fruto prohibido | wandanat

despedida

— ¡Lo arruinará todo! — luchó por mantener mis pensamientos en orden mientras el pánico amenaza con devorarme — y estábamos tan cerca de conseguir todo lo que queríamos...

— Lo siento mucho. Últimamente he intentado ser muy cuidadosa y dejarte en paz. Aunque sabía que me iba a otro trabajo... no quería correr ningún riesgo y ahora baje la guardia...

— Nat, no te disculpes. Las dos tenemos la culpa. No pude mantenerme alejada de ti antes...

— Si, se lo que quieres decir

— Es solo mala suerte. ¿Cuáles eras las posibilidades de que nos viera mi ex novia?

— Muy, muy altas probabilidades, aparentemente — miro en la dirección en la que desapareció sharon.

— Voy a intentar hablar con sharon. No sé si servirá de algo... pero tengo que intentarlo

— ¿Hay algo que pueda hacer?

— Creo que lo mejor es que te quedes aquí. Vuelvo pronto

— De acuerdo. Buena suerte

...

— ¡Sharon! — grito, mirando a mi alrededor... agh, ¿Donde se ha ido? Veo que su coche sigue aquí — sharon, ¿Donde estás? — por fin aparece, saliendo de las sombras. Me mira con el ceño fruncido.

— ¿Que quieres?

— ¿Cómo que qué quiero? Acabas de amenazarme

— ¿Y qué?

— ¿Sabes en qué problemas nos podemos meter ella y yo?¿Cuánto está en juego para las dos?¿Por qué me harías eso?

— Tu sabes por qué

— Es porque... ¿No quería regresar contigo? No está bien que estés tan obsesionada con que volvamos a estar juntas. Sharon, ¡Tu terminaste conmigo!

— Terminar contigo fue un error. Ya te lo dije. ¿Acaso la gente no puede cometer errores?

— Si, pueden hacerlo. Pero los errores a veces tienen consecuencias y yo tengo derecho a elegir si quiero perdonar los tuyos o no — respiro profundamente, sin permitirme caer en una discusión — mira, fue divertido mientras duró. Pero se acabó, sharon. Por favor... no te desquites conmigo de esta manera. No es justo y tú lo sabes

— Te propongo un trato. Si haces una pequeña cosa por mi... no sé lo diré a nadie

— ¿En serio?

— Será fácil, lo prometo. Todo lo que tienes que hacer... es darme tu opinión sobre un ensayo que estoy escribiendo

— ¿En serio, sharon?

— Bueno, lo cierto es que preferiría pedir un beso de despedida...

— Detente ahí. ¿En serio estás aprovechando está situación para que te ayude en tu ensayo?

— Me has ayudado docenas de veces antes. ¿Te haría daño hacerlo una ves más?

— Y si lo hago... ¿No le dirás a nadie lo que viste?

— No se lo diré a nadie, no

— No puedo creer que este dejando que me chantajees, pero... estoy desesperada

— Gracias, wands. Tu secreto está a salvo conmigo. Pero para ser sincera... no creo que haya sido la única que las vio

— ¡Eso sería terrible! — mi voz resuena, y oigo pasos apresurados detrás de mi.

— ¿Todo bien?

— ¡Romanoff! — sharon mira a natasha con cinismo.

— No puedo creer que haya caído tan bajo para seducir a una estudiante, profesora romanoff