Capítulo 3

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En la cena le conté a Héctor el problema con Lara y la mentira que tuve que contarle, por suerte Marc iba ha venir a la cena así que sería más creíble.

-Pero a mí ella no me interesa, y algún día tendrá que enterarse de la verdad- me dice Héctor- no pienso estar toda la vida escondiéndonos.

Lo que tenemos Héctor y yo es raro, nadie lo sabe excepto Marc. Mis padres y los suyos prohibirán mi relación, y Lara se volvería loca así que de momento lo mantenemos en secreto.

-Vamos?

-No puedo llegar contigo- le digo- se supone que estoy con Marc.

Al final Héctor habla con Marc y una calle antes de llegar a la casa de Celeste con encontramos con el, y recorremos el resto del camino hablando los tres.

-Os va ha salir cara- nos dice Marc- como Lola se entere de esta mentira todas mis posibilidades se terminan.

-Te prometo que te ayudaré con ella-digo yo en compensación- a Lola la conocí el fin de semana pasado en un partido de ellos, es muy maja.

-Eso espero- los tres entramos en la fiesta y la primera en vernos es Lara.

Todos saludamos y mi amiga y yo vamos a por algo de beber.

-Porque no me dijiste que iba Héctor?- me pregunta seria.

-No sabía que venía- le miento.

Pedimos y vamos junto a los chicos, disfruto de la fiesta pero me hubiera encantado poder bailar con Héctor y no tener que estar pegada a Marc como si entre nosotros pasase algo.

-Espero que Lola no se entere de esto- se ve que está preocupado y es que Lola le gusta de verdad.

-Si no se lo explicamos, seguro que lo entiende- trató de tranquilizarlo.

-Hacéis muy buena pareja- nos dice Lara.

Nosotros sonreímos y de reojo veo como Héctor nos fusila con la mirada, lo está pasando mal.

-Y tu novio?- le pregunta Marc a Lara.

-Ni idea- se acerca a Héctor- bailas?

-No me apetece, además tenemos que irnos- dice mirándome- mañana hay una comida importante.

-Pero a Edda la puede llevar Marc- le dice Lara deseando que Héctor se quede más tiempo en la fiesta.

-Pero a mí me queda su casa al lado- dice intentando no contestarle mal- nos vamos- asiento y nos despedimos de todos.

Héctor se monta en su moto y yo detrás de que está enfadado, no me ha dirigido la palabra desde que salimos.

-Un minuto más allí dentro y mataba a alguien- me dice al llegar a casa- no sé cómo la soportas.

-No me queda más remedio que soportarla.

-Porque no lo entiendo, te trata fatal, no te tiene en cuenta solo te quiere cuando le interesa- dice muy enfadado.

-Lo sé pero no me quiero quedar sola.

-No estás sola y lo sabes- hemos tenido muchas veces esta conversación y no me gusta.

-Héctor no puedo estar siempre contigo y con los chicos m, necesito tener amigas entiéndeme.

-Ahí está el problema que Lara no es tu amiga, entiendo que quieras llevarte con mujeres pero no con ella- está muy enfadado y está empezando a gritarme- tienes que hablar con ella.

-Y que le digo, que me gustas que tenemos algo en secreto que ni nosotros sabemos que es- le grito yo- quieres que se lo cuente para que lo vaya soltando por ahí y que nuestros padres se enfaden, no todo es tan fácil- Héctor se da media vuelta y entra en su casa.

Al ver que no piensa despedirse me voy a mi casa, enfadada y triste, sé que no es fácil para él pero tampoco lo es para mí y hay veces que me lo pone muy difícil.

Me ducho y lloro, desahogo mi pena, libero mi tristeza esta situación me consume, tanto que a veces me gustaría desaparecer, tener una semana de paz sin nadie alrededor que intente separarme de Héctor, poder besarnos cuando queramos.

Me duermo entre lágrimas.

....................

-En diez minutos llega Héctor y su familia- me dice mi hermana entrando en mi habitación- pensé que ya estabas lista.

-Me encuentro mal- digo mientras me tapo con las mantas de la cama.

-Ayer bebiste y hoy tienes resaca- ojalá mi problema fuera el alcohol pero es el agobio y la tristeza de la situación.

-Solo bebí un cubata- quiere replicar pero no le dejo- tu solo di que me encuentro mal.

Duna se va de la habitación y yo enciendo mi móvil comprobando que Héctor no me ha escrito, hace siempre lo mismo, critica a Lara pero si nos enfadamos el no pide perdón.

Tres toques en la puerta hacen que deje el móvil en la mesita.

-Como estás mi niña- entra mi nana con un zumo y un ibuprofeno.

-Me duele la cabeza y no es por el alcohol- le aclaro.

-Toma esto y descansa- ella me cuida como si fuese mi madre, es la mejor.

Se va de la habitación y yo intento dormirme otra vez aunque con el ruido de abajo es complicado.

Héctor

Me costó dormirme, odio estar enfadado con ella, sé que la situación es complicada pero el saber que nadie puede saber lo que tenemos me mata. Además que tampoco somos novios, nunca hablamos de eso pero sé que le preocupa.

Lo peor es cuando al llegar a su casa no la veo, están sus padres y su hermana pero no hay rastro de ella.

-Edda se encontraba mal- la disculpa su madre un poco enfadada- se ve que la fiesta de ayer fue intensa.

Eso me hace pensar en ayer y la realidad es que solo bebió un cubata que ni siquiera se terminó, así que su malestar no es por eso.

Durante la comida solo pienso en ella y creo que está así por nuestro enfado y eso me mata, odio que esté así por mi culpa. Edda es de las mejores cosas que me ha dado la vida, es como una rosa que quiero que dure toda la vida, es bonita por fuera y por dentro, es única.

Perdón por subirlo tan tarde, pero estoy con exámenes y no me da la vida. Espero que os guste un saludo.

Veneno y Envenenados|| Héctor FortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora