en problemas

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¡Es mi mamá!

— vamos, cariño, abre la puerta — conteniendo mi expresión de horror, la dejo pasar

— ¡Ahí estás, wands! — y entonces levanta las cejas, con la mirada fija en algo que está detrás de mi hombro.

— Vaya, vaya... ¿Quién es tu amiga guapa? — sorprendida, volteo, solamente para ver a una nat somnolienta salir de mi habitación. Por suerte, está vestida.

— Escuché algo de ruido... oh — el rubor que aparece en su cara es tan adorable que la besaría en ese mismo momento si pudiera.

— Mmm... ella es...

— Natasha. Es un placer conocerla, señora — se acerca y le da la mano.

— Oh, por favor. Soy demasiado joven para que me llamen señora

— Por supuesto, lo siento

— Que lindas se ven juntas. ¿Y cuando ibas a decírmelo, cariño?

— Mmm... ¿Decirte que?

— Pues que tienes novia. Porque eso es lo que parece desde mi punto de vista

— Bueno, la cosa es... nat es mi... nat es en realidad solo una buena amiga — sonrió con un poco de nervios

— Mmm. Yo también miro a mis amigas así. Especialmente después de una pijamada

— ¡Mamá! — mi madre solo ríe

— De todos modos, que suerte que me pase por aquí. Ahora podemos conocernos todos. ¿Wands, por qué no nos preparas a todos un té?

— ¿Un té?

— En realidad, tacha eso. Tomemos un café. ¡Algo para energizarnos! — nat y yo nos vemos como mamá se dirige a la cafetera

— No se creerá todo eso de ser amigas

— Lo sé. Pero al menos lo he intentado

— Bueno, supongo que será mejor que afrontemos la situación. Pero bajo ninguna circunstancia podemos decirle que soy tu profesora

Diez minutos más tarde, todos estamos bebiendo de nuestras tazas... pero solo dos de nosotras estamos nerviosas.

— Entonces, ¿De dónde se conocen ustedes dos?

— ¿Conocer? Eh...

— Se había tropezado con una pila de libros y la ayude a levantarse

— Que tierno. El destino las encontró a ambas entre los estantes

— Si, así es como sucedió

— Bueno nat, no me sorprende que te guste mi hija. Es un encanto. Aunque es un poquito nerd

— ¡Mamá!

— ¿Que? No hay nada de que avergonzarse. Es lo que eres y lo que siempre has sido. De hecho, cuando eras más joven, solía hacer experimentos en la tina... y una vez trató de fabricar cristales en un juego de vasos debajo de su cama

— ¿En serio? — pregunta nat y veo que se ríe bajo

— Bien, ¡Basta! ¡¿Por qué le dijiste algo así?!

— ¿Por qué no? Se rió, ¿No?

— Bueno, creo que todos hemos tenido suficientes risas por toda esta mañana. Creo que nat tiene que irse

— Ay, ¿Tan pronto?

— Si, vivo un poco lejos y tengo planes para hoy. Fue un placer conocerte

— Igualmente — dice mi mamá sonriéndole

fruto prohibido | wandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora