𝟑 | 𝐋𝐎𝐔𝐃𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐀𝐍 𝐁𝐎𝐌𝐁𝐒 ━ STILES STILINSKI

𝖛𝖎. "no more frightened by my past"

CAPÍTULO SEIS
"no más asustado por mi pasado"

EL SUDOR EN MIS SIENES Y LA SANGRE en mis nudillos solo me hicieron confirmarme a mí misma tres cosas: nada nunca más podrá herirme, nada nunca podrá matarme. Viviré hasta ver el karma de todos aquellos que se atrevieron a poner un dedo sobre mí.

Esa lección nunca la olvidaría.

Rugí con mis garras en alto, mostrando la rabia a través de mis ojos rojos como la sangre brillando y los colmillos filosos que reemplazaban mis dientes de humano. A esta altura ya no me identificaba como humana, los que se atrevieron a hacerme daño, los débiles que quisieron herir a unos niños ahora verían lo que se sentía ser realmente derrotada.

Logré rasguñar a uno de ellos cuando me acerqué como un animal salvaje para atacar, agachándome justo a tiempo cuando otro de ellos quiso electrocutarme. Sin embargo, no pude esquivar al otro, su electricidad haciéndome débil y su daga apuñalándome donde más dolía, una y otra vez. Hasta que sangre cayó de mi boca, hasta que estuviera lo suficientemente bañada en mi propia sangre como para parecer más un monstruo, la manera en cómo a ellos se les había ocurrido llamarme entre risas.

Me ahogué en mi propia sangre cuando me dejó caer al piso, dañándome aún más cuando me retorcí del dolor. Mi mirada se encontró con unos pedazos de vidrios bañados de sangre con los que osaron a utilizar en contra de mi manada hace rato. Fue mi única opción, así que mientras reían como si lo disfrutaran tomé el pedazo de vidrio y lo estrujé en mi mano como si fuera un pedazo de tela empapado.

Creían que estaba agonizando en el piso, creían que estaba muriendo en el piso...pero lo único que estaba haciendo era crecer, era convertirme más en la personificación de la ira, florecer para convertirme en lo que más les aterraba.

Al momento de estar distraído me puse de pie y rasguñé su cuello lo suficientemente profundo para asesinarlo al instante. Empujé con una patada al otro logrando que tirara su palo de electricidad y me lancé encima suyo para que ambos cayéramos al piso. No perdí mi oportunidad y lo mordí en su hombro, en su brazo y por último en su cuello con el objetivo de quitarles pedazos de carne mientras sus gritos de ayuda y desesperación me convencían de que estaba sufriendo. Para confirmar que estaba muerto también rasguñé su cuello.

Me puse de pie limpiando la sangre de mi boca con mi mano, pero de repente escuché a Taylor aplaudir.

⎯ Eso fue un gran show, Lyra, tengo que admitirlo.

Mi mirada mejorada lo encontró escondido entre las sombras, con esa maldita media sonrisa que me había hecho enamorarme de él. Ahora lo único que quería era asesinarlo hasta que se quedara atascado en el infierno para siempre.