VII

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Las reglas eran simples: Deben de contar hasta 12 mientras dejaban las cartas en el centro, si el número coincide con la carta deben de poner la mano para reclamar la victoria, el que pierde se queda con las cartas y el primero que se quede sin cartas, gana.

Llevaban una hora jugando eso y era la razón por la que nadie del colegio estaba logrando dormir, aunque bueno ¿Quién se queda en la noche a dormir? No era el plan de nadie. Sin embargo, ¿Gritar a las 10 de la noche? Eso llegaba a dar miedo.

Los cuatro se encontraban en silencio. Todos tenían la mano derecha roja por la fuerza que aplicaban para querer ganar, pero no les importaban, estaban muy concentrados mirando el centro. Su corazón estaba acelerado y la adrenalina era mayor que cuando corrían de los policías, sentían que su vida dependen en ganar ¿Había algún premio? No, solo era por su sed de la victoria.

Hyunjin agarró una de sus cartas y todos los instintos se activaron. Como animales que iban a cazar su comida favorita. Estaban en una posición difícil, a Ryujin le quedaban 8 cartas y debían de hacer lo posible que perdiera las siguientes rondas.

—As—dijo Hyunjin y apareció un 6 de diamantes.

—Dos—dijo Yeji y apareció un 4 de trébol.

—Tres—dijo Lia y apareció un "Q" de corazones.

—Cuatro—dijo Ryujin y apareció un 9 de diamantes.

Su cuerpo temblaba por la tensión y su estómago les dolía más cuando pensaban en su futuro. Nunca habían sentido eso en su vida. Ryujin le dio una corta mira a Yeji que se mordía la lengua por la concentración. Se veía hermosa, en opinión de Ryujin. Yeji alzó la mirada y Ryujin se sonrojó. En eso Yeji hizo un movimiento como si fuera a agarrar las cartas en el centro, pero Ryujin fue más rápida y fue la primera en poner su mano.

Y la única, ya que los números no habían coincidido.

—¡Oye! Eso es trampa—se quejó Ryujin y Yeji chocó los puños con Hyunjin—¡Es injunsto!

—En la guerra y en el amor todo se vale—dijo Lia que también chocó los puños con Yeji.

Ryujin frunció el ceño y se recostó en el suelo para así girar y gritar. Era injusto. Eso era cierto, pero no para reaccionar así. Era una exagerada, eso todo lo sabían y a ninguno le desagradaba. Así era ella. Soltaron unas carcajadas y tiempo después Ryujin se quedó quieta mirando el techo.

—¿Qué pasa?—preguntó Lia que se acostó a su lado—¿Se te fundió el cerebro?

—¿Alguna vez han escuchado de la chica del eterno último año?—susurró con la mirada perdida en el techo. Yeji tragó saliva y miró a la misma dirección que ella. Hyunjin no tenía el valor ni de moverse—Es una chica que repitió tres veces el último año, no por sus malas notas, a ella le iba muy bien, sino porque apenas iba al liceo, eso generó una serie de rumores sobre ella.

—No me está gustando esto—susurró Hyunjin.

—¿Y qué pasó?—preguntó Yeji y Ryujin giró su cabeza para verla, tan bella como siempre—¿Murió?

—Se colgó—dijo y volvió a mirar el techo—justo acá, me acuerdo muy bien, yo estaba en primer año—Lia se alejó de ella y gateó para abrazar a Yeji—Sin embargo, se dice que en cada graduación, esa chica se ve caminando entre los pasillos, buscando a alguien que le diga que pasó el último año.

Los tres miraron la ventana que daba al pasillo, no había nadie, pero había una extraña sombra que parecía ser una mujer mirándolos. Hyunjin abrazó sus rodillas, no podía dejar de verlo. Era ella, pensaron todos. Pero en realidad solo era una pila de sillas que ellos mismos hicieron para tener todo el espacio del salón para ellos.

Feel Special [ITZY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora