molesta

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Al día siguiente...

Me despierto por la mañana, sintiéndome renovada y más optimista.

Bueno, es un nuevo día, y una nueva yo. Es hora de elegir un atuendo antes de ir a clase.

Algo llamativo, por si me encuentro a romanoff...
Me pongo un conjunto azul de dos piezas y un cardigan.

Varias horas después, tras la primera ronda de clases de la mañana, me reúno con Kate.

—¡Wanda! — me llama Kate

— Eh, ¿Si?

— Mirate... ¡Eres un bombón! — el entusiasmo de Kate es tan exagerado que me rio— Oye estoy hablando en serio. Ojalá pudiera tener un atuendo al menos la mitad de impresionante que el tuyo.

—¡Gracias! — sonrió

Kate saca su teléfono y teclea antes de seguir hablando conmigo.

— Por cierto, la profesora romanoff estaba de muy mal humor hoy. ¿Tuvieron una pelea de amantes?

— Basta ya. No tengo idea de por qué estaba molesta — me preguntó si es por qué no respondí su mensaje

— Bueno, algo debe haber pasado. Estuvo criticando a todo el mundo.

— Seguro que si. Nunca la había visto así — la miro y me doy cuenta de que está escribiendo de nuevo — ¿Con quién has estado escribiendo todo el día? Apenas has levantado la vista del teléfono

— Ah... con nadie.

—¡Ja, claro! Vamos... suéltalo. ¿Es alguien del equipo de natación? — le digo alzando una ceja

— No estoy lista para hablar de eso todavía. Y no... no es nadie del equipo de natación.

— Bien, bien. Lo dejaré pasar... por ahora.

— Como sea, yel está en la cafetería. ¿Vienes? — empiezo a sentir, pero entonces me doy cuenta de algo. Romanoff me está mirando desde el otro lado del pasillo — Mmm... adelantate tu. Enseguida voy.

— Hmm. Bueno, entonces — Kate se marcha, y noto que romanoff duda antes de acercarse a mi.

— Hola — sonríe

— Hola — me detengo un segundo, distraída por el fresco aroma de su loción. Me recuerda a la cascadas, y juraría que es más fuerte de lo habitual. O tal vez estoy enloqueciendo, dado lo mucho que quiero besarla.

— Yo...

— Eh... — las dos empezamos a hablar al mismo tiempo y luego nos detenemos. Ella levanta una ceja curiosa.

— Te envié un correo electrónico sobre algunos de los apuntes de la clase. ¿Querías discutir...?

— No, los he leído y todo parece estar bien. Podemos discutirlo con más detalle en nuestra reunión de mañana.

— De acuerdo. Pareces molesta... ¿Es por qué no te contesté el mensaje? Si es así, es porque no sabía que decir...

— No es por el estúpido mensaje, ¿Okey? — dice molesta — No debería haberlo enviado, de todos modos

— Bueno, entonces, ¿Que es?

— No es apropiado que me hagas estás preguntas. Si no hay nada relacionado con el trabajo... entonces te veré mañana — se va antes de que tenga la oportunidad de responder

...

Mis pies me llevan a la biblioteca.

Bueno, también podría estudiar un poco. No es que vaya a poder concentrarme... el teléfono de mi bolsillo suena de repente. Oh, es mi mamá.

fruto prohibido | wandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora