El Momento Perfecto -Bradley Bradshaw

Casi a salvo

Capítulo 13

-Cuando yo te avise activas el interruptor hasta 120, cuando arranque el motor desenchufas los cables y se suben, deberás llevar a Blue en el regazo porque yo iré adelante -le decía Pete a Bradley quien escuchaba atento las indicaciones.
Mientras tanto, Leila notaba como una mancha roja comenzaba a formarse en su estómago, decidió taparla para que no se preocuparan más, al dar un paso casi se cae de no ser por Roos que la sostuvo fuerte por la cintura.
La dejo con cuidado en el piso y beso su frente.

-Ten cuidado, pulga -dijo Roos entre preocupado y bromista.

-En cuanto volvamos haré que te revisen -dijo Mav agachandose a su altura -te quiero pequeña.

Maverick se subió al avión y Rooster comenzó a seguir las indicaciones que le dió, en cuanto estuvo todo listo, cargo a Leila y la subió lo más rápido que pudo, luego la sentó sobre su regazo, se pusieron el cinturón y avanzaron a la pista.

-¿Y estas cosas que? Esto es una reliquia -dijo Roos sorprendido.

-¿Cerramos? -pregunto mav.

-Si -respondió Leila, un poco débil.

-¿Cómo pondrás este terodactilo a volar? -preguntó desconfiado Rooster.

De repente vio como Maverick empezaba a desplegar los alerones.

-¿Por qué desplegas los alerones Mav? ¿Maverick? Esto no es una pista de despegue, es muy corta.

-Tú solo agárrate -dijo Mav y aceleró

-En eso estoy -dijo Rooster con dificultad mientras abrazaba a Blue.

No se sabe cómo, pero lo lograron, despegaron aunque perdieron una rueda.
De todas formas estaban vivos.
Rooster activó su GPS.
Todo estaba muerto así que mav les dio instrucciones.

-Ok, primero la radio, apaga la frecuencia... 2, corta el circuito, intenta eso.

-Hay 300 interruptores aquí, dime cuál es, Mav.

-No tengo idea, de eso se encargaba tu padre, Rooster.

-A ver que hacemos... -dijo Leila comenzando a mirar para un costado.
-Maverick hay 2 enemigos a nuestras 5 -ahora si que estaban jodidos.

Leila se escondió un poco como pudo, si veían 3 pilotos dentro de un biplaza sospecharian al instante, daba gracias por ser pequeña de altura, si no no entrarían en el F-14.

Comenzaron a hacer señas extrañas que no entendían, el wingman se posicionó detrás de ellos.

-Cuando yo te diga, Rooster, jalas esa palanca que esta sobre tí, es el paracaídas -dijo mav

-No tenemos escapatoria ¿Verdad? -pregunto Leila.

-No pequeña, lo siento -respondió Mav.

-Vamos a tener que pelear -dijo Rooster

-¿En un F-14? ¿Contra Cazas de quinta generación?

-No es el avión, es el piloto, pelearía si no estuviera aquí -dijo Leila.

-Pero estás, Blue Angel -dijo Mav.

-Por favor, Mav, no pienses, solo hazlo -le dijo Roos.

Parece que eso funcionó, Mav hizo unas maniobras bastante violentas y Rooster tuvo que sujetar fuerte a Leila, con miedo de que se golpeara. Leila había dejado de sangrar, o eso creía, ya se había limpiado toda la sangre de la cara.

Maverick logró darle a uno, solo faltaba uno más que no parecía rendirse fácilmente.

Habían bajado para que el terreno confundiera su sistema de detección pero de todas formas logró darles. Aún así lo derrotaron. Ya eran libres, o eso creían.

Rooster abrazaba a Leila con fuerza mientras reía por la emoción, pero esa emoción duró poco.

Lograron conectar la radio. De pronto tenían a un piloto frente a ellos lanzándoles un misil, lograron derribarlo con las vengalas, por poco. Ya no tenía forma de defenderse, su padre comenzó a elevarse para eyectar, pero al momento de hacerlo, la palanca no funcionaba, Leila y Roos entraron en pánico.

-Los amo chicos -dijo Leila, no quería irse sin despedirse.

¿Este sería el fin? Justo cuando su relación con Roos había mejorado, se habían perdonado, incluso intentaban no pelear tanto.

Pero estaba agradecida por la vida que había vivido, así que cerró sus ojos mientras Bradley la abrazaba y susurraba un "te amo" en su oído que la hizo sonreír, al menos morirían los tres juntos, ninguno se quedaría solo.

........

Parece que la vida de un piloto es así, cuando piensan que las cosas van a salir bien, algo malo pasa, hay que tener un corazón fuerte para soportar tantas emociones.

Leila se despidió, sabe que será su fin si no ocurre un milagro.

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