Segunda Parte
Cuando aterricé lo primero que hice fue escribirle a Christopher para avisarle que había llegado sin problemas, pasaba el tiempo y seguía sin obtener respuesta de su parte, extrañarlo me hacía mal, necesitaba hablar con él, era lo único que me importaba, mientras esperaba su mensaje, empecé a organizar mis cosas en mi nuevo departamento, necesitaba ocupar mi mente un rato para no pensar en él.
Eran las 22:45 cuando finalmente recibí respuesta.
"Me alegro que hayas llegado bien, disfruta tu nueva vida, cuídate mucho :)"
No pude evitar que las lágrimas cayeran, sentía como el adiós definitivo era inminente y no podía hacer nada para detenerlo o cambiar el curso de las cosas.
Le respondí contándole mi día, sabía que no lo iba a leer rápido ni mucho menos contestar pero quería seguir hablando con él, fue una especie de manotazo de ahogado intentando seguir una conversación que no tenía futuro. Pasaron las semanas y cada vez me respondía menos, hasta que un día llegó el mensaje que tanto temía pero que sabía que iba a llegar.
"Dulce, es mejor que dejemos de hablar, no me hace bien y sé que a ti tampoco, espero que tengas una buena vida y que cumplas todos tus sueños, cuídate."
Leí el mensaje y dejé el celular a un lado, me fui a la ducha y empecé a llorar, esta vez sentí que realmente lo había perdido para siempre.
Christopher
Habían pasado cinco años desde que ella se fue, desde la última vez que hablamos... cinco años y yo no podía olvidarla. Todavía no entendía si el haberla dejado ir fue el acto de amor más grande o si fue egoísta de mi parte, al final del día la decisión la tomé sin haber hablado con ella sobre lo que pasaría con nosotros.
Dulce se había convertido en una actriz de renombre, protagonizó un sin fin de obras de teatro, 2 novelas, 3 películas y estaba por grabar la cuarta. Seguía su carrera en silencio, me hacía muy feliz ver y saber que estaba cumpliendo sus sueños, yo no podía sacármela de la cabeza y mucho menos del corazón.
Terminé de alistar la maleta, tenía un viaje de negocios en Bariloche e iba aprovechar para quedarme unos días descansando, necesitaba meditar muchas cosas que me estaban pasando y no me dejaban en paz, era una especie de retiro dónde podías tener una cabaña solo para ti o compartirla con personas desconocidas, lo que más quería era alejarme de mi realidad así que elegí la segunda opción, pasar mucho tiempo solo me podía jugar en contra, especialmente porque mi cabeza no puede quedarse callada. No sabía nada de mi compañero de cabaña, solo que llegaría un par de horas más tarde que yo. Salí para el aeropuerto, al llegar hice el check in y fui hasta la sala de espera, estaba tomándome una copa de vino mientras revisaba el celular, como se había vuelto costumbre, revisé el perfil de Dulce pero ella no había subido nada, salí de su perfil, revisé mis redes otro rato hasta que decidí guardar mi celular, ya faltaban 15 minutos para embarcar.
Estábamos todos en el avión cuando avisaron un retraso de 20 minutos, todo el mundo estaba enojado y pidiendo que el vuelo salga en horario, yo iba en clase ejecutiva así que no me molestaba esperar unos minutos, me había acomodado y buscaba una película para ver, en el catálogo estaba una de las películas de Dulce y la puse sin dudarlo.
Me acomodé en mi lugar, me puse los auriculares y le subí el volumen, no me interesaba el escándalo que se había generado atrás, el vino empezaba a subirse a mi cabeza y sin darme cuenta empecé a quedarme dormido.
Llegué a Bariloche y al salir del aeropuerto tomé un taxi hasta el lugar donde tenía la reunión, cuando terminé me estaba esperando un auto que me llevaría a la cabaña, al llegar subí a la habitación que me habían asignado y dejé la maleta sobre el sillón que estaba al pie de la cama, bajé a la cocina y después de un rato de buscar entre las ollas puse a hervir agua y volví a la habitación por una caja de té que había comprado, la pantalla de mi celular se iluminó sobre la cama y lo agarré rápidamente, era una notificación avisando que Dulce había subido una historia a Instagram, volví a la cocina y dejé las cosas sobre la mesa, la curiosidad por ver su story me ganó y sin pensarlo me senté sobre la mesada, desbloqueé el celular y entré a Instagram para ver lo que había posteado, era una selfie donde sonreía achinando los ojos y se podía apreciar sus dientes, sonreí con un dejo de tristeza, verla feliz era siempre un mimo al alma, pero también me recordaba cuánto extrañaba tenerla así conmigo.