Capítulo 9

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9. Investigaciones.

(I wanna be yours - Arctic Monkeys)

MAYA LANSING.

Hay momentos en que no sé que me pasa. Momentos en lo único que pienso es en dormir, momentos en los que no puedo respirar, momentos en los que no puedo ni siquiera hablar.

Lo que más odio de estos momentos es el estado «Nulo», como me gusta llamarlo. Ese estado en el que no puedo sentir nada. En lo que siento que las cosas pasan, pero yo solo estoy aquí, existiendo sin ningún motivo, razón o motivación. Es como si la vida dejara mi cuerpo, y me dejara completamente vacía. No vivo, no pienso, no hablo, solo existo.

Había estado así antes, y mis papás insinuaron en que podría ver a un psicólogo, dije que no quería, me lo propusieron unas veinticinco veces, pero como seguía en negativa, no insistieron más. 

—¡Buenos días! —Josh entro en mi habitación—. Te he traído el desayuno antes de irme.

Me sorprendió.

Habían pasado. Hoy era el tercer día de mi estado Nulo y el que ha estado al pendiente de mi ha sido Matt. Supongo que ya no puede perderse más guardias en el hospital. No me gusta que cuidarme afecte a sus trabajos.

Josh me dijo que solo se quedaría unas horas, yo le había insistido repetidamente que podía quedarme sola.  Pero el único que me escucho fue Josh.

Mi teléfono está en mi mesilla de noche, ni siquiera lo he mirado, ha estado apagado desde que llegue del territorio de los pumas el martes en la noche o en la madre del miércoles, no lo sé. Josh se sienta a mi lado en la cama.

Me sentía como muy débil, era como si fuera a respirar muy fuerte terminaría llorando otra vez, sentía que si dejaba salir solo una palabra más todo acabaría.

Pero ¿por qué siento que sí? Me pase las manos por la cara, antes de acostarme, envolverme en las sábanas y tratar de dormir.

—He hablado con Carson y Adeline.

No dije nada.

—Carson tiene más golpes que tú, pero me dijo que nunca se ha atrevido a darte más de tres golpes en el rostro.

No dije nada.

—Se llevan conociendo desde los seis años, y aún no logro entender porque no arreglan sus diferencias hablando.

No dije nada.

—Maya, mírame.

Gire la cabeza ligeramente hacia él. Las pequeñas arrugas de su cara se vuelven más pronunciadas cuando me sonríe amable.

—Sabes que no me voy a ir —su mano se posa sobre la mía —. Pero justo ahora tengo que volver a mi trabajo. Tómate este tiempo para respirar, pensar, talvez vé con los árboles del jardín. Necesitan arreglar sus carteles.

No respondí.

Él suspiro y salió de mi habitación para irse a su trabajo.

••••••

GRAHAM BOWEN.

— .... ¡Ya te dije que no me importa! —grite dándole un golpe a la mesa.

—Seguramente le pasa información a las otras bandas —me dijo Clark.

—¿Y que les dice? —pregunto Ava con el ceño fruncido —¿Que le echan gasolina a sus coches antes de que el tanque se acabe?

Tengo Miedo De Confiar En Tí [#01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora