14

1K 63 25
                                    

Pasaron 3 días desde lo ocurrido en el baño con el rastrillo.
No había visto a Min ni una sola vez.

La señora que venía a alimentarme, comenzaba a hablar un poco más conmigo aún que siempre mantenía su distancia y era muy cuidadosa con lo que me decía.

No sabía nada de WooJin, no sabía si ese imbecil le había hecho algo, si seguía viva y él no era capaz de aparecerse para yo poder enfrentarlo. Me sentía preocupada y desesperada.

Había comenzado a hacer ejercicio nuevamente, estaba convencida de que debía salir de aquí sea como sea, aún sea muerta, pero no pensaba volver a asimilar que mi vida sería aquí, con el.

Salía de bañarme después de hacer ejercicio. Agotada, me cambié y decidí acostarme a dormir sin pensar en más.

En, lo que yo supongo era, la madrugada escuché la puerta abrirse. Sabía de quién se trataba.
Como ya había pasado anteriormente, se acostó detrás de mí, soltó un suspiro haciendo evidente el olor a alcohol, me tomó de la cintura y me atrajo a él. Comenzó a repartir besos en mi cuello y su parte íntima estaba pegada a mi trasero, su mano tomada mis caderas y pegaba mi trasero a su evidente erección restregándola en mi.
Estaba despierta y consciente, más no me moví para nada, haciéndole creer que estaba dormida. Su mano subió a mi pecho y apretó sobre la playera de mi pijama, lo masajeaba y apretaba, su mano fue nuevamente a mis caderas y comenzó a simular embestidas sobre la ropa.
Podía escucharlo soltar suspiros, podía sentir su respiración agitada.

-Mmm, deberías despertar-. susurro a mi oído

No me moví, no dije ni hice nada.

Su mano se dirigió a la orilla de mi pantalón, introdujo su mano dentro de él y tocó mi intimidad sobre la tela de mis bragas, comenzó a tocar y mover su mano lentamente, después sus dedos comenzaron a masajear aquel punto débil.
Incómoda, me moví fingiendo estar dormida.

-Despierta...si no, haré que te despiertes-.

Su mano aparto la tela de mis bragas y sin más, introdujo un dedo en mi intimidad. La sensación era una mezcla que mayormente me causaba incomodidad y de cualquier modo no pude evitar soltar un gemido ahogado, a lo que el soltó una risita en mi oído.

-¿Despierta?-.

No dije nada.

-Vamos bonita, sabes que no me gusta que no me respondas cuando te hablo-. Dijo a la par que comenzaba a besar más desesperadamente mi cuello.

No sabía qué hacer, si evitarlo, no provocarlo o enfrentarlo.
Tenía que enfrentarlo, pero de manera inteligente, debía ganar y esta era una oportunidad para salir de aquí.
El me trajo aquí por su deseo y sus caprichos, si le hago creer que tendrá lo que quiere, puede ser una oportunidad, él debe confiarse y cegarse por su deseo y ahí actuaré yo.
Incluso si debo darle lo que quiere para salir de aquí, lo haré.
Y si esto sale mal, no perdí nada con intentarlo.

De pronto, introdujo otro dedo más y comenzó a moverlos lentamente.

-¿Quieres que te haga hablar?-.

Solté un gemido.

-Ya veo, ¿quieres esto no?-.

Asentí soltando un gemido, para hacerle creer que realmente lo estaba "disfrutando"
Necesitaba hacer que confiara.

-Mmm, pero creo que no lo mereces-. dijo sacando sus dedos de mi.

-Fuiste una mal educada y tu castigo debería ser no recibir lo que quieres-.

Que patético.

-Por favor-. dije

-Gánatelo-.

Alguien me observa | Min YDonde viven las historias. Descúbrelo ahora