Capítulo 5

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5. La granja de zanahorias podridas.

(Que oso - Snow Tha Product)

MAYA LANSING.

—Ah, gracias —le dije a mis padres sorprendida por su actitud urgente, entonces vi el remite; la carta venía de la Universidad estadal —. Mmm y yo creyendo que me había pasado el tiempo de entrega de ésta también.

Josh rió entre dientes.

Le di la vuelta al sobre y luego levanté la vista hacia mis papás.

—Está abierto —informe alzando una ceja.

—Teníamos curiosidad —me informo mi pelirrojo padre.

Me lleve una mano al pecho fingiendo indignación.

—Me ha dejado atónita, licenciado. Eso es un crimen federal.

—Venga ya, Maya —me apresuró Matt.

—Sí, sí, sí, cállate y léela —puse los ojos en blanco bajé la mirada.

Saqué la carta y un formulario doblado con los cursos.

—¡Felicidades! —me gritaron ambos antes de que pudiera siquiera leerla —. Tu primera aceptación.

—Gracias —conteste sonriendo.

—Tenemos que hablar de la matrícula. Tenemos un poco de dinero ahorrado…

—Eh, eh, nada de eso —los interrumpí sonriendo —No voy a tocar el dinero de mi herencia... Perdón, de su retiro queridos papás. Tengo mi fondo universitario.

Ambos se miraron y luego se rieron como si hubiera dicho una estupidez magnífica.

—¿En serio crees que hay un “fondo universitario” ? —pregunto mi malvado padre entre risas.

—Es algo lógico ¿No? —dije con una creciente molestia.

—Mi niña, durante un tiempo ni siquiera supimos si estarías viva para tu graduación —entrecerre los ojos mostrándole la lengua a ambos.

—Les quito el peso de encima —les dije cruzando los brazos.

—Ah, ¿sí? ¿Cómo?

—Ya lo tengo resuelto —mentira —. Además, hay montones de ayudas financieras por ahí —verdad —. Es fácil conseguir créditos —no sé si es mentira o verdad de hecho.

Esperé que mis mentiras no fueran demasiado obvias. Lo cierto es que aún no había investigado el asunto en absoluto.

OJO, dije aún, quizás los busque luego.

OJO, dije quizás.

—Así que… —comenzó Matt, y luego apretó los labios y miró hacia otro lado.

—Así que, ¿qué?

—Nada. Sólo que… —frunció el ceño—. Sólo me preguntaba… ¿Qué carrera escogiste finalmente, para el año que viene?

—Oh —mire a otro lado torciendo los labios.

—¿Y bien? —insistió el traicionero Josh, el Judas de mis padres.

Me salvaron tres golpes rápidos en la puerta. Matt y Josh se quejaron por su falta de información y yo salté de la silla.

—¡Ya voy! —grité, mientras mis papás murmuraban algo parecido a «lárgate».

Tengo Miedo De Confiar En Tí [#01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora