Ca De Cata ¿verdad? [C!Rodrivan]

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Carre miro aburrido su comida, estar tan estresado por sus problemas y más que el autor de dichos problemas este tan cerca suyo, esperando en una enorme fila sin distracción porque su teléfono decidió morir y no tenia ganas de hacer sociales, creo que no fue la idea más brillante que tuvo.

Recordar como empezó todo solo le hacía querer tirarle la bandeja, con comida y todo, a la cara del presumido oso que descansaba sin preocupaciones unas mesas más adelante, como si no hubiera tirado más temprano los comentarios más denigrantes y vulgares contra su persona; el estrés a este punto hacia que su cabeza palpitara y sus dientes se ciñeran de pura frustración.

-Carre! Tardaste un chingo, todo bien?- le sonrió el arácnido

-si...- murmuró entre dientes, queriendo arrancarse las orejas para no escuchar la voz chillona de su amigo

-Entonces, sabes como apareció este nuevo integrante del pueblo? Cellbit?- continuo sin parar

-si...- le respondió desinteresado, mirando fijamente su comida

-Bueno, es un tipo muy agradable, pero el oso culero aquí presente, no quiere que me acerque mucho- movió su mano en círculos, señalando al más alto

-aja...- tomo la hamburguesa con desgano

-Pero hay que ser amables, no quiero que se sienta solo- le robo un par de papas fritas a su novio- y le dije que no podía ser así de celoso- río bajito, apoyándose en su pareja

Carre se sentía tan muerto por dentro, escuchar como uno de sus amigos tenía todo lo que él no tuvo, presumirlo y refregarselo en la cara solo le daba náuseas, no había dado ni un bocado y ya se sentía vomitar.

-Por qué hablas como si no estuviera acá?- alzó una peluda ceja negra, mirando mal al arácnido

-tu come mi amor- le resto importancia, dejando un rápido beso en la mejilla del oso

-sos un pelotudito importante, ¿no amor?- río negando con la cabeza, decidiendo no hacerle caso a los otros dos

-....- mirando el tiempo atrás, incluso cuando eran "algo", Spreen nunca se refirió a el con un apodo dulce o algo parecido. Su lengua se sentía pesada por alguna razón.

Si bien es cierto que fue una larga, muy larga charla, que si contamos charla el como Roier no se callaba de cuan curioso era el otro felino que ingreso al pueblo, Carre sintió como si el tiempo no hubiera seguido, se sentía tan estancado en un momento específico.

-¡Te veo otro día Carre!- se despidió Roier, colgándose del brazo de su novio y arrastrándolo lejos de ahí

Ojos muertos, sin brillo ni calor, veían como la feliz pareja se iba entre charlas y dulces demostraciones de afecto. Tal vez Spreen no era el problema, si tomamos en cuenta que pudo mantener una buena relación con Roier, debe existir otro factor decisivo que hacía al oso retroceder y por lo visto, era él.

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Y volvemos a lo depresivo, el cap anterior creo que debí mencionar al principio que era antes del inicio de la historia y no al final del cap jajaja.