capitulo 6 - la masacre y el plan de bofoi

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Saitama y Genos se encontraban en el tren, viajando hacia el próximo pueblo donde les esperaba una nueva misión. Ambos estaban tranquilos, acostumbrados a este tipo de encargos, pero también curiosos por descubrir qué desafío les aguardaba esta vez.

Saitama, recostado en su asiento, miraba con su típica expresión inexpresiva, mientras Genos revisaba detenidamente el archivo de la misión.

Saitama: Oye, Genos, ¿qué te dijeron sobre los pilares para ir a un pueblo distante?

Genos: Según la información que nos dieron, los seres que estamos a punto de enfrentar no son demonios convencionales. Sino varias criaturas muy diferentes, con habilidades únicas y peligrosas parecias a los kaijin de nuestro mundo.

Saitama: Bueno, esto parece interesante. Aunque, sinceramente, dudo que me brinde un desafío real.

El tren llegó finalmente a su destino, y Saitama y Genos se dirigieron hacia el pueblo que debían proteger. Al entrar en el refugio designado para la reunión con los sobrevivientes, fueron recibidos por un grupo de personas cansadas y preocupadas.

Sobreviviente: ¿Ustedes son los cazadores que nos envia...?

Saitama: Sí, somos nosotros. ¿ nos podria decir lo que sucedio exactamente en su pueblo?.

Sobreviviente: Estas criaturas... ¡son auténticas pesadillas manifestadas! Monstruos inhumanos, demonios despiadados que asolaron nuestra aldea con una furia incontenible, dejando tras de sí solo ruinas y almas perdidas. Los valientes guerreros de nuestra comunidad sucumbieron ante sus habilidades desconcertantes, incapaces de hacerles frente a su malicia.. ¡Sus ojos, oh, sus ojos son portales a la misma oscuridad! No hay esperanza en su mirada, solo desesperación y aniquilación. Imploro fervientemente su ayuda para enfrentar y erradicar esta inminente amenaza.

genos: ¿Puedes decirme cuántos de estos monstruos han sido avistados en total?

Sobreviviente: Lo siento, cazador. Es difícil decirlo con certeza. Parecían estar en todas partes, como una marea oscura que envolvía nuestro pueblo. Quizás... cientos, tal vez más.

Genos: Entiendo. La magnitud del problema es clara. Pero no te preocupes yo y mi sensei  pondremos fin a esta amenaza.

sobreviviente: gracias cazadores.

Saitama: Bueno, entonces será mejor que nos pongamos manos a la obra. Genos, vamos a dar un paseo por los alrededores del pueblo y ver si podemos encontrar a las criaturas.

Genos: si, sensei.

Saitama y Genos avanzaban a gran velocidad mientras se dirigían hacia una de las aldeas devastadas. A medida que se acercaban, el penetrante olor a quemado se intensificaba, indicando que estaban cerca de su destino.

Los dos héroes se adentraron en las ruinas de la aldea, examinando cuidadosamente cada rincón en busca de cualquier indicio de lo que podría haber causado la devastación. Genos, con su avanzada tecnología, fue capaz de detectar señales de movimiento que los llevaron hasta una cueva cercana.

Genos: "Sensei, parece que estamos cerca. Mi detector de movimiento ha detectado actividad en esta cueva".

Saitama: De acuerdo. Vamos a ver qué encontramos.

Adentrándose en la oscuridad de la cueva, el olor a descomposición se hizo aún más intenso, que incluso Saitama dudó de taparse la nariz mientras avanzaban. De repente, en la penumbra de la cueva, aparecieron dos lobos kaijin, con sus afiladas garras y dentaduras listas para el ataque. Sin perder tiempo, los lobos se abalanzaron hacia Saitama y Genos, preparados para desatar su furia. Genos actuó rápidamente, desatando una ráfaga de incineración hacia uno de los lobos. Sin embargo, el lobo logró resistir el impacto y contraatacó con ferocidad, rompiendo el antebrazo de Genos con sus potentes mandíbulas. Antes de que pudiera seguir atacando, Saitama intervino, lanzando un golpe directo que mandó a los dos lobos kaijin volando hacia las paredes de la cueva, rompiendo la pared a su paso. Saitama con preocupación le dio una mano a levantar a Genos.

Saitama: ¿Estás bien, Genos? ¿Puedes seguir adelante?.

