fruto prohibido | wandanat

indispuesta

OH DIOS MÍO!

— Queríamos darte una sorpresa. Conocí a steve en la universidad el día que pase por allí, y hemos estado hablando desde entonces

— ¡Me alegró de verte, wanda! ¡Sorpresa!

— Mmm...

¿Que voy hacer?

— ¿Cariño?¿Que te parece? Espero que esto no sea raro para ti...

— Bueno... solo un poco. Creo que estoy sorprendida más que nada

— Es natural

— Siento que te lo hayamos ocultado. Pero tú madre y yo pensamos que este sería el ambiente perfecto para contarte nuestro pequeño secreto

— Si... el ambiente perfecto — hago todo lo posible por ocultar lo nerviosa que estoy, pero no puedo evitar echar un vistazo a la puerta.

— Mmm. Voy a ver por qué tarda tanto mi cita

— ¿Pero no ha tardado tanto, no?

— No puedo esperar a conocerla. ¿Va a la universidad?

— Eh... algo así. Ahora vuelvo — salgo a las puerta y veo a nat que se va acercando de a poco

— ¿Wanda?¿Que haces aquí? Ya iba a entrar...

— ¡Vete de aquí! ¡Rápido! — la arrastró más lejos de la casa, y ella parece estar confundida.

— ¿Qué?¿Por qué?¿Pasa algo malo?

— La cita de mi mamá es el director rogers

— ¿En serio? Estás bromeando. ¿Verdad? — bajo la voz y miro a mi alrededor como si mi madre estuviera a punto de aparecer de entre los arbustos.

— Ojalá fuera así. Esto es un desastre. Tienes que irte cuanto antes

— Si, pero... ¿Que vas a decirles?

— Deja que yo me preocupe por eso. Solo vete... — pero en ese momento, ¡Mi mamá aparece de repente! Saluda con la mano, caminando hacia nosotras.

— ¡Natasha! Me alegro de volver a verte

— Yo también me alegro de verte...

— Entonces, ¿Que pasa?¿Van a entrar? La abuela de wanda tiene muchas ganas de conocerte

— ¡No puede! De hecho, ya se iba. Su gato se quedó atrapado en un árbol. Acaba de llamar un vecino

— ¿Un gato?¿No puede bajarlo alguien más?

— No, es muy asustadizo. Tengo que ir a buscarlo — dice nat

— Tal vez puedes llamar...

— No, se tiene que ir ahora mismo. Mándame un mensaje más tarde, nat. Espero que todo salga bien — nat aprieta los labios con una sonrisa tensa y le da la mano a mi madre.

— Lo siento. Lo siento de verdad. Habrá que dejarlo para otro momento. Disfruten de la cena y, por favor, denle mis mejores deseos a la abuela

— Por supuesto. Gracias — finalmente nat se va, y yo suelto un silencio suspiro de alivio. Estuvo muy cerca.

Mi madre aprieta los labios con tristeza.

— Bueno, eso fue desafortunado. Espero que todo esté bien

— Si, lo estará. Y lo siento

— No te disculpes. Estoy segura de que la abuela se distraera lo suficiente con mi cita — mi mamá me rodea cariñosamente con un brazo, haciéndome sentir un poco mejor.