Y justo cuando iba a irse del lugar el gemido doloroso lo alertó de sobremanera, abriendo la puerta de la casa de Kaeya sin esperar recibir permiso, encontrándolo rodeado por su propia ropa, un nido, con su ropa, ahora entendía porque la tenía, reveló otra de las mentiras de Kaeya para mantenerlo alejado, ahora entendió las palabras de Jean, de Adelinde, ahora sabía porque le dijeron que era el único que podia ayudar a Kaeya.
No pienses en eso, nuestro omega esta sufriendo
Le recordó su alfa, el pelirrojo sabía lo posesivos que pueden llegar a ser los omegas, sobre todo cuando tienen un nido formado a su alrededor, por lo que con cautela cerró la puerta y sacó sus botas dejandolas a un lado, seguía echo un desastre, totalmente igual a horas atrás por lo que dedujo al segundo que Kaeya nada más despertar lo hizo con una segunda ola de calor.
-Kae.. -llamó en un susurro acercandose al nido pero deteniendose a escasos centímetros.
El mencionado levantó la cabeza, gruñendo enseguida al verle tan cerca, pero al instante pasó a un estado de sumisión completo, cuando el fuerte aroma de Diluc se adentró en sus fosas nasales.
-Alfa.. -jadeó gateando hasta él.
-¿Me dejas entrar? -preguntó sutil refiriendose al nido formado donde se encontraba el menor, quien asintió sin dudarlo, asi que sin esperar un segundo entró sentandose junto a él y de inmediato sintió como el omega se tiró encima suya quedando a horcajadas sobre él, tan necesitado se balanceo sobre él sintiendo la semiereccion del alfa.
Y finalmente besos hambrientos, desordenados y necesitados fueron los que iniciaron aquel encuentro. Diluc posando sus manos en las caderas ardientes del contrario, invirtiendo posiciones deshaciendose de la ropa del menor en segundos la cual se encontraba sudorosa y pegajosa, tocaba todo a su pasoz recorriendo las curvas del omega con devoción. Se separó de su boca para descender a su cuello y devorarlo, besando cada centímetro hasta sus clavículas y siguio bajando repartiendo besos hasta que funalmente llegó a sus muslos.
Diluc parecía tener una pequeña fijación con ellos. Los acarició con delicadeza para luego comenzar un recorrido de besos en cada uno, mordía y succionaba levemente para dejar marcas que amaría ver si el omega se lo permitía de nuevo.
-Alfa.. no quiero que duela.. porfavor.. -gemidos quejumbrosos salieron de su boca mientras se frotaba contra el mayor quien comenzaba a perderse en el dulce aroma del moreno.
-No dolerá, amor. Te tengo.
Mientras repetía el proceso con su otro muslo, se aventuró con su dedo hacia la entrada del menor y tanteó con cuidado. Se topó enseguida con el abundante lubricante y eso lo hizo gruñir. Introdujo su índice y la facilidad con la que se deslizó lo excitó de sobremanera. Lo preparo por unos minutos y cuando su boca subió hasta su entrepierna, no dudo de su siguiente movimiento.
-No sé porque me tardé tanto en follarte omega. -dijo el alfa con voz ronca.
Kaeya estaba demasiado concentrado en la sensación de calor, en cómo su dedo se movía dentro y fuera de él, lo siguiente que sintio fue como la boca de Diluc se envolvía alrededor de su miembro.
-Oh, arcontes. -gimió alto.
Diluc movía su cabeza de arriba hacía abajo, introduciéndolo todo de vez en cuando para gozar de los espasmos que recorrían el cuerpo del omega succionaba con vehemencia y ahuecaba sus mejillas, deleitandose con su sabor.
Observo a Kaeya queriendo tapar su mano con una mano, lo detuvo inmediatamente.
-No, quiero escucharte.
-P-pero soy muy ruidoso...
Diluc lo miro desde su posición y le sonrió con picardía.
-No importa en absoluto, Kae, no te avergüences.
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Healing Wounds [Luckae]
RomanceY a pesar de que sus ojos eran estrellados en un mar de oscuridad, cada vez que lo miraba, brillaba como la luna misma, mi luna.