Capítulo 10

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Cuando me levanté no me acordaba de lo que paso.

Me cambie y me puse esto:

Me deje el cabello suelto

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Me deje el cabello suelto. Directamente bajé hacia la cafetería. La verdad estaba feliz, pero este suceso me lo quito todo.

—Hola—me dice Juani.

—Hola—Le digo—¿desayunamos juntos? Escuche que hay facturas (bizcochos) de dulce de leche...

—Sisi obvio, amo las facturas—me dice—pero venía a preguntarte como termino lo que te paso ayer. Fran me lo contó.

Me quede en silencio. No me acordaba lo que había pasado.

—Oh—digo—con respecto a eso, eh, no solucionamos nada aún.

—Bueno—me dice—bajemos a desayunar que tengo hambre de facturas.

Nos empezamos a reír.

Nos sentamos en una mesa de a dos, y vi a Matías sentarse con Enzo en una mesa cercana.

Perspectiva de Juani:

Ámbar es una de mis mejores amigas. Las otras son Julieta y Alfonsina. Pero debo admitir que en Ámbar veo a una chica distinta a las otras; Es sensible, pero tierna y alegre. Es de esas personas que son felices y alegres con los demás pero que no se siente suficiente.
Pero para mi es la mejor chica que pude conocer. Somos tal para cual. Los dos nos sentimos insuficientes, somos sensibles pero a la vez alegres.

Se que ella solo me ve como un mejor amigo, pero yo la veo como algo más.

No la voy a forzar. Se sus sentimientos hacia Matías...

Ella mientras comíamos me contaba todo.

—Me siento tan pero tan mal por lo sucedido—me dice. Su voz quebrada hacia reconocer que ese tema la ponía del peor estado.

—Se que no fue mi culpa, pero—en ese momento pude notar sus ojos llorosos, y como una lágrima salia desde su ojo derecho, y luego una del ojo izquierdo.

La abrazé. No lo pude evitar. Ella lo necesitaba. Necesitaba un abrazo.

—Gracias Juani. De verdad—me dijo con una sonrisa en su rostro.

—Siempre te daré todos los abrazos que necesites—Le digo.

Perspectiva de Matías:

Estaba super triste por lo que paso con Ámbar. Pero enojado, también.

— Yo no entiendo como pudo ser tan hija de puta—le digo a Enzo, llorando.

—Y si—me contesta él—si yo fuera una mujer y estuviera contigo, no te dejo salir ni a la esquina.

—Que gil—le digo mientras me rió, aunque sigo muy enojado y llorando.

—Capaz fue el boludo que le dio el beso, y ella no quiso.

—Puede ser—le digo pensativo. Ayer la chica que me vino a explicar me dijo algo similar pero no le di bolilla.

Perspectiva de Ámbar:

En mi habitación estaba la perrita que Matías me regaló. Aunque me la haya dado el, y estamos peleados, igual la cuido.

Estaba yendo a la sala de maquillaje y Pipe me detiene.

—Oye—me dice.

—¿Que?

Tenía unas rosas rojas en la mano.

—Si, son para ella—me dijo, literalmente me leyó la mente.

—Mm—le digo con una sonrisa—estan muy bonitas, te aseguro que le encantarán—le digo apurada mientras corro hacia la sala de maquillaje.

—¡Espera!—me dice Pipe super nervioso—Se las voy a dar ahora, cuando me maquille.

Yo me reía.

Deséame suerte en vez de reírte, pelotuda—me dijo, riéndose el también.

Llegó el momento de Pipe. Estaba yendo hacia Julieta, pero antes se me volteó a verme, que estaba escondida para espiar lo que pasaba, y le guiñé un ojo, significaba un "suerte".

—Que hermosas rosas—dijo Julieta—¿Se podrá saber quien es la afortunada que las recibirá?
Julieta coqueteaba con cualquier chico que se le cruzaba. Le gusta poner a prueba a la gente, especialmente a chicos. Pero cuando estaba enamorada realmente, solo se fija en esa persona.

Pipe se voltea denuevo a verme, y le hago un "👍🏻"

—Las flores son para tí—le dice Pipe como todo un caballero.

—Oh, ¿Encerio?—decía ella, un poco avergonzada—Gracias—las tomó y las olió—que rico huelen.

Empezó a maquillar a Felipe, y el mientras la miraba pensaba "¿Cuando tendré el valor de decirle lo mucho que la amo?" "¿Sentirá lo mismo por mi?" Y muchas más preguntas. En fin, eran demasiadas preguntas para un solo día.

Él volvio hacia mi.

—¿Lo hice bien?—me preguntó.

—Si—le digo—lo hiciste bastante bien—bueno me tengo que ir a maquillar.

—Adiós—me dice.

—Adiós—le digo.

Cuando toco maquillar a Matías, estaba con una enorme sonrisa porque anteriormente estaba maquillando a Fran y nos habiamos reído mucho.
Automáticamente vi a Matías se me fue la risa.
Estábamos los dos super serios sin hablarnos.

Nos notábamos avergonzados los 2.

Cuando se terminó la hora de maquillaje, mientras rodaban, me fui a la playa.

Recordaba cuando Matías me decía que la playa estaba hermosa pero no las que yo.

Alguno de los 2 tenía que pedir perdón.

Miraba el agua; aquí las playas son mas hermosas.

Apareció Cata.

—¡Ámbar! ¿Que haces acá?

—Cata—dije yo—Estoy despejandome de lo de ayer.

—¿No lo solucionaron todavía?

—Mmm, no—dije mientras se me quebró la voz.

Se sentó en la arena, conmigo.

—Mira—me dice—Para que te pongas feliz, vamos a comer a mi casa, ¿querés?

—Sii dale—le dije.

Fuimos a su casa y preparamos puré de papas, ensalada y churrasco de carne.

Comíamos y hablabamos.

—Te recomiendo dejarle una notita anónima en su habitación o algo.

—Puede ser.

Fui hacia el hotel denuevo. Eso haré mañana. La notita.

L o v i n g |  Matías RecaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora