JURAMENTO ETERNO DE SAL-PABLO GAVI

49-Me muero sin ti

*Gavi*

Acabábamos de perder otro partido más, a este paso la liga se nos escapaba, pero es que parecía que desde que Dani se había ido todo iba mal, todo.

Entré al vestuario dando un golpe de rabia en la taquilla y sacando mis cosas de mala gana, mi vida se había convertido en una mierda.

-Gavi, la taquilla no tiene la culpa-me dijo pedri y yo lo miré mal.

-No, la culpa la tenemos todos, que no estamos demostrando que queremos estar donde estamos, ¡joder!-le dije enfadado.

-Tio, no se que coño te ha pasado, pero sabes que estoy aquí para lo que necesites, ¿Verdad?-me preguntó y yo le aparté la mirada sin querer contestarle.

El cogió mi brazo haciendo que lo mirase, y pude notar que el canario estaba preocupado por mi por como me miraba.

-Gavi, estamos aquí para lo que necesites hermano, no se que pasó para que dejaras a Dani, pero sé que estás fatal, todos lo sabemos, puedes contarme lo que quieras tío, no te voy a juzgar eres mi amigo y siempre voy a estar ahí-me dijo y aunque quise desahogarme y contarle todo, la imagen de Esther amenazándome con hacerle daño a ella apareció como un Flashback.

-Solo quiero que paséis de mi y no me hables-le pedí soltándome de su agarre y escuché como el chasqueo la lengua mirándome sin solución.

Me metí en la ducha después de la charla con xavi, que se le veía enfadado y agobiado y no era para menos, el equipo no estaba haciendo buenos partidos y se nos estaban escapando muchos puntos.

Cogí mi coche yendo hasta casa, tenía unos cuantos mensajes de Esther riéndose de mi por haber perdido el partido, cada día la aguantaba menos y estaba intentado por todos los medios ser más inteligente que ella y mantener la calma.

Me llegó un mensaje de Carlos igual que la otra vez, indicándome el mismo sitio y una hora, asique repetí la misma operación que la otra vez yendo hasta allí.

-Carlos-Le dije cuando lo vi y él se giró hasta mi.

-Gavi, por fin, toma-me dijo dándome un sobre y yo lo miré frunciendo el ceño.

-¿Qu..-me cortó.

-Vete, vete y dile toda la verdad, este teléfono es mio, es antiguo pero he comprado una tarjeta prepago para que tengas Internet-me dijo y yo abrí el sobre viendo lo que había en su interior.

Un billete de avión para Londres y una dirección, lo miré con los ojos cargados y negué devolviéndole el sobre.

-No puedo hacerlo, no sabes lo loca que esta esta chica, Esther, no me lo perdonaría nunca si le pasa algo a Dani-negué y el me miró serio.

-Gavi, hazme caso, lo que no vas a perdonarte nunca es si no vas a buscarla ahora mismo y le cuentas la verdad, ¿Crees que haría algo que pusiese en peligro a mi niña?-me preguntó y yo negué cagado de miedo-corre y coge ese vuelo, te vas a arrepentir si no lo haces-me dijo y yo asentí mirando la hora del vuelo, faltaba poco más de una hora que saliese.

Me pedí un taxi para ir al aeropuerto, Carlos ya había hablado con mi agente para que pudiese entrar por una zona reservada para evitar que nadie me viese y fui el primero en entrar al avión sin que nadie me viese mientras mi cabeza iba a trescientos por hora, esperaba estar haciendo lo correcto.

Solo podía estar fuera un día, al haber jugado hoy todo el partido mañana podía saltarme el entreno, pero pasado mañana ya debía estar de vuelta en Barcelona, solo esperaba que Dani quisiese escucharme.

Al aterrizar en Londres y poner los datos móviles para ir pidiendo un taxi, me llegó un mensaje de ansu, indicándome una ubicación dentro del aeropuerto.