Confesiones ¿todo empezará a ir bien?

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Capítulo 8

En cuanto Bradley notó que su nave no lo seguía supo que lo peor estaba pasando, su corazón dió un vuelco, se volteó para verla caer, Pete y él le gritaban intentando que se despertara, los dos le apuntaron tratando de hacer el mayor ruido posible.

-¡Por favor no te mueras, reacciona! ¡Por favor! ¡Mierda, no me dejes! -gritó Bradshaw, su voz estaba rota. No podía perderla.

A último momento Leila reaccionó y se elevó.

-Si que nos asustaste pequeña Blue -dijo mav, que sentía que su corazón había vuelto a su pecho -gracias a Dios estas a salvo. ¿Cómo te sientes?

-Muy bien señor, ya me recuperé.

-Perfecto, aterricen.

En cuanto aterrizó la aeronave y comenzó a bajar vio como algunos médicos la interceptaban junto a Bradshaw, querían revisarla para asegurarse de que todo estuviera bien.

-¿Te asustaste, Bradshaw? -dijo con burla cuando éste la tomó por los hombros mirándola de arriba a abajo. Dios, definitivamente usaría esto en su contra.

-¿Estás bien, Mitchell? -la cara de preocupación de él no se fue, parece que sólo a ella le pareció gracioso desmayarse.

-Lo estoy, Bradshaw, tranquilo -dijo Leila y Rooster suspiró no muy complacido de su respuesta.

A Leila la llevaron a la enfermería y la dejaron todo el día en reposo por precaución, necesitaba descansar, cosa que a ella la aburría muchísimo.

-¿Puedo pasar? -sabia de quien era esa voz.

-Claro -dijo y vio como Rooster se acercaba a ella.

-¿Cómo te sientes? Supe que pasaras la noche aquí, dicen que habrán tormentas.

Diablos, tormentas, y además en la enfermería, hoy seria una noche terrible.

-Pues con la noticia que acabas de darme se me arruino el día, parece que es algo que te gusta hacer ¿no? -dijo ladeando la cabeza cosa que la hizo soltar un quejido, no se había dado cuenta de que le dolía. Rooster de acercó de inmediato a ella con preocupación, que intentó disimular.

-Me gusta tanto como a ti te gusta volar -dijo respondiendo a su pregunta retórica siguiéndole el juego que sabía que podría terminar mal.

-Es tu pasión entonces -dijo Blue y entrecerró los ojos y poniéndose seria. Roos no pudo evitar pensar en lo tierna que se veía haciendo esa cara.

-Blue, me quedaré esta noche a cuidarte, ya le pedí permiso a tu padre -dijo y Leila se sorprendió.

-¿Por qué lo harás? -cuestionó Angel.

-Porque no pude cuidarte allá arriba, podrías haber muerto, jamás me lo perdonaría.

-Tu no tenías que cuidarme, era mi tarea que tú cumplieras el objetivo, y lo hiciste con éxito, en la misión real no podremos parar la batalla, tal vez muera uno de nosotros, pero estoy dispuesta a hacerlo, siempre y cuando el objetivo sea cumplido con éxito.

-No te dejaré morir, Blue.

-No te pedí permiso -dijo y se cruzo de brazos dejando de mirarlo.

Bradshaw se pasó una mano por el pelo suspirando si que es difícil hablar contigo, pulga, pensó. Agarro sus brazos e hizo que dejara de cruzarlos, Leila lo miro con confusión.

-Leila, debemos hablar. -Rooster estaba listo para confesar sus temores, y también para aguantar los golpes de Blue Angel.

-¿Me dirás la razón de mi apodo? -Blue hizo un puchero y a Roos le fue inevitable no reír, se veía tan hermosa, le hacía honor a su alias.

El Momento Perfecto -Bradley Bradshaw Donde viven las historias. Descúbrelo ahora