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Las respiraciones se entrelazaban,tan agitadas.Sus cuerpos se unían rozando sus labios mutuamente.¿Cuándo llegó a ese extremo? O más bien,¿Quién lo orilló?

El teléfono se mantenía en silencio aunque cada poco llegaba un mensaje.

Minho 💗 +99

Nunca había recibido mensajes suyos de esa forma,ni siquiera recibía mensajes de él constantemente,pero sinceramente,ahora,a él,no le importaba.

Pasó sus labios tímidamente por su cuello.Sabía que estaba haciendo algo mal.

Solo podía ver sus ojos por la luz que entraba por la ventana en medio de una ruidosa noche en la ciudad.

Cada embestida era rozar el cielo.No sabía ni su nombre.

Llegó con un severo dolor de cabeza,con ayuda de su amigo.

-¡¿Dónde carajos estabas?!  -salió Minho de la habitación al escuchar la puerta abriéndose.

-Shh...Minho...No grites... -el hilo de voz de Han sonaba tan cansado.

-Minho,salimos a beber un poco,no lo molestes. -Seungmin intentó calmar la situación.

-De acuerdo... -tomó en sus brazos a Han y lo llevó a que se recostara,despidiéndose del joven amigo.

-Han... -movió ligeramente a su esposo cuando se dió cuenta que éste se había dormido.

-¿Que?... -susurró cansado.

-¿Tomaste mucho? -le habló dulcemente.

-Un poco...si... -hizo su mayor esfuerzo por recordar la noche.

Un chico sobre él,follandolo tan perfectamente.

-Te haré un café... -le dió un beso en la frente y se dirigió a la cocina.

Regresó con una taza entre sus manos.

-Ten,cariño. -le extendió la taza ayudándolo a incorporarse.

-Gracias... -mencionó somnoliento tomando la bebida.

•••

Habían pasado ya varios días de lo sucedido,y cada día era una tortura,el esperar que su esposo no se enterara.

Moría de ganas de contarle lo sucedido,ser sincero con el,pero sabía que Minho lo odiaría.

-¿En qué piensas? -el mayor se giró para verlo aún peinando su cabello para ir a trabajar.

Hoy entraba un poco más tarde porque era el cumpleaños de Minho.

-Nada... -negó con la cabeza. -¿Te gustó tu regalo? -sonrió tiernamente.

-Por supuesto que sí,ahora Soonie tiene con quien jugar.

Observó a dos felinos jugando y corriendo entre si.

-Casarme contigo fue la mejor decisión que tomé. -se acercó a él y lo abrazó.

Sintió una punzada en su pecho.

Lo engañó.

Engañó a su esposo.

-Si...yo también te amo... -habló nervioso y le dió unas palmadas en la espalda.

El alto levantó su mentón y le depositó un beso.

-Han,pase lo que pase,promete que siempre me amarás.

-Te lo prometo,pero tú prométeme lo mismo.

-Te lo juro.

Estaba decidido a decirle,pero no ese día.No quería arruinar su cumpleaños.

Le preparó una cena especial,velas,vino,todo tan romántico.

Minho llegó antes de lo normal.

-Hannie.Gracias. -subió sobre su cuerpo.

-Minho...tengo que hablar contigo...

-¿De qué,cariño? -acarició su regordeta mejilla con los nudillos de su mano.

Le diría,se liberaría de esa culpa.

-Puede esperar. -devolvió el gesto tomando un par de mechones pelinegros.

Sus manos quitaron lentamente la camisa blanca tan común en él al ser un hombre de oficina.

Mientras que Minho mordisqueaba su cuello sin cesar.

Deslizó la camisa por sus hombros,haciéndola caer por sus brazos y por último al suelo.

-Te amo,Han.

-Te amo,Minho.

Tal solo tres simples palabras pudieron reavivar el sentimiento oculto que guardaban sus corazones.

Ahogó un suspiró cuando sin previo aviso,su esposo recorrió su miembro sobre la tela del pantalón que aún le cubría.

Rápidamente quitó la cómoda vestimenta del menor,dejándolo expuesto ante él.

Relamió sus labios tan lentamente que dejó erizada la piel de Han.

Besó de manera tranquila cada espacio del castaño,no dejó ningún espacio sin recorrer.

Su piel y su cuerpo le pertenecían.

Con una de sus marcadas manos atrajo con fuerza el muslo de Jisung,dejando cerca de él la rígida polla de su marido.

Con sus hábiles dedos comenzó a masajear el pene contrario,sintiendo las contracciones que este tenía.

Con mucho cuidado lo masturbó,y de un momento a otro lo llevó a su boca,disfrutando la sensación del glande entre sus labios.

La garganta del castaño no podía contener más sonidos.

Jadeó como si fuera su único trabajo en la vida.

Mientras que su mayor,con delicadeza acarició sus muslos,aunque su lengua no lo hiciera tan suavemente en el miembro.

Sacó su genital de la cavidad bucal.

Con rápidos movimientos se deshizo de la parte inferior de su ropa,y de pronto ya estaba embistiendolo.

Movía sus caderas hacía adelante con un ritmo lento y suave,aceleró el paso y la fuerza,haciendo temblar al frágil cuerpo que estaba debajo de él.

Era rozar el cielo sintiendo el calor del infierno.

-Nadie te hará el amor como yo,nadie te amará mejor que yo.Tú eres mi esposo.

Besó agresivamente sus labios,desesperado.



To be continued...

Una última noche [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora