6. Jungkook

26 3 7
                                    

Realmente no estoy enojado por la curiosidad de Park Jimin, solo me parece extraño; yo no indago en la vida privada de la gente que me importa... Está bien, sí, lo hago. ¡Pero no soy tan evidente! Park Jimin, ¿no podías ser como las personas normales que investigamos en secreto y luego fingimos sorpresa cuando nos cuentan la verdad?

— ¿En serio no estás enojado? — Me preguntó por segunda vez luego de un largo silencio. Negué con la cabeza. — Pareces enojado.

Dejé de contener el aire mientras mis ojos estaban fijos en la carretera, "enojado" no es la palabra, aunque tampoco me ha disgustado. Intento descifrar mis propios sentimientos para poder otorgarle una respuesta. De todos modos planeaba contarle, adoro hablar de Minjun, pero eso implicaba recordar mis días más oscuros en el orfanato, lo cual evito a toda costa.

— Se me hace curioso tu interés. — Admito, mis oraciones siguen siendo neutrales y genuinas. ¿Por qué le importaría tanto?

— Somos amigos. Me preocupo por ti.

— ¿De verdad creías que estaba haciendo algo malo?

Ladeo el rostro para observarlo, evita mi mirada.

— ¿Sinceramente? No. Solo curiosidad.

— ¿Tanta es tu curiosidad?

— Vivimos juntos, es extraño que no sepa a donde desapareces. — se ha cruzado de brazos. — Si me hubieses contado, no te hubiese seguido a escondidas.

— ¿Ahora es culpa mía que seas tan obvio?

— ¡Sí!

Me estoy riendo ahora, ¿por qué no me ha molestado que me haya seguido? Debo estar perdiendo la cabeza.

— Dime la verdad, ¿por qué me seguiste?

— ¡Ya te lo dije! Curiosidad.

— Ya veo, te importo mucho.

Noté su expresión, se había vuelto un tomate.

— Me voy a excusar diciendo que podría estar viviendo con un asesino serial.

— Te aseguro que no es nada de eso.

Estamos en silencio el resto del camino, aparta la mirada cuando intento hacer contacto visual.

— ¿Por qué me miras?

— Tú me estás mirando. — Lo molesto.

A veinte minutos de la milicia, se encontraba el Orfanato Osewon. El enorme letrero logró que las cejas de mi acompañante se elevaran.

— ¿Tienes un hijo?

Solté una carcajada.

— De verdad, debes dejar de suponer cosas.

Apagué la camioneta después de estacionarla, abrí la puerta para Jimin.

Tuvimos que mostrarle nuestras pulseras de seguridad a los encargados del lugar, asintieron al observar el color verde, nos bajamos las mascarillas cuando tuvimos esa señal de aprobación. Los niños estaban jugando en el patio; lo más hermoso de visitar a mi hermano es como se le ilumina el rostro cada vez que me ve, las comisuras de sus labios se elevan y se forman arrugas alrededor de sus ojos. A penas tiene trece y ya es bastante alto.

— Kook. — me rodea la cintura con sus brazos de fideo, le devuelvo el abrazo dando caricias en su cabello.

— Te quiero presentar a alguien. — Jimin estaba detrás de mí, me hice a un lado. — Park, te presento a Min-jun, mi hermano menor.

El niño hace una reverencia al igual que el mayor, este último parece avergonzado pero sé que hace su mayor esfuerzo para ser amable con Junnie. Es gracioso que mi hermano posea mejores habilidades sociales que nosotros dos.

𝘯𝘪𝘦𝘷𝘦 𝘦𝘴𝘤𝘢𝘳𝘭𝘢𝘵𝘢 ( kookmin ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora