PUEDO REALMENTE SER AMADO? [MAXNAT]

CAP 14

MISMO DIA EN LA PLAYA

TUTOR Y YIM.

Mientras un blanquecino cuerpo tomaba los ultimos rayos de sol en su rostro y deleitandose con la suave brisa del viento y el aromar a salado producido por el mar. el chocar de las olas junto a la orilla era gratifico se sentia como si volara en medio de las nubes.

Su mente sumergida totalmente en los magníficos colores tenues que brindaba aquel atardecer a lo lejos, los últimos rayos del sol brillando tan intensamente en su color anaranjado, aferrándose a mostrar aún más su intensidad; las nubes dándole un toque esplendido como si de un cuadro donde mezclas todos los colores lo ves a la lejanía.

Siempre serán una de las cosas más hermosas que nos puede ofrecer esta vida o mejor dicho la naturaleza. Tan grata con ofrecernos todo y nosotros solamente desperdiciamos toda esa riqueza incomparable.

Conformarnos con solo ser espectadores esta bien, prefieran eso a tener que cargar con el dolor de que eso se arruine.

Tan concentrado en esa majestuosidad que no se dio cuenta que alguien lo observaba con tanta ímpetu y sus orbes brillaban intensamente, como si con tan solo verlo sonreír fuese calma para una tormenta.

Tranquilidad.

Sí, eso es lo que sintió.

Tratando de ser cuidadoso se paro detras del menor  su aun sin obtener su atención, decidió actuar.

Si de por si sabía de sus sentimientos tan desenfrenados que sentía por el blanquecino, lo que menos quería era atormentarse si no realizaba movimiento alguno.
No quería arrepentirse luego.

Definitivamente no.

Susurro en su oído- tengo un recado para ti- haciendo sobresaltar al menor, ahora obteniendo toda su atención y a la vez viendo como las mejillas y sus orejas del ya mencionado se comenzaban a sonrojar.

Bingo.

Su piel era bastante sensible que lograba sonrojarse.

-Hola- dejándole una suave sonrisa para que el menor pudiera sentir la tranquila que el mayor emanaba.

-H-hola, que haces aqui- sin despegar sus miradas logro atraer al otro cuerpo haciendolo sentar a su lado.

Entregando otra sonrisa- quería verte y platicar- su voz sonaba tranquila, era el momento perfecto.
Todo congeniaba para ser así.

-Umm- es lo que obtuvo como respuesta.

Posicionandose frente a Yim y tomando sus manos dispuesto a arriesgarse a confesar sus más presiados sentimientos hacia su hermoso chico, sabía que no tenía vuelta atrás.

Sabía que podía ser rechazado.

Sabía que podía perder su amistad.

Sabía que podía perder todo.

Sabía exactamente que quedaría destrozado si recibía un No rotundo.

Pero que sentido tiene la vida si todo lo obtenemos a lo fácil.
¿Acaso así atesorariamos lo que tenemos?.
¿Seríamos feliz si no me esfuerzo?.

Que sentido tiene no luchar hasta quedar desechos en cuerpo y alma.

Sin más pensamientos negativos que llegue a su mente comenzo- se que esto es muy rápido- comenzaba a sentir todos los nervios en su cuerpo pero eso no lo detendria, fijo su mirada en su acompañante, este trabajo de observar en un lugar neutro - Yim porfavor mirame- sus miradas se volvieron a encontrar, era como si pudiese observar a través de él, como si ya sabe a lo que se va a referir- dirías que esto es falso, que solo te diré cosas lindas para llevarte a la cama y a la mañana siguiente irme, pero no, es mi primera vez, que hablo enserio; sonara apresurado pero te dare el tiempo que necesites sean horas, cientas o miles lo que tu me pidas.
Yo esperaré.
De ti me enamore, sí, creí que sería pasajero pero en el momento menos oportuno no podía apartar mi mirada de ti, mis ojos no paraban de encontrarte entre la multitud. Me gusta Yim, me gusta de una manera que estoy enloqueciendo, mis sentimientos son tantos que siento que me abrumaran y enloquecere, son como un torbellino que van arrastrando todo de mi y me van consumiendo poco a poco; pero se que son por ti, es mi calma.