Innocent | Jenlisa

Capítulo 32

Obligación

El silencio fue la única respuesta que tuvo la omega. Lisa ni siquiera parecía haberla escuchado pero Jennie sabía que lo había hecho, la postura de la alfa la delataba, el cómo se tensaba contra su cuerpo mientras apretaba la mandíbula. 

ㅡPark tiene razón, no puedo caminar por mi cuenta y ninguna de las dos está en condiciones para llevarme ㅡsusurró Jennieㅡ Lisa quiero que me dejes aquí con Chanyeol, necesito que lo dejes terminar conmigo antes de que llegue la policía. 

Silencio, igual que la calma antes de la tormenta. 

ㅡNo. 

Esa fue la única respuesta que salió por los labios de la pelinegra pero no se necesito más, Jennie podía sentir a la alfa temblando de pies a cabeza, intentando contener su rabia. 

ㅡLisa ㅡllamó la omega y frunció el ceño al notar lo débil que su propio cuerpo se encontraba, el como le costaba tan solo hablar ㅡEsto es lo mejor para... 

ㅡDije que no, Jennie ㅡinterrumpió la alfaㅡ Ni siquiera vuelvas a repetir algo como eso, yo no te abandonaré aquí. 

Los ojos de la omega se llenaron de lágrimas, su instinto la obligaba a obedecer, a callar el pedido pero no podía, no iba a dejar que más gente terminará herida por su culpa así que sin atreverse a mirar a su amada a los ojos lo confesó:

ㅡAlfa, no creo que lo logré ㅡsusurro y en cuanto dijo esas palabras que sabía que era cierto, lo podía sentir en cada parte de su cuerpo. Sentía la mordedura quemar como hierro hirviendo contra su piel y al igual que un veneno provocaba una sensación de ardor que se expandía por todo su cuerpo, causándole pequeños espasmos y dolorosas punzadasㅡ Lisa tengo mucho miedo. 

Todo enojo fue drenado del rostro de la nombrada, siendo reemplazado por algo mucho peor. 

ㅡNo debes ㅡsiseo y las lágrimas empañaron sus ojosㅡ  Bebé, prometí que nunca dejaría que algo malo te pase ㅡrecordó, besando la frente de la omegaㅡ Estaremos bien. 

Pero la sonrisa triste que la omega le dedicó demostraba que no creía ni un poco en sus palabras. 

ㅡCreo que las dos sabemos que hay promesas que no pueden ser cumplidas, sin importar cuánto lo intentemos. 

ㅡMe niego a pensar aquello y tú también deberías ㅡexclamó Lisa y cerró los ojos, cerró los ojos porque no quería ver el dolor en la mirada de su amada, no quería ver a la muerte pasar por estosㅡ Aun me debes esa cita en el café, ¿recuerdas? Mi amor, aún ni siquiera te llevo a conocer el mundo. 

La castaña casi suelta una risita. 

ㅡ¿Qué necesidad tengo de conocer el mundo si tú ya me has mostrado el universo? ㅡPreguntó, acariciando con las manos temblorosas la mejilla de la pelinegra, manchando sin querer con su propia sangre los pómulos de la menorㅡ Pintaste de colores este lugar y ni siquiera se como agradecer eso.                     

Lisa sintió sus labios temblar.

ㅡNo lo hagas sonar como si esto fue una despedida porque no lo es ㅡsusurró, abrazando con mayor insistencia el cuerpo de la omega, posando su frente contra la de la mayorㅡ No puedes dejarme, ni ahora ni nunca. 

Los ojos de la castaña se cristalizaron, nunca se había sentido tan frágil y vulnerable. 

Tenía tanto frío. 

¿Este era el fin? ¿Aquí terminaba aquella triste historia de amor? 

ㅡDebes irte ㅡrepitió lo que ya había dichoㅡ No lo lograre pero tu debes huir antes que los alfas que trajo Chanyeol despierten y llamen a la policía.