Capítulo 30

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— ¡¡¡¡¡¿¿Qué mierda estás haciendo??!!!!!

— Tu vida vale la misma que Jack, entonces~

— ¡¡No!! ¡¡No!! ¡¡No!!, ¡¡¿Estás loco?!!, ¡¡¡estoy en cinta!!!, ¡¡¡tengo a tu hija!!!, ¡¡¡¡¿qué mierda te pasa?!!!!

— ¡¡¡¡¡Habla de una maldita vez!!!!!

— ¡¡¡¿Quieres que muramos?!!!

— Oh Darling~, la idea de morir junto con mi hija y contigo no es una idea desagradable, es más que voluntario, es una bendición que sin duda aceptaría y atesoraria más allá que mi propia existencia

Will se estremeció totalmente horrorizado

Nuevamente el carro se sacudió aumentandole el ritmo cardíaco

— Hannibal no no no no no... —repetía una y otra vez intentándo tomar el brazo del hombre para detenerlo—... por favor no...

— Dime que tanto te interesa Jack

— ¡No me interesa! ¡Me da igual! ¡¡Dios!!, ¡es un imbecil!, ¡lo detesto!

— Pero no lo quieres muerto, ¿por qué?

— ¡No he dicho eso!

— Dime Will, contestame la pregunta que hace mucho no quieres contestar, anda, dime, dime y todo se quedará tranquilo

— Hannibal...

— Dime Will si quieres tanto a tu hija y a tus perros

—aspiró con ruido— Ma-mal-ldito...

— Habla

— N-no-o hay n-na-ada que t-tengo que decir...

Otro ruido y otra sacudida de auto hubo

Will se aferró a los brazos de Hannibal

— Está bien ¡Está bien! ¡Te lo diré!, te lo diré, solo... s-o-solo

— Habla

Will inhalo todo el aire que pudo para poder calmarse y hablar oraciones, por lo menos más compuestas de las palabras sueltas que decía por el miedo

— Jack... Ja-jack no me interesa, nunca lo ha hecho, lo... l-lo-lo único que me interesa es... e-es... su posición 

— Posición para seguir mirando, ¿no es así?

Will dio un leve movimiento de cabeza en confirmación que Hannibal podía sentir perfectamente en su brazo gracias al abrazo aferrado que tenía el menor

— Nadie más me ofrecerá lo mismo, Jack ya está acostumbrado a quien soy, y sabe cuáles son mis limitaciones

— Lo que le muestras

—Will hizo el mismo movimiento de cabeza— Si trabajo con otra persona, yo ya no podré estar en ningún c-

— Es estúpido lo que-

— No quiero lo que me ofreces, Hannibal —interrumpió con sinceridad

Creo un corto silencio

—inició sus palabras— Prefiero sentir a cualquier asesino, que probarlo por mi mismo, disfruto estar en la cabeza de cualquiera, más no en la mía

— Tu-

— Soy tu cómplice, estoy consciente de eso —aceptó—, amo lo que me muestra y me gusta mucho participar en ellos, más no ser el causante de ello

— Will-

— Temo depender de ello —siguió—, temo, embriagarme tanto, envolverme demasiado hasta llegar a un punto en no tener retorno, en no salir, en no mantenerme en mis casillas como ahora lo estoy

La Odisea con un Omega en Embarazo /// HanniGramDonde viven las historias. Descúbrelo ahora