Entrar en la habitación que te vio crecer u verla vacía duele, duele mucho. Cuando vi la oportunidad de irme no lo dudé, era lo que más ansiaba, pero ahora ya no me gusta tanto. No solo abandono mi infelicidad, también abandono mis recuerdos, abandono el que siempre fue mi hogar, abandono mi ciudad, abandono a mi familia que aunque esté rota sigue siendo mi familia y lo peor es que le abandono a él.
Me dijo que le iba a romper el corazón y lo único que pude decirle fue que le quería nada más. Supongo que ese día fui cobarde pero no podía seguir allí, continuar escuchando la realidad, su realidad, nuestra realidad.
Tampoco supe qué decirle porque o le rompía a él o me rompía a mí, así que decidí irme y rompernos a los dos, quizás fui egoísta.Voy al escritorio y cojo el folio doblado que hay encima, lo abro y lo leo otra vez.
No sé si dárselo, realmente no lo sé, porque yo le rompí pero lo que pone ahí le va a romper más.
Va a terminar peor de lo que acabé yo y eso ya es mucho.-Dios no me creo que te vayas- Duna entra en mi habitación interrumpiendo el silencio en el que estaba sumida.
-Supongo que en algún momento pasaría- me abraza y yo a ella, tengo que admitir que la voy ha echar mucho de menos.
Porque Duna se volvió la persona más importante de mi vida, no solo es mi hermana, también es mi mejor amiga, sé que puedo contarle cualquier cosa y no va a juzgarme, al contrario me va a ayudar a solucionar el problema.
-Te voy a echar de menos- se separa y me apunta con un dedo- pero vamos ha hablar mínimo una vez a la semana.
-Por supuesto- abrazadas salimos de la habitación.
Ella se va hoy a Portugal, va a pasar unos dios con Alejandra en su casa mientras que yo mañana me voy a Málaga, Lola viene conmigo aprovechando que su novio está en Inglaterra.
-Quedaste con ellas?- me pregunta mi madre.
-Si, pero vengo para cenar- hoy vamos a cenar, mis padres y la familia de Héctor para despedirme.
Me despido de mi hermana y salgo de casa, el chofer me lleva a la cafetería en la que quedamos.
-Hola- al llegar veo a Celes, Kala y Lola esperándome.
Nos saludamos y me siento en la silla vacía. El camarero se acerca y le pido un colacao, ellas están tomando un café pero a mí no me gusta.
-No me creo que sea la última vez- dice Kala.
-No será la última, algún día volveré- le digo- además me haréis videollamada cuando vengáis.
-Eso no lo dudes.
Charlamos de la vida mientras nos tomamos lo que pedimos, reímos de los chistes, nos enfadamos porque no estamos de acuerdo en algo, nos picamos mutuamente. Estos son los momentos que quiero recordar siempre.
-Te tenemos un regalo- me dicen ellas- Bueno más de uno.
-No hacía falta- ellas me entregan un papel de regalo, dentro hay un cuadro con una foto de las cuatro juntas en el viaje a Tailandia- Me encanta.
Me dan otro paquete, dentro hay una sudadera, por detrás aparecen las iniciales de las cuatro.
-Cada una tenemos una la de Lola es rosa, la de Celeste azul, la de Kala amarilla y la tuya violeta.
-Me parece preciosa- una sonrisa se dibuja en mi cara mezclándose con lágrimas.
Les abrazo y les agradezco por los detalles, me parecen increíbles. Aunque las increíbles son ellas, le agradezco a la vida por ponerlas en mi camino.
Estamos un rato más y después nos vamos, Lola va a cenar con sus hermanos y sus padres, ya que viene unos días conmigo, Kala quedó con su familia y Celeste va a cenar con Fermín.
Al llegar a mi casa voy directa al salón para subir a mi habitación y dejar las bolsas al lado de las maletas.
-Hola- saludo al ver que ya están todos esperando.
-Que tal?- me pregunta mi padre.
-Bien, aunque al despedirnos fue un poco triste- digo mientras sonrío.
-Y eso?- me pregunta mi madre.
-Me lo regalaron.
Les enseño el cuadro y la sudadera.
-Bueno pensé que sería una colonia o algo así comenta el padre de Héctor.
-Ya la verdad, podrían esmerarse un poco más- añade mi madre.
-Pues a mí me encanta, prefiero esto a algo material sin significado- digo un poco enfadada- voy a subirlo a la habitación, bajo ahora.
Dejo todo en mi habitación y bajo a cenar, todo pasa con normalidad obviando el hecho de Héctor ni me mira, y mis padres biológicos hacen comentarios fuera de lugar.
-Al llegar me mandas foto del piso ñ, quiero saber dónde vives- me dice el padre de Héctor- y si quieres otro piso me llamas y lo compro.
-No te preocupes, donde estoy me vale- el me abraza y yo correspondo por no hacerle el feo.
-Disfrútalo es una oportunidad única- me dice Cristina, la madre de Héctor- tienes mucha suerte con tus amigas, te hicieron un regalo precioso- dice en mi oído mientras me abraza.
-Son las mejores- le digo yo- cuida a Héctor- le pido.
Ella asiente y me guiña un ojo. Se me acerca Mateo para despedirse.
-Disfruta ñ, sal de fiesta, emborráchate y liga- me abraza y yo a él- cualquier cosa sabes que puedes llamar.
Asiento a sus palabras y nos separamos, el que queda es Héctor, me tenso pensando que jo va a despedirse pero veo como se acerca a mí.
-Te dejé mi regalo en tu cama- me abraza- te quiero Edda.
-Yo también te quiero- le digo en un susurro como lo hizo él para que nadie lo escuche.
Al separarnos se van todos, y yo subo corriendo a mi habitación. Al entrar veo encima de la cama una caja y un sobre.
Abro la caja y veo unas llaves, acompañadas de un anillo, es precioso. Me lo pruebo y me queda perfecto.
Abro la carta y la leo."Aquí tienes las llaves para abrir mi corazón.
Y un anillo para que pienses en mí siempre y los malagueños no se pasen.
H.F.G alias el amor de tu vida"Al terminar de leer la carta me hecho a llorar, lloro por el, por que le amo, le amo tanto que duele. Ahora sé que es verdad que amar duele y estar enamorada de él mata.
Me envenenó y ahora no sé cuál es el antídoto para salvarme, ni siquiera sé si quiero tenerlo.🖤❤️🔥🐼🐨🦭☘️🪻🥀🌘⚡️❄️🥥🍒⚽️🌃💌
Espero que os esté gustando la historia. Últimamente no encuentro inspiración para escribir, estos capítulo son de hace casi dos meses. Aún así quiero deciros que la semana que viene llega el final. Pero también habrá una sorpresa.
Os quiero, un saludo ❤️
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Veneno y Envenenados|| Héctor Fort
FanficPara que están las reglas si no es para romperlas. Ellos dos saben perfectamente lo que es incumplirlas, llegando a poner en riesgo su familia. Dos familias que quieren unirse pero mediante sus hijos mayores, no pequeños. El error de ser futbolista...