Carta

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Una lechuza voló por un bosque espeso de una cuidad apartada y a pesar de la hora temprana no se inmutó por el ardiente sol que se veía y pasaba con facilidad entre las hojas verdes. Cualquier observador de aves se detendría al ver este ejemplar particular atravesar los rayos de luz sin consecuencias, como si al aviar alguien le hubiera colocado las gafas de sol más caras y eficientes de los siguientes diez años. Dado que  podía navegar igual de bien entre sombra y sol sin que sus pupilas cambiaran por la luz o blanquearse hasta quemarse por la misma. A esta lechuza en particular no parecía preocuparle los defectos naturales y fatales de su especie así como el horario dictado por la naturaleza.

Si un ornitólogo estuviera fuera del bosque ahora y le viera salir lejos de cualquier cubierta  a centímetros suyo tendría un ataque de pánico por como este búho prácticamente le decía al orden natural que se jodiera. Y si veía que había muchas más como ella de distintas especies haciendo lo mismo  por todo el país cada año o peor, infringir la ley natural también nadando o sorteando un huracán bien podría despedirse de su familia por qué tendría tal apoplejía que nadie podría determinar la causa de la muerte, por estrés o susto.

Los científicos especializados en estos aviares podrían sentirse aliviados en silencio pues este conocimiento inexplicable estaba lejos de sus observaciones regulares, gracias a un grupo de personas que además de darles todas esas capacidades a estos animales particulares se aseguraron de agregar un encanto en una pluma falsa que garantizaba a cualquiera fuera de su comunidad pensar que si veían el ave lo recordarían como una hermosa vista nocturna. Esto solo después de un cuasi desastre mundial hace casi 10 años atrás.

Completamente ajena a cualquier drama que pudo o no haber pasado este aviar continuó su viaje, del bosque a una zona residencial y después también una zona apartada de camino desierto. Su meta, sin embargo, se hayo próxima cuando descendió entre otro bosque que conducía a una fábrica apartada y por su vista abandonada.

Ignorando la cerca, los letreros de peligro o advertencia y continuo sobre estos hacía el lugar.

Las ventanas apenas rotas, cortinas de acero corridas, las zonas con grafiti siendo escasos , y solo la pintura vieja para exhibir el sitio no parecía realmente un mal lugar solo un poco descuidado.
Eso hasta que mirabas desde otro ángulo.

Paredes rotas, pisos desnivelados, maquinaria despedazada, restos de escombros y rastros demasiado parecidos a sangre escurriendo de algún almacén o debajo de una cortina. El lugar pintaba una historia perturbadora.
El ave ajena siguió con lo suyo, dando vueltas y buscando una cornisa a la cual bajar.
Su cometido se logró sin mucho problema volando cerca de un agujero redondo que parecía haber tenido un gran ventilador en el.
Aterrizo en el techo con apariencia de grava y dio brincos tentativos mirando a la oscuridad del agujero.

La oscuridad le miro de vuelta

Fue incapaz de emprender vuelo nuevamente cuando una gran mano rosa salió disparada y le atrapó en su puño. El ave asustada se revolvió en vano mientras la sonrisa en la oscuridad se hizo más y más clara hasta que un rostro salió de ahí igualmente rosa. Sus extremidades estirándose y emergiendo simulando una gran araña unos ojos grandes y oscuros saludaron a una boca pequeña abriéndose lentamente.
El ave era lo suficiente inteligente para saber que pasaría así se quedó quieta y uso toda la escasa fuerza que poseía para levantar su pata dejando a la vista su tarea actual y quizás última.

El brillo dorado en efecto llamo la atención de la criatura hacia la pata del animal. Ahí como algún tipo de espolón metálico había una imitación de una bolsa con un papel envuelto alrededor.

Curiosa estiró la otra mano y tomo el papel el cual se desplego resultando ser mas grande y parecer para toda apariencia como un sobre hecho de pergamino viejo.
La cara de la criatura cambio a neutralidad sin traicionar cualquier cosa que pensará de la carta sellada a cera con un escudo extraño.
Giro el sobre para ver alguna dirección y no pudo evitar mostrar sorpresa a lo que encontró del otro lado.

Sus pupilas crecieron otra vez, su cuello se estiró y se pegó al de la pobre ave casi deteniendo su pequeño corazón al acto.

-Dime pajarito…¿quien te dio esto?

Cualquier dulzura de las primeras palabras se perdió con lo frio de las últimas.
La lechuza grazno en pánico apuntando repetidamente el sobre con su pico. Era solo el mensajero, podrían por favor no arrancarle la cabeza?
Si su explicación fue suficiente o sus súplicas no lo sabría. La cosa rosa tarareo y volvió a su hoyo con el pobre animal todavía con ellos.

El sombrío trayecto estuvo en silencio ya la ave se había rendido a morir en cualquier nido al que le llevara.
Sin embargo al final del muy largo y oscuro túnel le recibió una vista bastante contradictoria.
Se trataba de una sala, una bien iluminada llena de cojines de piso, sofás, sillas y una gran pantalla de televisión.

Los muebles desentonaban a la temática colorida de las paredes descoloridas y rayadas como un trabajo de remodelación a medio acabar. Este lugar parecía haber sido un tipo de bodega o gimnasio, tenía dos salidas y otras tres hechas toscamente con carteles y un dibujo como única indicación de a dónde iban.

Uno tenía un dibujo de una computadora y un tornillo, otra tenía una flor como decoración, habían pequeñas casas, un parque y un refrigerador.

La cosa de rosa paseo por la sala y se acercó a una pequeña campana a la abertura desigual con un pequeño tapete de zoológico con la frase “bienvenido”. Jalo una cuerda y la pequeña campana reverberó con una serie de otras pequeñas a lo largo del túnel en un sistema sustentado por otras cuerdas como el de una cueva de minería.

Por una eternidad no paso nada, entonces el tapete cambio a la forma de una huella y alguien emergió.
Tenía toda la apariencia de un perro café, y naranja de orejas caídas, desde el tamaño hasta su cola esponjada y patas, además llevaba un colgante con un dije de sol. El perro caminaba en dos patas como si fuera la norma, bajo su brazo tenía un periódico y en una pata sostenía una taza de café con la leyenda “Ladra al otro lado, ese árbol no te escucha”

Somnoliento, el perro se aproximó bebiendo su café.

-Buenos días Señorita LL. ¿Ocurre algo?

-Dogi justo a tiempo es hora de una reunión. Dile al pollo dormilón que encienda el anuncio

El perro ignoro deliberadamente que lo despertaron antes, lo llamaron y tampoco le dieron una razón inmediata de su presencia específica si solo debía delegar, asintió distraídamente bebiendo un poco más.

-Una junta trabajando

Dijo dándose vuelta para hacer eso

-Oh y dile a Elefantin que despierte a Poppy si

El perro se congelo con el pie en el aire, sus orejas se movieron un poco como sus congéneres cuando alguien les llama la atención cuando duermen. Viéndose considerablemente más despierto miro a la otra en la habitación.

-Poppy realmente no aprecia despertar tan temprano en un fin de semana-dijo cuidadosamente -¿No sería mejor iniciar la junta sin ella?

-No, esto es muy importante y no quiero alargarlo

El perro suspiro pero asintió
-Pobre Buuba, todavía no supera el último frenesí literario de Poppy, todavía le teme a las pelucas del siglo XVI

-No tienes tiempo para compadecerse de el Dogi-canto dulcemente – Te toca despertar a Kitty

Todo color escurrió de la cara del can. Nerviosamente se movió en su sitio.

-Seguramente no necesitamos despertarlo de su siesta, estoy seguro de que no necesitamos ningún aporte suyo. Es mas seguramente nos ahorraremos tiempo si voy en la tarde y le doy un resumen

-Oh dogi tanto como amo verte retorcer un poco más se hace tarde y me temo que no te pregunté si querías hacerlo

-Pero…¿y si cambio con Bubba o le pregunto a Bobby?

