es Emma Maturana, cualquier duda que tengan sobre el terreno o la casa, yo se las puedo resolver —sonreí ampliamente esperando transmitirles la confianza necesaria para quedarse.

Robert me hablo maravillas sobre usted, espero que el día de hoy resulte favorable para todos —sonrió de la misma manera en que lo hice, hablaba de manera muy propia, para nada a lo que estaba acostumbrada a escuchar. — Soy Mark Dyer, un placer señorita Emma, y mi acompañante es el interesado en esta residencia.

Entonces, ¿les parece si empezamos? —sugerí, ambos caballeros asintieron, por lo que comencé a caminar a los largo de la mansión explicándoles un poco, con ellos justo detrás mío. — La mansión Foscote cuenta con siete habitaciones, 5 baños y 6 salas o recepciones. Además es de considerable importancia histórica, fue construida a mitad del siglo XVII y aproximadamente en el siglo XIX se le añadieron algunos detalles finales. La mansión ha sido completamente restaurada para adaptarse a sus diferentes posibles habitantes.

Continuamos la demostración de la casa, todas sus habitaciones, baños, salas, y sus tres casas de campo, al igual que sus jardines, torre, cancha de tenis y clásico jardín de rosas. El señor de nombre Mark hacía comentarios a su acompañante mientras que él solo respondía en ocasiones. Terminamos el recorrido en la sala principal, donde les ofrecí algo de tomar. Una vez sentados, les explique las formas de pago, escrituras, y demás dudas que tenían, sin embargo el tono de llamada de un celular me hizo detenerme, por un momento entre en pánico pensando que podría ser el mío, pero me alivie al ver al pelirrojo más joven levantarse y alejarse.

Espero que la mansión haya sido de su agrado. Es hermosa y sus vecinos son pocos además de muy amables —sonreí ligeramente, moviendo un lapicero en mi mano, intentado ocultar mis nervios.

Hasta donde se, a Harry le ha encantado —tras decir eso, pude ver que el señor se puso algo tenso. Ahora que lo pensaba era la primera vez que mencionaba el nombre de su acompañante.

El chico regreso de donde sea hubiese estado hablando por teléfono, pero esta vez cuando lo vi sus lentes oscuros ahora se encontraban en su mano. — Lo siento, tuve que atender la llamada.

Era Harry, si. Era el Príncipe Harry, estaba como en shock, tarde alrededor de cinco segundos en reaccionar, me levante de mi lugar e intente hacer mi mejor imitación de una reverencia. — Su Alteza R...

No, no —hizo un además con sus manos, como pidiendo que no lo hiciera. — No es necesario, esto no es algo formal. Nada de reverencias. —inmediatamente me sentí avergonzada, podía sentir mis mejillas calientes y el estómago revuelto. —La mansión me ha podido fascinar, muchas gracias por su tiempo señorita Emma, Mark o alguien de mi equipo se estará comunicando con usted para cerrar el trato en la semana —extendió su mano en busca la mía para despedirse con un apretón, el señor Mark hizo lo mismo y ambos salieron por la puerta por la que habían entrado.

Saving Prince HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora