#5 ★

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Arrugó el papel entre sus manos.¿Cómo era posible?

Sabía que no se había comportado como un buen esposo,¿Pero llegar a tal extremo?

Sentía coraje,con Jisung y consigo mismo.

Si tan solo su relación hubiera sido un poco más apacible su esposo seguiría a su lado.

Pero el hubiera no existe.

Sabía dónde encontrarlo, sabía bien el escondite de Han,pero no era su interés buscarlo.

Necesitaba pensar las cosas,lo bueno y lo malo que había hecho.

Los gatos maullaban en la azoteas de los edificios.
El vacío inundó su corazón y su copa con la brisa que tocaba su rostro.

Su piel se erizó al avanzar metro tras metro.

Sus ojos de marrón oscuro observaron el horizonte de manera borrosa.

El cristal cayó sobre la acera rompiéndose,derramando el poco líquido que aún quedaba en él.

Aquella calle que tanto recordaba estaba justo bajo sus pies.

Se detuvo justo frente a la casa,pequeña y cálida.

Sus pies cruzaron el jardín y se detuvieron junto a la puerta.

Sostuvo una piedra del suelo y la arrojó hacia la ventana.

— ¡Jisung! —gritó.

El crujido de los vidrios cayendo hacia adentro despertó incluso al perro.

Lentamente la puerta se abrió presentando al tímido Han.

Se veía tan pequeño y lastimado.

— Hanji... —susurró Minho arrastrando los pies hacia él.— Vuelve,por favor. —lo envolvió en sus débiles brazos.

Un asqueroso aliento a alcohol soltó cada palabra.

— ¿No estás molesto? —preguntó Jisung cabizbajo.

— Sí,mi sangre hierve cada vez que lo recuerdo. —depositó un beso sobre los finos cabellos castaños.

— ¿Por qué estás aquí?

— Te amo,y no puedo dejarte ir tan fácil. —frotó su mejilla con la suya.— Los gatos te extrañan.

— Yo a ellos.

— ¿Volverás?

— No lo sé,Minho,no lo sé.

— Han. —alejó sus brazos.Su pecho se heló ante el frío de la noche.— ¿Has escuchado eso de que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad?

— Sí,¿Por qué? —enalteció la cabeza.

— Quiero que sepas por mi todas las estupideces que te hice.

— ¿A qué te refieres? —cruzó los brazos frente a su pecho.

— No estoy molesto contigo,porque... —suspiró profundo.— Yo también te engañé,mucho tiempo.

La sonrisa del menor se fue apagando con cada espacio entre palabras.

— ¿Qué?

— Tengo un hijo,con otra mujer.

El silencio fue el mayor de los sonidos,el que afirmaba la soledad de Minho.

— Eso terminó hace tiempo,pero dejó como secuela un hijo,un pequeño hijo. —intentó sostener la mano del castaño entre las suyas pero este pronto se apartó.

Jisung entró a casa y azotó la puerta contra el rostro del mayor.

— Hanji.





To be continued...

Una última noche [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora