Capítulo 5 Del lunes al amanecer

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El lunes llegó. Ser un gato atigrado amarillo es un clásico para este día. Odio los lunes, ¡rayos! No es el día en sí, es cuando te arruinan la mañana. Despertaste con todos los ánimos del mundo, te sentaste de buena gana en tu cama listo para enfrentar el día pero tu suerte es tan jodida, vamos a decir, que nunca falta alguien que te arruina el buen humor. Te levantan la voz, te regañan o te increpan por algo que hiciste o que no hiciste. En el mejor de los casos lo resistes, en el peor comienzas la cuarta guerra mundial en tu casa y los heridos y las bajas son incalculables.

Es así que empieza el lunes de Jiang Cheng.

Una mezcla del blues de SMao adornó su mañana mientras se preparaba para ir a la oficina, estaba feliz e impaciente por volver a encontrarse con Lan XiChen. Pero he ahí los buenos ánimos de la mañana marchitados por ese "nunca falta..."

Cuando abrió la puerta de su departamento la sonrisa de su padre lo recibió, esa sonrisa dulce, amable, condescendiente... ah, maldita, asquerosa sonrisa. Sabía que su padre jamás lo visitaría sin una razón.

La noche anterior colgó abruptamente la llamada de su madre. Jiang Cheng intuía que algo de eso tenía que ver.

—Hola, hijo. ¿Puedo pasar?

—No ensucies la alfombra —dijo con frialdad y se hizo a un lado para dejar pasar a su padre. Era un lunes de mierda, llegaría tarde al trabajo, iría sin desayunar y después se enfrentaría a un descuento. Definitivamente era un lunes de mierda—. Vamos al punto, no tengo mucho tiempo.

Jiang FengMian estaba acostumbrado a la insolencia de su hijo, él ya era de un carácter difícil desde muy joven; sin embargo, en estos últimos años se hizo más agrio debido a las constantes discusiones respecto a su futura unión matrimonial.

Ya sentados en la sala el ambiente frigido volvió. Pero Jiang FengMian no tenía tiempo para esto.

—Tu madre acaba de comprometerte con Wen Qing.

—¡¿Pero qué mierda...?!

—Hijo, escúchame, sé lo tuyo con ese chico.

—¡¡...!!

Frente a la primera noticia Jiang Cheng se puso furioso, cómo era posible que hicieran tal cosa a sus espaldas; sin embargo, frente a la segunda se quedó mudo de la sorpresa. ¿Fue su hermana la que se lo contó a su padre? No, ella sabía lo que era su situación familiar así que jamás traicionaria a su hermano pequeño.

—Los vi en el restaurante —dijo con una sonrisa y apretando las cejas en una uve invertida—, fui a dejar unos papeles cerca de ahí, así que quise ir a saludar a tu hermana... antes de acercame más vi como lo abrazabas.

» Pasados los días me dio curiosidad, creí que era alguien que tu madre había elegido; pero, pude ver que no era así, de lo contrario tu madre no estaría así de ofuscada. Perdón, tu padre es muy chismoso. Los vi reunirse a diario... y te vi sonreír.

Entonces el rostro avergonzado de Jiang FengMian pasó a suavizarse junto a su corazón.

—No quiero que pases por lo mismo que tu madre y yo. Nuestro compromiso fue arreglado y tuvimos muchos problemas al inicio, ah... demasiados. Solo después de que pasamos por la vida y la muerte pudimos por fin hablar y llevarnos bien.

Jiang Cheng lo recordaba, su casa era un mar de discusiones antes y si no fuera por la casi bancarrota de su empresa sus padres jamás se hubieran entendido. Observó un rato a su padre sin entender la ruta de esta conversación.

—Hijo, te diré un secreto. Tu madre fue la que hizo el compromiso de tu hermana... pero fui yo quien lo eligió. La primera elección de tu madre era realmente otra persona, pero le recordé que tenía una vieja amiga con un hijo... que casualmente le gustaba a YanLi, aunque esta última parte no se lo dije.

Todo comenzó en un hotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora