Lo bueno de ser tu propio jefe, es que puedes faltar sin temor a que te despidan. Su lugar de trabajo era de su padre en un principio, pero cuando el se graduó, el señor Lee lo dejo a cargo, sin dejar de trabajar el; ahora mismo encontraba muy conveniente eso.
Luego de conocer a Felix, siguió frecuentando su cafetería, con la excusa de que los niños y el siguieran comiendo sus deliciosos postres (no admitiría en voz alta que en realidad quería verlo); así fue por las siguientes dos semanas, hasta que sus padres regresaron de su viaje y sus hijos a clases, con esto regreso a la rutina habitual, donde su madre cuidaba de los niños y el los veía en la hora de la comida o cuando salía del trabajo, ya no los llevaba a su oficina como antes, por lo que no pasaban más tiempo que el fin de semana juntos, lo que significaba también no ver a Felix, ya que ahora su mamá era quien llevaba a los niños con el; mentiría si dijera que no lo extrañaba, porque lo hacía y mucho, en ese tiempo conviviendo, Felix se volvió alguien especial, le daba miedo la forma en que el menor se había metido en su corazón en tan poco tiempo, tal vez estar lejos de él serviría para deja ese sentimiento atrás.
Días después de que sus padres regresaron, un sábado por la mañana, Seungmin había amanecido algo irritable, no dejaba de llorar y el ya había intentado de todo para que el bebé estuviera contento, pero nada funcionaba; había notado que este babeaba más de lo normal y como su madre le había dicho que no limpiara su saliva, decidió colocarle un babero. En el transcurso del día Seungmin seguía igual o peor que en la mañana, no había querido comer nada, apenas lograba que durmiera y se despertaba a los pocos minutos llorando de nueva cuenta, ya para la noche Minho estaba apunto de llorar también, no sabía que le ocurria a su hijo y se sentía en extremo mal por esa razón, cualquier persona que lo viera se preguntaría, como era posible que teniendo dos hijos más aparte del bebé no supiera que le pasaba, pero prácticamente estaba como padre primerizo con Minnie; a Hyunjin y Changbin los había cuidado su madre cuando eran bebés (y de más grandes también), ya que el al igual que Jisung, primero estudiaba y luego trabajaba, por lo que nunca se hizo cargo o se involucro en sus cuidados como debió haber hecho, ahora mismo se odiaba demasiado por no hacerlo. La gota que derramó el vaso y lo hizo llorar, fue cuando noto que Seungmin tenía una fiebre algo alta, temia por la salud de su pequeño bebé, así que sin esperar más, llamó a su madre para pedirle que se quedara con sus hijos en lo que el llevaba al bebé con la pediatra, en cuanto esta llego no perdió tiempo y emprendió la marcha rumbo al hospital.
En el momento que la doctora le dijo lo que tenía su hijo, se sintió como el hombre más estúpido del mundo. Los dientes, como no se le había ocurrido que podría ser eso, su bebé ya está en edad de que comenzarán a salir sus dientes, en medio de su desesperación, había olvidado por completo que mientras se adaptaba al cuidado de los niños, leyó que a esa edad comenzaban a salir; golpeó su frente con la palma de su mano y miró avergonzado a la mujer frente a él.
—Se que debe pensar que soy un pésimo padre, que teniendo dos hijos grandes como pude pasar por alto eso, pero déjeme explicarle.— Comenzó a relatar todo lo que había pasado, desde que Jisung se fue, hasta ese momento, afortunadamente para el, la doctora Park Bom era tan comprensiva que para empezar ni lo había juzgado, ella sabía a medias su situación, ya que era también la pediatra de Hyunjin y Changbin, por lo que su madre ya le había comentado que tenía que eliminar de los contactos de emergencia a Han, o si este se presentaba para preguntar por los niños no dijera nada.
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Un padre a toda madre [Minlix]
FanfictionDespués del abandono de Jisung, Minho tiene que lidiar con el reto de ser padre soltero, criar a sus hijos, cuidarlos y trabajar, todo sin morir en el intento. Será difícil más no imposible, el amor por sus hijos lo hará dejar atrás el dolor de su...