Capítulo 42

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Grandeza

ㅡDespierta.

Los ojos de Lisa se abrieron de repente, casi sin quererlo y tampoco recordando en primer lugar cuando fue que los había cerrado.

Intentó levantarse pero no podía, estaba con el torso desnudo con solo un top deportivo y lastimada, encerrada en esa celda, con grilletes sobre su cuello y muñecas, que ni siquiera la dejaban respirar de manera correcta.

ㅡLos guardias dicen que te entregaste, que te auto-nombraste como la culpable de sacar al delta en el seleccionado y por lo mismo eres la asesina de todos aquellos alfas y betas que murieron ㅡsusurro la misma voz, en un tono frío y despectivo pero a la vez aburrido, como si estar aquí fuera tiempo perdidoㅡ Y luego dicen que gracias a los análisis de sangre se a comprobado que eres mi hija, ¿cómo es eso posible?

El pulso de la menor se aceleró, mirando por primera vez a quien era su padre de sangre sin poder ocultar el asco y el desagrado.

Malee no era diferente a los miles de retratos que se encuentra con su rostro a lo largo de Corea y a Lisa le enfermaba el parecido que ambos tenían, era como ver a un espejo, tal vez de unos cuarenta años, con el rostro aún más definido y ojos tal mármol frió, sentado en su trono de hielo como un rey enfrentando a un insignificante insecto.

Claramente el insecto era Lisa.

ㅡMi madre fue una omega, por la misma que encerraste a Darika en el manicomio ㅡhablo, casi como si algo le arrancara la verdad de la bocaㅡ Ella está muerta y yo no libere al delta, lo dije tan solo para ser traída ante ti, aunque nunca pensé que lo hicieran de manera tan política ㅡafirmó con un deje de ironía.

El Hushuan frunció el ceño con desagrado. No le convenía para nada aquello, menos ahora que ya se había firmado el título que garantiza a los Manobal como los nuevos y permanentes emperadores de Corea, dejando su legado garantizado.

ㅡ¿Y que esperabas con entregarte? ㅡpregunto de manera fuerte y claraㅡ ¿Quieres mi dinero? Porque mi apellido no se te será dado, no permitiré que una bastarda lo ensucie...

ㅡQuiero irme de aquí ㅡinterrumpió Lisa, demostrando que a pesar de estar encerrada no se dejaría intimidar, no cuando tenía tantas razones para lucharㅡ Dame un avión, sin preguntar ni investigar, nos sacaras a mí ya mi familia de Corea.

Esta vez sí mostró interés, balanceando su cabeza a un lado, en un gesto divertido.

ㅡPequeña bastarda arrogante ㅡinsulto sin rabiaㅡ ¿Qué te hace pensar que te haré ese favor?

La menor ni siquiera se inmuto, mirando los ojos del otro sin vacilar.

ㅡPorque si no lo haces te expondré, le diré a todo el país que soy la hija ilegítima de Malee Manobal ㅡinformóㅡ Ellos no te perdonaran, no confiaran en ti de nuevo, no cuando abusabas de omegas al mismo tiempo que estabas apunto de casarte con una alfa.

El gesto del hombre se agravio pero no lo negó.

ㅡPodría solo matarte, no me importas en lo más mínimo.

ㅡPodrías hacerlo pero gente aparte de mi sabe sobre esto, si aparezco muerta ellos hablaran ㅡLisa se encogió de hombrosㅡ Elige.

Esta vez el Hushuan no le hizo gracia a la amenaza y con cuidado levantó un dedo, un gesto simple pero que removió a cada guardia a su lado, dispuesto a cumplir cualquier orden que les impusieran. El hombre no se lo iba a dejar tan fácil, no sin jugar antes.

ㅡLiberenla de los grilletes ㅡdijo y fue obedecido de inmediatoㅡ Te propongo un trato, pequeña bastarda.

La menor la miró, sin siquiera dudarlo.

Innocent | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora