14-De tripas corazón

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*Gavi*

Estaba tan nervioso como un niño de cinco años en una mañana de reyes. Había llegado el día, toda mi familia estaba esperando en mi casa a que Dani llegase para ir hacia los coches y viajar hasta Sevilla.

Iríamos en avión, un vuelo corto, aunque se que a Dani mucha gracia no le hacía porque odiaba volar.

Ella llegó a casa con una maleta pequeña y fue mi madre la que sonrió al abrirle la puerta, no hablábamos desde hacía más de dos semanas, ni siquiera contestaba mis mensajes y llamadas, y no sabía como iba a acabar todo esto.

-Que guapa estas cielo-le dijo mi madre dándole un abrazo que ella correspondió con una sonrisa.

-Tu también, belén-le contestó Dani.

Mi padre también la saludó con un abrazo y dos besos y después mi hermana y ella, que se dieron un abrazo también.

Ella cuando se separó miró en mi dirección y vino hasta mí, creía que solo me iba a dos besos, porque sinceramente era lo máximo que me merecía, pero me dió un abrazo pasando los brazos por mi cuello y todo se me olvidó.

Estaba abrazando a mi mejor amiga, y quizá era la señal de que todo estaba arreglado.

Pasé los brazos por su cintura rodeandola y apretandola contra mi, como si no quisiese que se fuera nunca.

Al separarnos nuestras caras quedaron muy juntas, pero no pensaba lanzarme yo estando las cosas como estaban.

Pero ahí estaba mi Dani, que juntó nuestros labios de forma dulce y cálida, se sentía como en casa, y por primera vez sentí que algo en mi se removía al estar cerca de ella.

Tampoco duró mucho, porque ella se separó de mi sonriendo y miró a mis padres.

-¿Nos vamos, chicos?-preguntó entonces papá y Aurora dijo que si cogiendo su bolso, aunque yo no pude apartar los ojos de Dani.

-¿Llevas todo, mi vida?-me preguntó mi madre haciendo que despegara los ojos de Dani para mirarla a ella, y asentí como volviendo en sí.

-Pues venga, que al final perdemos el vuelo-dijo papá cogiendo su maleta.

-Tú vas en medio-me dijo Dani al guardar las maletas en el coche y yo hice una mueca, siempre me tocaba ir enmedio de las dos, desde pequeños.

-Siempre me toca a mi, no es justo-reproché como un niño pequeño, mi madre suspiro porque era la misma discusion desde hace años, con la unica diferencia de que el argumento de mi padre habia cambiado.

El siempre me decía que no le discutiera a las chicas, pero esta vez fue diferente.

-Venga, no le discutas a tu chica, yo no le discuto a mamá porque siempre gana ella-dijo tan natural que yo abrí los ojos sorprendido y escuché como Dani soltaba una carcajada.

Sonreí al verla reír por ese comentario, y al final como siempre cedí a ir enmedio de ambas.

Al llegar al aeropuerto nos metieron por la puerta donde no había mucha gente, para no llamar mucho la atención de los pasajeros, aunque si que tuve que pararme alguna vez.

Pasamos el control de seguridad por otro lado donde apenas había gente, ya que al ser conocidos nos apartaron del resto y fuimos los primeros en montarnos al avión sin esperar cola.

Había fila de dos y fila de tres asientos, pensaba sentarme con Dani para hablar durante el vuelo y pedirle todas las disculpas que no había querido escuchar antes, pero justo cuando iba a sentarme al lado de ella aurora me apartó.

-Ese es mi sitio-me dijo alzando las cejas.

-Venga ya, Aurora-le reproché-déjame sentarme con Dani-le pedí y ella negó en rotundo.

JURAMENTO ETERNO DE SAL-PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora