Tres años habían pasado como hojas arrastradas por el viento del otoño, y Jungwon, ahora un graduado con honores, se había convertido en la personificación del esfuerzo y la dedicación. La ausencia de Jay había dejado una marca indeleble en su alma, pero también había forjado en él una determinación férrea. Se prometió a sí mismo ser feliz, pero a su manera, honrando la memoria de Jay con cada logro académico y cada rechazo a la distracción mundana.
En la quietud de su santuario compartido, bajo la luz de su estrella bautizada, Jungwon susurraba al cielo nocturno:
- Hola Jay, disculpa por no venir más seguido. Estas últimas semanas he estado ocupado, pero prometo que vendré más a menudo.
- Sabes, cada día que pasa, mi amor por ti se fortalece, nunca sentí algo así por nadie más. Me haces falta, más de lo que las palabras pueden expresar.
- A veces me pregunto qué hice para merecerte. Fuiste lo mejor que me pasó en la vida, y agradezco cada segundo que compartimos. Si alguien me hubiera dicho que alguien como tú llegaría a mi vida, no lo habría creído.
- Solo espero volver a verte algún día, Jay. Siempre serás mi estrella.
Y así, entre recuerdos y promesas, Jungwon narraba a la estrella los días transcurridos, las pequeñas alegrías y tristezas de la vida cotidiana.
💫
La vida continuaba, y en la calidez de una cafetería, Jungwon y Sunoo compartían conversaciones sobre el futuro y el pasado. Sunoo, inmerso en los preparativos de su boda, encontraba en Jungwon un oído atento y un corazón comprensivo.
- ¿Cómo va la preparación de la boda, Sunoo? He escuchado que puede ser muy estresante.
- Es un desafío, pero Ni-ki y yo lo estamos manejando bien.
- Me alegro mucho por ustedes.
- Jungwon dejando de lado el tema de mi matrimonio, ¿cómo estás? Me refiero a como te sientes, esto de seguro te incomoda un poco sabiendo que Jay ya no está y no quieres saber nada de relaciones y ese tipo de cosas - Dijo Sunoo preocupado por Jungwon.
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𝒀𝒐𝒖 𝑨𝒓𝒆 𝑴𝒚 𝑺𝒕𝒂𝒓 💫 𝑨𝒖 𝑱𝒂𝒚𝑾𝒐𝒏
Fanfiction- Maldito destino, te odio - Gritó, tirando un cojín al aire. - Solo te pido un novio, no ser millonario. ¿Qué tan difícil es eso? - Se quejó, rodando los ojos. De repente, escuchó un estruendo. Algo había caído en su casa y había hecho un agujero e...