64-La primera contracción

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*Dani*

Oficialmente hoy empezaban los entrenamientos del barça y por fin Pablo iba a entrenar con el equipo después de su lesión de rodilla.

Su recuperación había sido de matrícula de honor y su rodilla estaba ya perfectamente curada, incluso los médicos se habían sorprendido de los músculos tan sanos que tenía y lo rápido que se había recuperado.

Abrí los ojos escuchando como él me daba los buenos días a nuestra hija dejando un besito en mi tripa, y es que eso sí que era rutina, hablaba a todas horas con ella, le contaba su vida literalmente pero a mí me parecía tan mono que no le decía nada, solo disfrutaba de lo mono que era con nuestra hija.

-¿Te he despertado cariño?-me preguntó al verme con los ojos abiertos y yo sonreí-lo siento-me dijo inclinándose para darme un beso de buenos días que correspondí con ganas.

-¿Qué hora es?-le pregunté al separarnos.

-Son las nueve, aun es temprano puedes dormir más, yo me tengo que ir a entrenar mi vida-me dijo y yo asentí mientras me giraba.

-Bájame un poco el aire porfi, hace mucho calor-le pedí y el sonrió mientras le bajaba un par de grados y me ponía el mando en mi mesita de noche.

Lo escuché cambiarse a la velocidad de la luz y después vino hasta mi dejando un beso en mi frente.

-Mucha suerte en tu primer dia-le dije y el sonrió feliz.

-Gracias mi amor, cualquier cosa avisame voy a estar pendiente al móvil, sino al club y ellos se comunican conmigo, sino...-lo corté.

-Amor, relájate, no vas a perderte el nacimiento de tu hija-le tranquilice soltando una risa y el asintió nervioso.

-Nose me da mucha cosa separarme de ti-me dijo haciendo una mueca.

-Tira anda-le dije señalando la puerta y el dejó un último beso en mis labios antes de irse.

Hacia unos días que me había dado ya de baja en el trabajo porque de un momento a otro podía ponerme de parto y porque llevaba unos días súper cansada y que me quedaba dormida en cualquier lado.

La próxima vez que me quedase embarazada ni de coña pensaba pasar los últimos meses embarazada en verano, el calor me asfixiaba.

Cuando me desperté de nuevo sobre las diez bajé a desayunar y me hice unas tostadas con huevo y aguacate mientras hablaba por videollamada con ansu, que volvía la semana que viene para incorporarse de nuevo a nuestro equipo.

Su rendimiento en el brigton había dado sus frutos y este año sería parte de la plantilla del fcbarcelona y no podía estar más contenta de tenerlo aquí de vuelta.

-Dile a mi campanilla que no puede nacer hasta que yo esté ahi- me pidió y yo reí.

-Si claro, no te preocupes que si me pongo de parto me pongo un tapón hasta que llegues-le dije con ironía y el asintió sonriendo contento.

-Así me gusta, otra diría que esto es una locura, pero tu eres la mejor-me dijo tan conforme y yo reí-Bueno, me tengo que ir a entrenar, más tarde hablamos wendy-me dijo mandándome un beso por la cámara y yo repetí su gesto mientras le daba al botón de colgar.

Me había dado por ordenar todo, mi madre y belén me decían que cuando las mujeres están a punto de dar a luz es normal que eso ocurra, que a todas nos da por organizar cosas.

La habitación de Aitana ya estaba preparada para su llegada, aunque no fue nada fácil, me reí mucho preparando la habitación con los chicos.

**Flashback**

-Que tengas cuidado con los cortes del techo Pedri-le reñía Gavi porque se había pasado literalmente menos de un centímetro.

-Dani, ¿puedes decirle a tu novio que se vaya a dar una vuelta?-me preguntó el otro con ironía.

-¿Pero tú eres tonto tío? Que no estás pintando cualquier cosa, es la habitación de mi niña-le dijo Gavi y yo me morí de amor.

"Mi niña", es que no podía ser más mono.

Pedri rodó los ojos gastando más cuidado para no salirse, aunque por otro lado estaba fermin intentando armar el cambiador.

-No puede ser tan difícil joder-se quejó peleándose con el cambiador, Carla fue a ayudarle, y en menos de dos minutos ya lo tenía montado-Que genia-le dijo el otro flipando.

-Hombres-rodó los ojos Carla a la vez que ferran la llamaba para que lo ayudase a él a montar el parquecito de juegos.

Gavi fue el que dio con la tecla de como armarlo junto con Aurora y Javi, porque claro, a mi no me dejaba hacer nada.

Simplemente me dedicaba a ir colocando la ropa de la bebé en el armario y en la cómoda, aun no había nacido y ya le teníamos comprado de todo.

Pañales, chupetes, biberones, juegos, peluches, ropa.

Y así fue como pasamos un día entretenidos, los chicos querían ayudarnos en todo lo que tenía que ver con la niña y yo no podía estar más contenta de saber toda la ayuda que íbamos a tener cuando llegara.

Gavi pasó los brazos por mi cintura abrazandome por detrás dejando un beso en mi cabeza cuando todo estuvo listo.

-¿Te gusta?-me preguntó con una sonrisa y yo sonreí, ¿como no iba a gustarme?

-Me encanta-le dije mirando la habitación de nuestra niña.

**Fin flashback**

La habitación de mi niña estaba ya lista, asique me puse en la cama a doblar alguna ropita que había lavado y planchado.

Miraba los trajes tan bonitos que iba a llevar emocionada, iba a ser mamá en cuestión de días.

Pablo me envió un mensaje avisando que ya venía para casa y cuando fui a contestarle escuché un ruido en el salón bastante fuerte, como si alguien hubiese roto el cristal de la terraza.

Salí de la habitación con el corazón acelerado, ¿y si estaban robando en casa?

Justo al empezar a bajar las escaleras sentí una contracción más fuerte que las que llevaban días dándome y llevé mi mano al abdomen bajo cerrando los ojos.

Cuando llegué al salón no podía creer lo que veían mis ojos.

Esther estaba sentada en el salón de mi casa, mucho más delgada y con algunas ojeras.

Llevaba una vestimenta de hospital psiquiátrico y giró la cabeza hasta mi con una sonrisa.

-¿Me habías echado de menos, Daniela?-me preguntó con una sonrisa irónica en su cara y con los ojos encharcados en ira.

No podía ser, no podía ser.

(CONTINUARÁ...)

Empieza el DRAMON.

Tengo el capi de la de pedri casi casi acabado, si me da tiempo a acabarlo antes de morir de sueño os lo subo sino mañana.

¡Os leo!✨️❤️

JURAMENTO ETERNO DE SAL-PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora