Un padre a toda madre [Minlix]

Extra 3 (Amor en detalles y acciones)

Ubicado después del tercer capítulo

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¿Como se demuestra el amor?

Las personas tienen maneras distintas de demostrar su amor.
En acciones y pequeños detalles. Como cuando tu madre cocina tu comida favorita o simplemente te da un abrazo reconfortante. Cuando tu pareja escucha atentamente todas y cada una de las cosas que le dices; recuerda lo que te gusta, lo que no y te da desde un regalo costoso como un perfume, hasta una "simple" rosa. También se demuestra en el apoyo incondicional que te da tu mejor amigo o amiga.

El ser padre le había enseñado a Minho, que el amor se demostraba, hasta con el más mínimo detalle que hubiera por parte de sus pequeños.
Sus hijos tenían formas distintas de demostrarle cuanto lo amaban, desde expresarlo con palabras, hasta con gestos; como regalarle cartas mal escritas, la mitad de sus galletas, sus paletas llenas de saliva o simplemente pasar tiempo con él. Todas y cada una de las acciones que los niños tenían para con el, le hacían saber lo mucho que lo amaban. Así mismo Minho también trataba de siempre demostrar su gran amor por esos tres pequeños, que eran parte fundamental en su vida.

Desde hacía una semana que el mayor de los Lee estaba en cama. Primero lo había alcanzado el agotamiento y después, una gripe lo terminó de rematar.

Su madre y sus hijos cuidaban de él. Minho por supuesto se había negado a que sus hijos estuvieran a su alrededor mientras estaba con ese resfriado, pero como era de esperarse, los pequeños eran más tercos que el, así que no tuvo más remedio que aceptar sus cuidados.

Cabe mencionar, que desde que había caído enfermo, Minho se volvió más cercano a sus hijos, pues estos estaban muy al pendiente de su padre y lo que este necesitara. Lo iban a ver cada cierto tiempo, pasaban un buen rato jugando con él para distraerlo y que no se aburriera. Inesperadamente también se habían vuelto muy buenos amigos; y es que los niños platicaban horas con su padre, de como les iba en la escuela, de los chismes de los vecinos, de cosas graciosas o extrañas que les pasaban en su día a día, e incluso Minho les platicó de su vida, su infancia, adolescencia, juventud y adultez, omitiendo los hechos donde se veía involucrado Han Jisung por supuesto.
Para Lee era muy grato pasar ese tiempo de calidad con sus pequeños, no solo porque todos se conocían más, sino, porque se sentía bien tener alguien a quien platicarle tus cosas, y a pesar de que sus hijos eran muy chicos aún (y por obvias razones no les contaba todo su sentir), estos habían demostrado ser unos pequeñines muy sabios, ya que gracias a la honestidad propia de su edad, hacían que su padre viera el mundo de una manera diferente.

-Tu piel ya no está caliente papi, creo que ya bajó la fiebre.- Mencionó Hyunjin mientras tocaba las mejillas y la frente de su padre. -Esa es buena
señal.- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja, mientras levantaba sus pulgares.

La verdad es que el moreno no tenía fiebre desde la noche anterior; el mismo se había tomado la temperatura antes de dormir. Por la mañana cuando su hijo había entrado a su recámara, se encargó de decirle que ya no eran necesarios los paños húmedos, ¿Cual fue la respuesta del pequeño?, "Te los podré solo para estar seguros"; eso definitivamente había sonado como su madre, y bueno, para no quitarle la buena intención al menor, se dejó poner el paño en la frente.