Innocent | Jenlisa

Capítulo 39

Ausencia

El pequeño niño agarraba con fuerzas la mano de Jennie mientras Lisa las encaminaba a través de las vacías y lujosas calles de Corea, mirando cada esquina en busca de algún peligro. 

ㅡ¿A dónde nos llevas? ㅡSusurro la omega, incómoda de no reconocer nada de lo que veía.

La alfa, notando el estado de su amada, le sonrió y tomando su cintura con cuidado, la guió. 

ㅡSolo espera, en la otra calle nos están esperando. 

Jennie abrió la boca, dispuesta a hablar, pero, al ver una camioneta negra justo unos metros adelante se quedó en silencio, deteniendo sus pasos. 

ㅡEsa es...

Una beta de alta estatura salió del auto y por su posición se podría deducir que estaba peleando con alguien, algo usual en ella. 

Jennie la reconoció casi de inmediato. 

ㅡ¡Seulgi! ㅡNo pudo evitar gritar y separándose de su alfa corrió al encuentro de quien consideraba una hermanaㅡ ¡Seulgi Unnie! 

La cara de la nombrada cambio en su totalidad y de manera inconsciente extendió sus brazos para abrazar la cintura de la omega, levantandola solo unos centímetros del suelo. 

ㅡMierda, Jennie ㅡsusurró la beta al salir de su asombro, tratando de ocultar las lágrimas que querían salir de sus ojitosㅡ Estás aquí. 

Y sin siquiera ser consciente recorrió con sus deditos los brazos y cintura de la omega, intentando deducir si la pequeña se encontró bien o si por el contrario, debía asesinar a alguien.

ㅡClaro y después osan decir que no tienes una favorita ㅡexclamó Sooyoung, con disgusto de haber sido ignorada. 

Ahí fue cuando Jennie sí rompió a llorar, abrazando a las mellizas como si su vida dependiera de eso, sin importarle sentir un dolor en su espalda que le recordaban todo lo sucedido.

Ella había pensado que nunca volvería a experimentar esto, que las pequeñas manos de Mina nunca volverían a tirarla de un lado para otro o que solo quedaría entre sus recuerdos los extraños pero tiernos ruidos que Sooyoung solía hacer.

Sin en verdad quererlo se separó. 

ㅡ¿Cómo está mi abu? ¿Cómo es que llegaron aquí? ㅡsusurro Jennie, limpiando sus lágrimas con rapidez, preocupada de haber puesto en peligro a tanta gente. 

ㅡEstoy segura que Taeyeon se puede cuidar mejor que todas nosotras juntas ㅡrecordó Seulgi, sonriente pero todo su cuerpo se tensó al notar al chico detrás de la castañaㅡ ¿Quien es él? 

El omega de cabellos azabaches se encogió, nervioso. Sus ojos eran negros y redondos como sus mejillas, piel palida, que parecía mármol pulido, sí no de un color enfermizo el cual resaltaba aún más con todo el maquillaje que tenía puesto. 
                                                   
Inconscientemente Jennie tomó la mano del chica, calmandolo casi de inmediato. 

ㅡÉl viene conmigo ㅡinformo sin dudar. 

Las betas fruncieron el ceño, dispuestas a pedir más explicaciones pero fueron interrumpidas por un estruendoso grito.

ㅡ¿Qué estamos esperando? ¡Ya vámonos! En cualquier momento alguien se dara cuenta que no hay solo una, si no dos omegas en medio de la calle y no salvare sus traseros una segunda vez ㅡsiseo Chanyeol, saliendo del auto.

Ahora fue el turno de la castaña de dar un paso atrás, llevándose al niño consigo en señal de protección, como si el alfa representará un gran peligro.