Capítulo 6 Te admiro

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La oficina entera paró las orejas muy atentamente, parecía el estruendo de un rayo, el golpe de un huracán, el martilleo de un furioso vendaval. Era Jiang Cheng pidiendo un cambio de cubículo al chico nuevo que se sentaba justo al lado de su Sol.

—...

El pobre chico había sido interceptado por Jiang Cheng a primera hora... ¡ejem!, ni bien Jiang Cheng pisó la oficina corrió con él. Este nuevo espécimen de la oficina siempre se mantuvo alejado de Jiang Cheng debido a los arrebatos de este. Prefería vivir su vida en paz y ayudando a su amable superior Lan XiChen.

Así, en su mente se arrodilló en la orilla de una playa y comenzó a gritar mil maldiciones.

«—¡¡¡Por qué!!! ¡¡¡¿Qué hice para merecer esto?!!! ¡¡¡¿Es por lo del pollo frito de Zishui?!!! ¡¡¡Debe ser eso!!! ¡¡¡Ese hijo amado de dios!!! ¡¡¡Ah, prometo pagar ese pollo fritoooo!!!»

Su mente era un caos donde su pequeño yo se revolcó en la arena... pero como un profesional su rostro era una hoja en blanco... en blanco, muy blanco.

Antes de contestar tosió un par de veces para aclarar su voz y acomodando su corbata torcida habló...

—Solo por hoy —Jiang Cheng le interrumpió.

El ceño fruncido con total seriedad de este hizo temblar de miedo al joven. Pero, antes de ceder vio como esos ojos se desviaron un momento atrás. Por un recoveco pudo observar al objeto de su desviación. Su superior Lan XiChen traía en brazos unos papeles y los folderes encargados por la secretaria. Ah... él suspiró por esta persona, intentó ayudarle al principio con esos gruesos folderes extra, pero el otro compañero al lado de su cubículo lo detuvo y amenazó con decirle a la secretaria. Necesitaba el trabajo y no podía arriesgarse por lo que se abstuvo, pero siempre con una aguja en su pecho. Odiaba los términos implícitos del mundo. Y odiaba que las personas como él fueran los más perjudicados.

Viendo la mascarilla de Lan XiChen sintió aún más pena y lloró internamente... pobre niño con media venda puesta.

El joven no entendió al instante, no obstante vio la mirada preocupada que Jiang Cheng le dedicaba a su superior. Empezó a intuir algo.

El mayor Jiang bajó su ímpetu y su ceño fruncido se torció algo incómodo.

—... Por favor. —Y su voz bajó para que solo el joven lo oyera—. Necesito cuidar de él.

Un rayo golpeó al joven y antes de siquiera responder su cuerpo se movió en automático, recogió a toda prisa lo que necesitaría y pasó por el lado de Jiang Cheng dándole un pulgar arriba que escondió entre sus folderes.

Jiang Cheng tuvo un tic nervioso por el acto, pero al cabo de unos segundos suspiró aliviado y fue a sentarse junto a Lan XiChen.

—¿A-Cheng? —Susurró XiChen cuando vio al Jiang acomodarse a su lado—, ¿por qué...? Vuelve a tu sitio te llamarán la atención.

La voz débil y congestionada de XiChen le hizo ser más firme a Jiang Cheng en su decisión. Por lo visto el dicho era cierto, si quieres deshacerte de un resfriado besa a alguien sano para pasárselo. Mientras él revoloteaba felíz XiChen empezó a tener síntomas de malestar.

Por qué siempre ocurría esto, Jiang Cheng sintió que era un mecanismo de defensa el no enfermarse en los momentos de presión, antes de comenzar esta relación jamás había visto a XiChen enfermarse cada tanto. Si el que esta persona se permitiera ser frágil devenía por el hecho de que inconscientemente sabía que había alguien que vendría por él. Entonces ¿puede pensar que en realidad XiChen confía en él aunque sea un poco? Mostrar sus lados vulnerables también era una forma de esto.

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⏰ Última actualización: Mar 15 ⏰

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