Innocent | Jenlisa

Capítulo 37

Debilidad

Jennie no se alteró al momento que la sacaron de la cama, no reclamo cuando la bañaron, tampoco se quejó cuando le fregaron la espalda con jabón y a pesar que las heridas dolieran intento no pensar en ellas cuando otra omega ㅡ está menos amable y conversadora que Hwasa ㅡ la obligó a secarse.  

Se volvió a mirar en el espejo, noto que esta vez no hubo joyería alguna en su cuerpo pero sus uñas volvieron a ser pintadas de rosado, su cuerpo fue untado con cremas para parecer aún más saludable y un maquillaje suave adorno su rostro, labios rojos tal cerezas y los ojos con sombras rosa pálido, como los pétalos de rosa que saludaban al sol por las mañanas. 

La omega la ayudó a ponerse la bata negra, dándose cuenta del estado de Jennie.  

ㅡYa es hora ㅡdijo y debió notar como eso alteró a la omega ya que agregó:ㅡ Respira, no tienes porque preocuparte de no tener clientela, eres completamente hermosa, la gente pujara por ti. 

El rostro de la castaña perdió color, sorprendida de la forma en la que la chica malinterpretó su nerviosismo.  

ㅡGracias por ayudarme ㅡsusurro Jennie pero el rostro de la mujer se oscureció.  

ㅡNo me agradezcas, lo que único que digo es la verdad y con esto va una advertencia ㅡafirmó, poniendo intencionalmente su mano contra la espalda herida de la menorㅡ No intentes hacerte la interesante con los alfas poderosos porque si me entero que me has quitado tan solo un cliente te ira muy mal, ¿esta claro?  

Y presiono, con fuerza y ​​sin piedad.  

ㅡEstá claro ㅡdijo con rapidez la castaña, tratando de reprimir un jadeo de dolor. La chica se separó.  

ㅡMe alegro.

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Las pestañas de Jennie revolotearon, nerviosas. 

Nunca había visto tanta gente en una sola habitación y el tener una niñez completamente apartada de la sociedad le estaba pasando la cuenta por lo que no pudo evitar alterarse al notar tantos ojos mirándola, tantas manos señalándola, juzgándola con crítica, viendo cuánto valía una noche con ella.                                 

Estaba sentada sobre un pedestal, al igual que las demás omegas en la sala, siendo expuesta frente a todas aquellas personas como si ella fuera una pintura muy curiosa dentro de aquella retorcida exposición de arte.  

ㅡEs un producto bastante bello ㅡreconoció un alfa cuando un numeroso grupo se unió para ver a la de cabellos castañoㅡ Aunque se ve algo asustada, ¿estás bien, muñeca? Tranquila, no mordemos... ㅡSonrió juguetónㅡ O al menos no tanto.  

Los otros acompañantes rieron y Jennie bajó la cabeza, avergonzada.  

A ellos les gusto ese gesto y de una forma también les sorprendió, estaban tan acostumbrados a las omegas corrompidas que les extacio el notar que esta, a pesar de ya no ser una niña, lucía de lo más inocente y recatada, sin parecer actuar su clara debilidad y miedo.  

ㅡ¿Estás segura que la chica no es virgen? ㅡpregunto esta vez un beta, escrutando de manera descarada a la menor.  

ㅡNo lo es pero como notan si lo parece ㅡhabló el seleccionador, complacido de la atención que estaba recibiendo la omegaㅡ Estuvo libre toda su vida, recién hace pocos días la trajeron aquí... ella vivía en el bosque, oculta.  

Los espectadores volvieron a alterar de manera positiva ante la breve historia, Jennie resultaba ser aún más interesante ahora.

ㅡPero basta de charla que la venta ya va a empezar ㅡexclamó el hombreㅡ Si gustan, pasen a la sala y podemos comenzar.