Genos: Sí, sensei. Solo mi antebrazo fue dañado, pero puedo seguir en pie.

Sin embargo, antes de que pudieran recuperarse por completo, los dos lobos kaijin emergieron nuevamente de entre los escombros ilesos del golpe y se preparaban para un nuevo ataque, mostrando sus afiladas garras y dientes. Saitama dio unos pasos en adelante como si estuviera listo para enfrentarlos.

Saitama: Genos, retírate de la cueva. No puedo garantizar tu seguridad si seguimos luchando aquí.

Genos asintió, comprendiendo la gravedad de la situación. Sabía que no podía hacer mucho se retiró de la cueva. El primer lobo kaijin, aprovechando la distracción, se lanzó sobre Saitama con feroces mordeduras, tratando desesperadamente de derribarlo. Sin embargo, Saitama permaneció imperturbable, recibiendo los ataques sin mostrar ni el más mínimo signo de esfuerzo.

Saitama: (con calma) ¿Eso es todo lo que tienes?.

El lobo, frustrado por la aparente invulnerabilidad de su oponente, redobló sus esfuerzos, lanzando una serie de embestidas aún más salvajes. Sin embargo, cada golpe era recibido con la misma indiferencia por parte de Saitama.

Saitama: (con un suspiro) Esto ya se está volviendo aburrido.

Con un movimiento ágil, Saitama esquivó hábilmente los ataques del lobo y, en un abrir y cerrar de ojos, se encontró detrás de él, agarrándolo por la cola y girándolo en el aire como si fuera un juguete. Con un simple movimiento, lanzó al lobo hacia el otro extremo de la cueva, donde se estrelló con fuerza contra la pared, quedando muy herido del combate.

Saitama: (dirigiéndose al segundo lobo) Bien, ¿quién sigue?.

El segundo lobo, al ver la derrota de su compañero, sintió en sus instintos que estaba en peligro al enfrentar a este oponente, retrocedió unos pasos, chillando y mostrando signos de temor por primera vez hacia su oponente y Saitama al ver los ojos del kaijin el temor y miedo presentido que no era los responsable de ataque de la aldea.

Saitama: Supongo que ya has tenido suficiente, vete o sino me arrepentiré de hacerlo.


El lobo, reconociendo las palabras de Saitama y sintiendo la amenaza en su voz, retrocedió lentamente y ayudó a su compañero herido hacia las sombras de la cueva, desapareciendo en la oscuridad. Saitama volvió hacia donde había dejado a Genos y se aseguró de que estuviera a salvo antes de comenzar a salir de la cueva, dejando atrás a los lobos derrotados.
Genos: (llegando junto a Saitama) ¿Estás bien, sensei?.

Saitama:  Sí, todo bajo control.

Saitama y Genos avanzaron más por los túneles subterráneos, adentrándose en lo desconocido. La tenue luz que penetraba por las grietas de las rocas apenas iluminaba su camino, pero seguían adelante con determinación. De repente, tropezaron con lo que parecía ser un bunker abandonado. Intrigados, decidieron explorar más a fondo.
Al adentrarse en el interior del bunker, quedaron impactados al descubrir un laboratorio oculto. Cápsulas alineadas en fila contenían a seres inconscientes, una extraña mezcla entre humanos y kaijin. Las partes humanas de sus cuerpos estaban fusionadas con partes de los monstruos, dando como resultado una visión perturbadora.

Saitama: (murmurando) ¿Qué es todo esto?.

Genos: Parece que están experimentando con la fusión de humanos y kaijin. Es algo.... inhumano.

Antes de que pudieran examinar más de cerca, escucharon el sonido de alerta de intrusos. De repente, varios androides emergieron de las sombras, armados hasta los dientes y listos para luchar. Detrás de ellos, se alineaban varios kaijin, preparados para enfrentarse a los intrusos.

Saitama: ¡Genos, parece que tenemos trabajo por hacer!

Genos: Sí, sensei. Parece que estos androides y kaijins están buscando problemas.

Saitama: Bueno, vamos a terminar esto rápido. quiero irme a descansar.

Los androides ahora con sus armas apuntando hacia Saitama y Genos, mientras que los kaijin adoptaban una postura agresiva, preparados para atacar en cualquier momento.
Saitama y Genos intercambiaron una mirada rápida, comunicándose sin necesidad de palabras, listos para enfrentar esta nueva amenaza.

saitama y genos caia en  kimetsu no yaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora