Persiguiéndote #1 (EN EDICIÓN)

24

Estarium

30 de marzo

Cuando Kellan regreso con Harley, fue tan de repente como creí que sería.

Mi hermana está sentada con las manos vendadas y la mirada fija en la mesa de nuestro comedor, sin querer probar un solo bocado de la comida que yo misma he preparado.

Sus ojos solo reflejan el martirio vivido en Mentred. Me rompe el corazón verla así.

—Misho es un hijo de puta, no lo aguanto más. —Sisea mi cuñado a un lado de nosotros, con los brazos cruzados y la mirada perdida.

El día que debió volver, no lo hizo pero envío un mensaje informándonos que estaba bien y no era necesario ir a buscarlo en ese país.

Aún no tenemos todos los detalles de lo ocurrido ese día, lo único que entendí cuando llegaron es que Harley no habla nada.

No saluda, no dice si necesita algo y actúa en automático.

—¿Que paso allá, gordo? —Le pregunta Alex cautelosamente.

Ninguno de los dos puede apartar la mirada de Harley. Percibo ese deje de preocupación por mi hermana, incluso con el suspiro de Kellan sé que nada de lo que dirá me gustará.

Mentalmente estoy preparada para recibir información shockeante. Por más que venga de mi familia, debo resistirlo.

—La vicepresidenta se encargó de hacerle eso. —Señala a mi hermana.— Misho me explicó por encima todas las torturas que vivió...

—¿Que clase de torturas? —pregunto, ladeando la cabeza cuando miro la forma en que Harley levanta el tenedor para comer.

—Casi le cortan la lengua, Barv.

Aprieto los labios. El enojo es una energía peligrosa en todo mi sistema, si llego a sentir esa emoción por más de 10 minutos pueden entrarme diez millones de demonios diferentes.

Pero no hacen falta 10 minutos para que perciba todo eso en mi. El odio está consumiendome.

—Misho ayudó solamente porque le llevaría la contraria a su madre, no le importa el bien estar de su ex cuñada —Sigue explicando, sacando de su bolsillo un anillo — Me tome la libertad de quitarle esto.

Es la sortija que Nyx le regaló. Estoy mirando el anillo de oro con los ojos abiertos y mi prometido se encuentra tan sorprendido como yo.

—¿Por qué le quitaste eso gordo?

—Por qué es un hijo de puta y un enfermo de mierda. —La rabia le corre en todo el tono de voz— No merece nada de lo que Nyx le dió en algún momento. Si me hubieran dado permiso para matarlo, estaría bajo tierra hace días.

Tomo el anillo entre mis dedos, viendo lo que está escrito dentro de la sortija.

Misho Ramirez.

—Esto es suficiente para demostrarle a Harry la colaboración que tuvo. —Aclaro, apretando la mano ocultando el anillo en mi puño— ¿Misho dijo algo más aparte de las torturas?