-No necesitamos otra crisis de garras cariño y si fuera por mi también dejaría a pobre Kitty tener su siesta pero me temo que no tenemos esa opción

Le enseño el reverso del sobre.  El perro después de mirar la dirección y los nombres palideció por otra razón

-Caca…

-Idioma

-…de jirafa que no limpiaron apropiadamente?

-Eso fue peor. Vamos ve por Kitty antes de que me coma este pajarito

Le pegó a la pobre lechuza en la cara. El pájaro suplico a sus oídos y rogó

-Al menos que quieras un pedazo

Ahora rogo mas fuerte . Aparto suavemente al aviar con todo y puño, dejo sus cosas en la próxima superficie elevada del lugar y camino con pesimismo arrastrando los pies

-¿Quieres jugar cariño? está bien: 10, 9 , 8

El perro se puso en cuatro patas todo olvidado y hecho a correr como si su cola estuviera en llamas y bien podría estarlo.
Corrió y corrió por ese túnel y varios más, muchos de hormigón y varios más toboganes hasta una gran puerta en la que tuvo que derrapar para no chocar. En todo eso quizás la cuenta iba en el 4 o se detuvo en el 6 pero no se iba a arriesgar.
Volvió a dos patas y empujó las puertas dobles, estás eran doradas y plateadas. Con la imagen de un medio sol y una media luna respectivamente. Había otros símbolos alrededor de estos, pero no todos se veían bien como una flor arañada y una manzana rasgada, ambas cubiertas de plumón negro a forma de tache, solo una de estas sin embargo estaba tan grafiteada que apenas se podía distinguir su color original, entre los rayones y garabatos habían frases como “mal amigo” “cerdo malo” o “mentirosa”

Al abrir le recibió una vista que muchos describirían como hermosa.
Parecía un claro del bosque o un gran patio con pasto alto flores de todos colores, un lago con peces saltarines, había caminos de piedras como en el mago de Oz y entre unos pocos árboles casas de formas dispar.
De una en particular palmeras salían de sus cuatro esquinas. Y un elefante azul con media oreja derecha con marca de mordisco y dos extremidades con vendas emergió de la misma.
Tenía una taza en su mano cubriendo un colgante asemejando una bombilla. Con la frase “Despierto después existo”

-Buenos días Dog por qué la campana-se froto el ojo-¿Junta temprana?

-Si hay que llamar a Kickin para los altavoces

-Seguramente ya esté en su equipo esperando la señal, ya sabes cómo es al despertar. Quieres que ponga el amortiguador para que no despierte a red y al señor de las garras

-No.-mueca-Es junta total

-Shhh quien es el sacrificio a nuestra señora diminuta, odiaría ser yo

-Ódiate entonces

-¡Awww, por qué no va Hoppy!

-Después de los muchos moños en sus orejas ya quisieras

-he puedo soñar. Di, que quieres por ir en mi lugar

-Los haré hasta con un vestido de olanes si cumples mi parte

-¿Cual?

-Despierta a Catnap

-Sabes me siento muy afortunado ahora. No espera me siento casi igual. Yo despertar a don gruñón mañanero nop quiero mi trompa en su sitio. Para ti en cambio será sencillo, como un paseo en el parque prácticamente

-Solo si hablas del parque industrial

-Insisto que exageras, Catnap siempre te deja de una pieza

-Una pieza, ¡díselo a mis cicatrices!

-Claaaaro lo que digas

-¡¿Por que nadie me cree cuando les digo que me mordió la cola?!

-Si marcas, sin pruebas

-¡El pelo las cubre!

-Podrías rasurarte si quizieras probarlo

-Infi…no!-sujeto su cola-¡Tarda una eternidad en crecer!

-Uju. Sea como sea entre nosotros y tú, tu tienes menos posibilidades de terminar sin una extremidad. ¡Buena suerte!

El elefante se fue primero a la casa que parecía un gallinero para no dejarle una excusa y atrasarse. Suspiro derrotado haciendo su camino a la casa que parecía estar sobre un gran poste para rascar.

Catnap y la piedra de rayos de SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora