VI

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—¡Viniste!—gritó Lia al verla entrar a su salón. El lugar ya estaba oscuro.

—Traje cartas—dijo abriendo su mochila—españolas e inglesas.

—Muy bien pensado—dijo Hyunjin al quitarlas—¿Sabes jugar póker? Siempre he querido aprender.

—¿Dónde está Ryujin?

—Está fumando en el patio—dijo Lia—, no quería molestar con el olor por si llegabas.

—¿Cuánto crees que demore?

—Bajó recién, así que puede que mucho—dijo Hyunjin mientras revolvía las cartas—. Le gusta tomarse su tiempo.

—Y se fue—suspiró Lia—¿Qué sabes jugar?

Yeji bajó las escaleras casi corriendo. No tenía apuro, pero tampoco quería demorarse. En el camino se encontró con unos pocos alumnos más, cada grupo de amigos se habían quedado con un salón y parecían todos disfrutar el momento. En la entrada se había encontrado la profesora de deportes, junto con su familia. Alguien tenía que cuidar a los estudiantes en sus locuras, le dijo, aunque claramente estaba ahí solo para vivir la experiencia.

Cuando llegó al patio del liceo, se encontró a Ryujin jugando a la pelota sola, con el cigarro entre sus labios. La pelota pasaba entre sus pies mientras parecía estar preocupada con lo que pasaba por su cabeza. Se detuvo inmediatamente cuando notó a Yeji y alzó su mano para saludarla con una gran sonrisa.

—Es la primera vez que te veo sin el uniforme—dijo Ryujin—Te ves bien.

—Antes solía verme mejor—se sentó en el suelo y Ryujin se sentó a su lado—No es necesario—dijo al ver que Ryujin iba a pagar el cigarro.

—¿Quieres uno?—sacó su cajetilla.

—No te aproveches.

—Solo quería ser amable—dijo alzando sus hombros—. Me gustó tu transmisión de hoy.

—¿Me escuchas?

—¡Claro que lo hago!—exclamó—Todos lo hacen, Yeji. Un chico trajo una radio solo para escucharte a ti.

—Qué vergüenza—se tapó la cara—¿Puedes olvidar todo lo que dije?

—No lo haré—le dio una calada y soltó el humo lo más lejano a Yeji—Lo haces bien y me gusta como te expresas. Por eso me gustas—dijo mirándola.

—Te gusto antes de que me escucharas hablar—con una sonrisa la miró a los ojos.

—Vi como ayudabas a tu hermana a adaptarse con el uniforme—miraba cada parte de la cara de Yeji, era tan bella para ella que no quería perderse ningún detalle—Aunque, sí, tienes razón, en ese momento no tenía muchas razones para enamorarme de ti.

—Enamorarse es una palabra muy fuerte—dejó de verla al sonrojarse.

—Para que veas lo mal que estoy—suspiró y dio otra calada. Miró el cielo como Yeji lo hacía—me gusta escucharte y verte ¡Hasta pensar en ti! Es horrible, tengo que admitirlo. Pero con tus transmisiones creo que me he dejado de sentir sola.

—Tú no estás sola, tienes a mucha gente.

—Lo sé, Lia y Hyunjin, y también al consejo estudiantil. Tengo mucha gente a mi alrededor, pero de todas formas sentía que no pertenezco en ningún lado, que soy muy inteligente para el liceo, pero muy liberal para un colegio como el del que tú vienes. No sé si se entiende. Mis amigos no me entienden y si voy a la otra realidad, tampoco me entenderán. Cuando escucho tu transmisión, siento que voy bien, que no soy la loca Shin Ryujin que hace desastres y que si nunca hubiese existido, nada hubiese cambiado, si no que soy alguien que ha logrado algo y que puedo lograr muchas cosas.

Feel Special [ITZY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora